El Cincel •  23/11/2015

Trampantojos y amnesia electoral

Trampantojos y amnesia electoral

Jesús Portillo | Dice un proverbio árabe que “la primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía”. El desmantelamiento de las coberturas públicas ha sido el mayor ataque social que hemos sufrido los españoles desde la instauración de la democracia. El allanamiento mediante la reforma laboral de los despidos “procedentes” por causas ajenas al trabajador, la desconexión al servicio público sanitario de los emigrantes y los inmigrantes, el saldo resultante de las arcas del Estado tras sanear la deuda privada de las entidades bancarias, el hundimiento económico de la clase media y la segregación social de la clase baja, la simultánea congelación de los salarios de los trabajadores y la escalada de los sueldos de directivos, el aumento de la jornada y de la vida laboral necesaria para garantizar las pensiones, la complicación del voto desde el extranjero, el destape de más de una decena de tramas de corrupción de diversa índole y un largo etcétera. ¿Nadie lo recuerda ahora?

¿Tan eclipsados estamos por el juego de trileros montados para desviar la atención y focalizarla en nuevos problemas? El intento de secesión de los independistas catalanes, el terrorismo yihadista y los datos macroeconómicos favorables avalados por algunos dirigentes conservadores de Europa. Sin menoscabar lo más mínimo la importancia de los problemas citados, el electorado español se presentará a unas elecciones con la mirada puesta a otro sitio. Es digna de felicitación la impresionante labor de trampantojo que ha realizado el equipo de campaña del gobierno. Ha conseguido gracias al tira y afloja con el partido de Más que dejemos de ver en los telediarios malas crónicas a diario, aunque de hecho siguen ocurriendo.

La mayoría de comedores sociales están sin reservas, principalmente porque la gente que colaboraba no tiene para ellos mismos. Los comedores escolares, que no desaparecieron o se privatizaron, dan un servicio deplorable debido al ridículo número de niños a los que pueden abastecer. El sueldo mínimo interprofesional ni siquiera consigue pagar los suministros básicos sin que las personas afectadas sufran los efectos de la llamada pobreza energética. La corruptela y la alianza con las grandes eléctricas consiguieron lo que parecía imposible, el absurdo impuesto al sol; contribuyendo al calentamiento global y, por supuesto, al posicionamiento de aquellos que hacen posible la aprobación de dichas medidas. Otra perla relacionada con el medioambiente, y en la misma onda, fueron los impedimentos a la distribución de las baterías de autoabastecimiento de Tesla.

La distancia es el olvido - Guillermo Pérez Villalta

El ardid de las cifras de desempleo y empleo fue quizás el más ingenioso. Transformar la ingente cantidad de desempleados de larga duración en empleados estacionales con condiciones precarias fue un gran paso para el marketing del partido, aunque un paso mayor hacia la polarización económica de la sociedad. El silencio sobre el avance de nuevos modelos de familia relacionados con la homosexualidad, sobre la aplicación efectiva de la Ley de Memoria Histórica y la respectiva eliminación de símbolos relacionados con el franquismo, sobre la pérdida económica de inversión producida por la fuga de cerebros y sobre el desfase internacional en I+D+i, dice mucho más que su programa. El nuevo intento de abolición de la filosofía y las controvertidas medidas sobre valores transversales, la propuesta de formación profesional en tauromaquia y la indolencia ante tradiciones bárbaras como el Toro de la Vega, perfilan exactamente el modelo de España que proponen. Lo más interesante de todo, son las nuevas formas descafeinadas y desenfadadas que visten de nuevas ropas antiguas ideas. Hablan de progreso cuando la relación entre la deuda estatal y el PIB es insostenible, el país se empobrece. La magistral utilización del complejo proceso de recesión económica a nivel europeo para condicionar el declive de los derechos sindicales y propiciar el amasado de fortunas en tiempos de escasez, ha sido estratégicamente exitosa. Y no olvidemos la palabra clave que sirvió de piedra filosofal: “la austeridad”.

Para terminar, quisiera hacer una breve reflexión filológica sobre la austeridad. Si escogemos la primera acepción que muestra la Academia, “cualidad de lo severo, rigurosamente ajustado a las normas de la moral”, cabe preguntarse si con justicia no se aplicó un doble rasero que empobreció drásticamente al grueso de la sociedad. Por otra parte, si fijamos nuestra atención en la segunda entrada, “sobrio, morigerado, sencillo, sin ninguna clase de alardes”, ni siquiera siendo estrictos, la mendicidad, el hacinamiento y la pobreza extrema se corresponden con la esa definición. El último informe de Save the childrens sobre pobreza infantil y exclusión social en España destaca que el 30,5% de los hogares viven con ingresos bajo el umbral de la pobreza relativa, el 15,7% en situación de pobreza severa, el 35,8% en riesgo de exclusión social y el 9,5% sufren privación material severa. ¿Cómo es que el 1% más rico de la población concentra más riqueza que el 70% más pobre, según datos de Intermon Oxfam? En palabras del político alemán Willy Brandt: “Necesitamos, en el sentido de la propia responsabilidad y de la responsabilidad común, más democracia, no menos”. Y una democracia sin contar con el pueblo es otra cosa, póngale nombre.

http://blogs.tercerainformacion.es/cincel/2015/11/23/trampantojos-y-amnesia-electoral/


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Jesús Portillo Fernández

§ Doctor en Filología e investigador del Área de Lingüística en la Facultad de Filología en la Universidad de Sevilla.

§ Miembro del Grupo de Investigación de Lógica, Lenguaje e Información de la Universidad de Sevilla (GILLIUS | HUM-609).

§ Colaborador internacional en Centro de Filosofia das Ciências da Universidade da Lisboa.

§ Colaborador en Centro Cervantes - Refranero multilingüe (CVC).

§ Columnista en prensa digital sobre problemas humanos y concienciación social.

 

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