Redacción •  Negocios y Ocio •  18/11/2022

La versatilidad del vidrio: un material de ayer, de hoy y de siempre

Hoy en día es palpable la preocupación por llevar una alimentación correcta, libre de productos altamente procesados y de la mejor calidad posible. Lo mismo ocurre con los productos relacionados con la higiene, el almacenamiento o la decoración. De entre todos los materiales disponibles para estos usos cotidianos, destaca el vidrio por diversas razones.

La versatilidad del vidrio: un material de ayer, de hoy y de siempre

El vidrio se encontró por vez primera en en Mesopotamia hace más de cinco mil años, como revestimiento de objetos de cerámica, y ya como envases, (diferentes tipos de vasija) en Egipto, hace algo más de dos mil años, pero también en Roma, Grecia, y profusamente desde su expansión durante la Edad Media gracias al comercio. Las cualidades del vidrio han hecho que sea conocido y ampliamente utilizado desde la Antigüedad. Fue motor en el desarrollo del conocimiento científico y en el desarrollo de las civilizaciones.

Hoy, es uno de los materiales más utilizados en la industria, gracias a sus numerosas propiedades y a la gran cantidad de opciones que ofrece por su dureza o fragilidad y diversas tonalidades que varían según el proceso de fabricación.

Es uno de los materiales con mayor presencia en el día a día, y esto sucede debido principalmente gracias a sus propiedades. Su uso es generalizado en construcción y arquitectura, para ventanas, espejos, mamparas de baño, lámparas, para decoración, vitrinas, muebles… Su utilización en paneles solares permite el aprovechamiento de energía limpia, y en medios de transporte es evidente su trascendencia, así como en investigación y tecnología en general. Pero quizás, el uso más ancestral para el vidrio lo encontremos en los envases que sustituyeron la tradicional cerámica. Botellas o frascos de vidrio permiten desde hace miles de años la conservación de bebidas y alimentos.

El vidrio como recipiente sigue tan extendido como en el siglo pasado, quizás más. Los envases de vidrio de alta calidad mantienen propiedades que les alejan del plástico u otros materiales pobres demasiado extendidos en la actualidad. Es inerte (no reacciona física o químicamente al contacto con su contenido o el entorno), higiénico, es fácil de limpiar y esterilizar, no estropea el sabor de alimentos y bebidas, ni su color, acepta temperaturas muy altas o bajas, tiene una vida útil casi eterna mientras no se rompa (no sufre oxidación ni corrosión ambiental) y puede reutilizarse. Más de 7 de cada 10 envases de vidrio se reciclan en nuestro país…

El vidrio no se fabrica con químicos ni añadidos en capas internas como barnices o plásticos para estar en contacto con los alimentos, facilitando su reutilización y garantizando que dichos alimentos conserven todas sus propiedades nutricionales, así como su aroma y su sabor.

Es impermeable a los gases, vapores y líquidos, lo que garantiza la conservación y vitaminas del alimento incluso en períodos de tiempo de almacenamiento prolongados. También es apreciado por su manipulación simple, presentación diversa o un abanico de sistemas protectores de cierre.

Cuando se usa con fines comerciales, el recipiente de vidrio posibilita el reconocimiento inmediato de cualquier marca, quedando esta grabada en la conciencia del consumidor. Su presentación implica calidad, mayor valor agregado, elegancia y conciencia ecológica.

Y para rematar, es un material abundante en la naturaleza, su extracción es sencilla, y su proceso industrial necesita menos energía y, por tanto, garantiza que se emitan menos gases contaminantes. El vidrio reciclado requiere un 20% menos de energía en su proceso de fabricación, debido al ahorro de combustible. Tanto es así , que, en la actualidad, el principal componente de los envases de vidrio es el propio vidrio reciclado.