Diseccionando a El País •  16/04/2020

Medios de comunicación que se dicen «libres», indignados ante la pregunta del CIS sobre la prohibición de bulos, pero ninguno habla de la respuesta

Medios de comunicación que se dicen «libres», indignados ante la pregunta del CIS sobre la prohibición de bulos, pero ninguno habla de la respuesta

El Barómetro especial del CIS de abril de 2020 tuvo la osadía de preguntar a los encuestados sobre las informaciones falsas que día sí y día también son publicadas por diversos altavoces en España, y -desde luego- no solo desde las redes sociales por usuarios no profesionales. La Pregunta 6 dice textualmente: «¿Cree Ud. que en estos momentos habría que prohibir la difusión de bulos e informaciones engañosas y poco fundamentadas por las redes y los medios de comunicación social, remitiendo toda la información sobre la pandemia a fuentes oficiales, o cree que hay que mantener libertad total para la difusión de noticias e informaciones?«.

Las reacciones de los medios de comunicación propiedad de grandes grupos corporativos privados no se han hecho esperar;

Editorial de ABC: El Gobierno ataca la libertad. Nunca antes el CIS hizo una pregunta tan burda, tan ideologizada. Nunca antes se predispuso tanto hacia una respuesta favorable a restringir la libertad de información.

Portada de El Mundo: El Gobierno utiliza el CIS para justificar la censura a medios.

El País: El CIS pregunta si hay que mantener la “libertad total” de información sobre el coronavirus.

La Razón: Tezanos cocina un CIS para avalar el control gubernamental de los medios.

Editorial de Expansión: Intolerable uso del CIS para alentar la censura. Del descrédito de las encuestas del CIS desde que Sánchez llegó al Gobierno y puso al frente de este organismo a un miembro de la Ejecutiva del PSOE, José Félix Tezanos, había ya sobradas muestras. Pero lo perpetrado con el barómetro correspondiente al mes de abril sobrepasa todos los límites.

Juan Soto Ivars desde El Confidencial: El CIS os pregunta si queréis un Ministerio de la Verdad. Si se preguntó sobre los bulos en el CIS es porque hay interés en responderla con el peso de la ley.

I. Gil desde El Confidencial: El CIS de Tezanos pregunta sobre limitar la libertad de información para frenar bulos.

Alsina en Onda Cero: Ha difundido el CIS este barómetro un poquito raruno que hay que leer con mascarilla, en el que lo interesante no son las respuestas sino las preguntas.

Herrera en La Cope: Han desenterrado a Franco pero van a reeditar el NO-DO.

Etc…

La reacción de los grandes medios de comunicación corporativos va más allá de la histeria ante la pregunta indagatoria del CIS. Todos estos medios de comunicación han publicado decenas, cientos de contenidos criticando la intolerable proliferación de bulos en estos momentos de alarma social, pero cuando al fin se pregunta desde el CIS por una opción para acabar con estas falsedades, algunas de ellas peligrosas para la seguridad nacional, se esgrime la impoluta defensa de la «libertad de información«: «el Gobierno ataca la libertad, justifica la censura a medios, avala el control gubernamental de los medios, alienta a la censura, pregunta si queréis un Ministerio de la Verdad, reedita el No-do…»

La clave del asunto aparece formulada en alguno de estos titulares: El CIS pregunta sobre limitar la libertad de información para frenar bulos. Dicho de otra manera: el CIS pregunta sobre limitar la libertad de propalar noticias falsas con un fin determinado. No se está preguntando por «restringir la libertad de información», sino por restringir la libertad de mentir a conciencia y con alguna finalidad. La paradoja de todo esto es que los medios de comunicación que dicen defender la libertad de de información están mintiendo y manipulando, o difundiendo una torcida interpretación de la pregunta 6 del CIS. Apelan a la «libertad de información», pero la Constitución española no dice eso en su artículo 20; 1. Se reconocen y protegen los derechos: d/ A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La Constitución ampara la libertad de información veraz no la libertad de información a secas, y añade que el ejercicio de este derecho «no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa».

A diferencia de los mass media, los ciudadanos encuestados entendieron perfectamente la pregunta pese a la parte ambigüa que dice «remitiendo toda la información sobre la pandemia a fuentes oficiales», y el 66,7% de ellos la respondió afirmativamente.

Ahora es cuando podrían buscar un titular que diga algo parecido a esto: «Dos tercios de los españoles creen que debería restringirse y controlarse la difusión de bulos e informaciones engañosas según el CIS«, o «Solo el 30% de los españoles encuestados por el CIS cree que no debe restringirse ni prohibirse ningún tipo de información«. Probablemente no encontrarán tales enunciados. De la ignorada respuesta a esta pregunta se traduce un hastío generalizado ante la avalancha de bulos y ante la impunidad en su creación y difusión. Si los medios de comunicación reaccionan cerrándose en banda y amparándose en la falacia de que se está atacando la «libertad de información» sin duda se equivocan.

De lo libres que en realidad son estos medios privados, o del monopolio de la libertad de prensa hablamos mejor otro día.


Diseccionando a El País / 

César Pérez Navarro

 

Todo el mundo hace algo para sentirse realizado, o sencillamente, sentirse bien. En mi caso, he colaborado como arqueólogo de la Federación Estatal de Foros por la Memoria y del Foro por la Memoria de Córdoba, la ciudad donde vivo y nací, y escribo en este blog, en Tercera Información y en otros medios sociales y contrahegemónicos entre otras actividades que incluso podrían considerarse como “subversivas” teniendo en cuenta los tiempos que corren. Licenciado en Geografía e Historia y especializado en arqueología, mi profesión inicial, y estudios que recomiendo a cualquiera, aunque los planes actuales no sean lo que eran. Hoy me dedico al periodismo social y me preocupo, sobre todo, por la influencia de las corporaciones de la comunicación sobre los ciudadanos y las técnicas de manipulación de masas desarrolladas desde Edward L. Bernays.

Todo el mundo hace algo para sentirse realizado, o sencillamente, sentirse   bien. En mi caso, he colaborado como arqueólogo de la Federación Estatal de Foros por la Memoria y del Foro por la Memoria de Córdoba, la ciudad donde vivo y nací, y escribo en este blog, en Tercera Información y en otros medios sociales y contrahegemónicos entre otras actividades que incluso podrían considerarse como “subversivas” teniendo en cuenta los tiempos que corren.

Licenciado en Geografía e Historia y especializado en arqueología, mi profesión inicial, y estudios que recomiendo a cualquiera, aunque los planes actuales no sean lo que eran.

Hoy me dedico al periodismo social y me preocupo, sobre todo, por la influencia de las corporaciones de la comunicación sobre los ciudadanos y las técnicas de manipulación de masas desarrolladas desde Edward L. Bernays.

César Pérez Navarro