Llanto por Cataluña
El imperialismo español ha cometido una vez más un crimen de estado al utilizar la fuerza para impedir que el pueblo catalán ejerciera su legítimo derecho al voto. La democracia está por encima de todo, la voluntad popular está por encima de todo; por encima de leyes, instituciones, constituciones e imposiciones neo franquistas. Se violan los derechos humanos, se agrede violentamente a los ciudadanos catalanes y la respuesta no puede ser otra que: “las calles serán siempre nuestras”. La democracia y la dignidad de un pueblo se defiende en las calles. Ha llegado la hora de la verdad; y el españolismo se encuentra rabioso, furioso y preparados para invadir militarmente Cataluña. Hitler, Mussolini y Franco se revuelven en sus tumbas ansiosos por ocupar las posiciones de vanguardia. La histeria se contagia en todos los ámbitos de la sociedad española; el rey con ardor guerrero se pone su uniforme de capitán general para dar la orden de ¡a la carga!
Dentro de unos días el Govern de Catalunya seguramente proclamará la República Catalana y esta será la justificación para que Mariano Rajoy -siguiendo las órdenes de la Casa Real- aplique el artículo 155, la Ley de Seguridad Nacional. Entonces se derogará la autonomía nombrando quizás un gobernador militar o un político pro monárquico que restituya el orden y la ley. ¿Se decretará el Estado de sitio y excepción; captura y judialización de los cabecillas sediciosos que amenazan la españolidad de Cataluña? A los culpables debe caerles todo el peso de la ley; multas, cárcel, inhabilitaciones, y el linchamiento a perpetuidad. Los golpistas a la picota inquisitorial como escarmiento por desafiar la unidad de España, el orden constitucional y la autoridad de la Casa Real borbónica.
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