Negocios y Ocio •  24/09/2020

Los confinamientos y las medidas de distanciamientos social disparan el consumo de porno y el cibersexo

Los confinamientos y las medidas de distanciamientos social disparan el consumo de porno y el cibersexo

El año 2020 será recordado como uno de los peores en prácticamente todas las industrias y sectores de negocio del mundo. Sin embargo existe un sector que ha vivido esta etapa como una era de crecimiento sin precedentes. No nos referimos a los productores de mascarillas, sino  la industria del porno.

Los confinamientos durante el primer brote de la pandemia fueron escenario de un incremento sin precedentes del consumo de pornografía online. Durante los primeros días del confinamiento en España, las visitas a portales de videos porno se dispararon en un 61,3% tan solo en los primeros días. Un fenómeno repetido en todos los países que establecieron medidas de confinamiento durante el primer brote de la pandemia.

En realidad, el fenómeno tan solo ha supuestoun nuevo paso en una industria que no ha dejado de evolucionar a lo largo de las décadas. Incluso marcando la línea de evolución de los soportes audiovisuales.

Los cambios en la industria

En los años ’80, el porno fue causante del éxito de VHS frente a Beta en la denominada guerra de los formatos. Gracias a la apuesta por este formato de las productoras porno del Valle de San Fernando, en California, auténtica Meca del cine porno, toda la industria audiovisual terminó decantándose por este soporte.

Esta adaptación también benefició a la industria, al facilitar la distribución y establecer un modelo de consumo doméstico. Con la llegada de internet y con el desarrollo de plataformas de video online, el porno ha vivido un nuevo boom durante las últimas décadas. Un boom caracterizado por la gratuidad y la amplia variedad de contenidos XXX en la red.

Superando las limitaciones del confinamiento

A pesar de sus posibilidades, las plataformas de vídeos no pueden satisfacer todas las necesidades. Para muchas personas, sobrellevar los encierros ha requerido algo más. El distanciamiento social y los confinamientos, han entorpecido enormemente las relaciones íntimas.

En esta situación, no se hace extraño que se hayan extendido las relaciones de sexo por webcam. Ya sea a través de las numerosas plataformas de videoconferencia o gracias a la abultada oferta de portales que ofrecen encuentros en línea, el cibersexo también ha vivido un momento de crecimiento.

Un nuevo salto, una nueva adaptación, en esa particular relación entre el sexo y la tecnología, que en estos difíciles momentos vive, paradójicamente, una pequeña edad de oro.