Redacción •  Negocios y Ocio •  28/03/2022

5 claves para comprar un buen jamón ibérico online y conservarlo en casa

Con el boom de los e-commerce y las soluciones digitales, hay muchas y muchas costumbres que se han trasladado a internet. De hecho, algo tan español como el consumo de jamón ibérico, también se ha trasladado a las plataformas digitales. Solo hay que ver como comprar jamones online ya es algo totalmente factible y habitual y, además, bastante cómodo.

5 claves para comprar un buen jamón ibérico online y conservarlo en casa

Pero este nuevo entorno para comprar este tipo de alimento también trae consigo nuevas dudas y aspectos a analizar para garantizar una buena compra. ¿Quieres saber qué hay que hacer para comprar un buen jamón ibérico por internet? Aquí te vamos a dar varios consejos esenciales y, de paso, algunas recomendaciones para conservarlo en perfecto estado en casa.

Consejos clave para comprar un buen jamón ibérico por internet y conservarlo

No importa el tipo de jamón ibérico que estés buscando. Ya seas una persona que prefiere una paletilla de vez en cuando, un amante de la tradicional pata de jamón o, incluso, alguien que simplemente busca algún jamón deshuesado de calidad, te conviene tener muy en cuenta todas las recomendaciones que listamos a continuación. Son muy importantes para hacer la compra perfecta y, sobre todo, saber qué compras y a quién se lo compras.

Fíjate primero en la etiqueta

La etiqueta o brida del jamón ibérico es lo que indica la categoría del mismo en base a la raza y alimentación que ha recibido el cerdo del que procede.

Observando la etiqueta puedes saber, entre otras cosas, si es un jamón procedente de cerdos alimentados de pienso o bellota; o si el animal ha sido criado al aire libre o en una granja. Luego hay que observar los colores de las bridas, que pueden ser, de mayor a menor categoría: etiqueta negra (cerdos 100% raza ibérica criados en libertad y alimentados con bellota), etiqueta roja (cerdos 50% raza ibérica, criados en libertad y alimentado con bellota), etiqueta verde (cerdos 50% raza ibérica, alimentado en libertad con pastos naturales y pienso) y etiqueta blanca (cerdos 50% raza ibérica criados en granjas y alimentados con pienso).

Analiza al vendedor

La fiabilidad del vendedor y su reputación son lo siguiente a valorar, o quizá incluso lo primero. Para saber si estás ante una buena tienda de jamones online, es importante sondear por internet buscando comentarios de consumidores, evaluaciones y reseñas.

Comprar ibéricos a un vendedor con una buena puntuación y un buen número de reseñas positivas en internet como, por ejemplo, Jamones Benito Pérez, uno de los fabricantes de jamones con mejores reseñas en internet que tiene venta online, ofrece sin duda, una gran confianza a la hora de comprar un jamón ibérico online.

También es aconsejable saber qué empresa es dueña del e-commerce, ya que hay algunas marcas que venden jamones y embutidos de fabricantes ajenos a ellas y otros fabricantes, como el ejemplo mencionado anteriormente, que venden sus propios jamones en sus webs, y esto último siempre ofrece una mayor garantía.

También es importante saber si la empresa es española o no, ya que eso influye y mucho en la calidad del jamón, sobre todo en el cumplimiento de las pautas que dicta la ley española en relación a los jamones ibéricos. Huelga decir que aspectos como los pagos protegidos y la privacidad del usuario también son factores a tener en cuenta.

Las marcas aquí son muy importantes

Las marcas importan, y mucho, cuando hablamos de jamones ibéricos de calidad, conviene tener muy claro este factor para evitar engaños, como también aclarar que no existe un único jamón ibérico y que hay marcas que trabajan en diferentes zonas y con diferentes formas de producción como, por ejemplo, la forma de salado o de curación.

Las zonas con mayor producción de jamones ibéricos son: Extremadura, Salamanca, Huelva y Córdoba. Cada una ofrece unas características diferentes y unos sabores distintos, por los que escoger ahí, ya depende de los gustos personales del comprador.

Cómo conservar un jamón empezado

Un jamón no viene con una fecha de caducidad, sin embargo, es evidente que un secado en exceso, no favorece al mismo. Para que esto no ocurra, una vez empezado, lo primero a tener en cuenta es la temperatura a la que se encuentra. Es aconsejable conservar el jamón en ambientes que estén entre los 20 y los 23 grados, y siempre en su jamonero o colgado. En caso de no haberse empezado todavía, lo ideal es conservarlo a una temperatura de entre 10 y 15 grados.

Es muy aconsejable, para que el jamón ibérico no se seque en exceso y mantenga su sabor, guardar las primeras lonchas de grasa que se retiren al abrirlo la primera vez. Estas serán las que se usen como «tapadera» del jamón una vez se haya empezado. Al colocarlas encima, mantendrán la hidratación necesaria y conservarán el sabor de la carne.

También es recomendable envolver el corte con algún film transparente tras cada uso, rematando después con alguna envoltura de algodón. Es necesario evitar también la luz directa del sol y, en caso de que salga moho en la superficie, no hay problema. Se puede retirar y limpiar sin que afecte al jamón.

Lo que no debes hacer a tu jamón

Hay quienes optan por cortar todo el jamón y guardar las lonchas al vacío. Es una buena opción si sabes que vas a tardar en consumir todo el jamón y no quieres que se estropee tras empezarlo, incluso se pueden hacer taquitos y conservarlos de igual forma si se planea usarlos para cocinar. Son cosas que se suelen aconsejar comúnmente y que funcionan, está comprobado.

Lo que no se debe hacer, y sí se suele hacer, desafortunadamente, es intentar hidratar el jamón con aceite de oliva o cualquier otro tipo de grasa. Es algo de lo más extendido, y es un error de base porque, aunque sí que puede conseguir el resultado deseado, altera considerablemente el sabor de la carne. Y eso, con un buen jamón ibérico, es estropearlo.

Por otra parte, si optas por lonchear o cortar en tacos, asegúrate siempre de usar sistemas herméticos para conservarlos y dejarlos en una nevera. Nunca en un congelador porque, al descongelarse, el jamón perderá sabor. Por otra parte, hay que evitar por todos los medios las altas temperaturas y las humedades elevadas.