Tratando trastornos alimenticios con CBD

El mundo en el que vivimos se ha abierto al uso del cannabis para fines medicinales. Esta planta mágica ha sido investigada en todo aspecto durante el último tiempo y se ha encontrado que es efectiva para tratar o aliviar los síntomas de muchas condiciones de salud, como el Alzheimer, Parkinson, ciertos tipos de cáncer y más.

Mientras tanto, nos encontramos en un mundo que, tristemente, está contaminado por ideales corporales del todo alejados de la realidad, y de los cuales es casi imposible escapar, ya que los vemos en carteles en las calles, en las redes sociales o en televisión, todo el tiempo. De hecho, según la Asociación Nacional de Anorexia Nerviosa y Trastornos Asociados, ANAD por sus siglas en inglés, el 9% de la población mundial está luchando contra algún tipo de trastorno alimentario.

Los trastornos alimentarios, incluyen tanto a la anorexia y la bulimia nerviosa, así como a la obesidad, y consisten en enfermedades mentales graves que pueden ser extremadamente difíciles de superar para el paciente que las padece e incluso en algunos casos ser terminales.

El principal problema de los trastornos alimentarios como la bulimia o la anorexia es que el paciente ha creado un miedo profundo a engordar, por lo que no puede o quiere soltar el control que está dentro de su cabeza que le ayuda con los hábitos que han adoptado. Y así permanecen en la zona de confort de su enfermedad, deteriorándose lentamente a medida que pasa el tiempo.

Y esta no es la única gravedad de los trastornos alimentarios, la mayoría de las veces, estas afecciones mentales van de la mano con la depresión y la baja autoestima, ya sea que estos dos hayan generado el trastorno o al revés, el trastorno que condujo a estos.

Pero, ¿qué tiene que ver el cannabis con los trastornos alimentarios?, te preguntarás. Bueno, pues, todo.

Si tú mismo eres un consumidor de cannabis, o tal vez conozcas a alguien que lo sea, lo más probable es que hayas oído hablar de la expresión ‘munchies’ en algún momento. Los ‘munchies’ son un efecto común que se produce tras fumar marihuana, el que aumenta notoriamente el apetito, haciendo que el sujeto quiera ingerir grandes cantidades de comida, e incluso cambiar constantemente o hacer combinaciones de sabores.

Dado que condiciones como la anorexia implican pasar hambre para perder peso, el uso de marihuana podría ser efectivo para quienes están en tratamiento. Sin embargo es necesario destacar que el principal problema con los pacientes que luchan contra los trastornos alimentarios es la fase de negación, en la que se niegan a ver que están enfermos, tanto por el miedo a engordar como porque literalmente no pueden ver lo que tienen delante en el espejo. Cuando los pacientes se encuentran en esta etapa, lo más probable es que intenten encontrar una manera de eludir su tratamiento, haciendo que el tratamiento se vuelva imposible. Esto quiere decir que un enfermo con trastornos alimentarios sólo podrá mejorar cuando realmente él lo desee para sí mismo.

Varios estudios respaldan el hecho de que la marihuana es eficaz para estimular el apetito, además de ayudar en el tratamiento de la ansiedad, que a menudo se encuentra como efecto secundario de estas enfermedades. El cannabis también puede ayudar a quienes luchan contra la depresión, que, como hemos mencionado, tampoco es infrecuente en estas personas; y también puede promover horarios de sueño más saludables, siendo el insomnio otro efecto secundario común.

Pero, ¿qué pasa con la obesidad entonces? Todo depende de los cannabinoides, los compuestos presentes en el cannabis. Por ejemplo, si buscas aumentar el apetito, tu cannabinoide deberá ser el THC o el CBD. En caso contrario, busca entonces el THCV, un compuesto menos famoso de la familia del cannabis. Este cannabinoide, a diferencia del resto, es conocido por reducir el apetito y ayudar a perder peso.

Por último, cuando aparece la palabra natural, hay que enfatizar. El cannabis no solo es muy eficaz por todo lo mencionado, sino que también es una alternativa completamente natural. De hecho, puedes cultivarlo en tu propio jardín. Solo necesitas comprar semillas de marihuana autofloreciente, idealmente de marcas conocidas como Fast Buds, y comenzar! Además cuidar de una planta es otro gran recurso terapéutico para tratar muchas condiciones mentales, como las mencionadas en el artículo.

Fuente: Fast Buds