Redacción •  Memoria Histórica •  03/06/2022

Hallados en la fosa de Pico Reja integrantes de la Columna Minera de Huelva, que quisieron enfrentar al golpista Queipo de Llano

Pico Reja (cementerio de San Fernando, Sevilla) es la mayor fosa común abierta en Europa occidental desde Srebrenica (Bosnia y Herzegovina). Con dos tercios de la superficie excavada, ya han sido exhumados un total de 4.453 individuos de los que más de mil corresponderían al perfil de víctimas de la represión franquista.

Hallados en la fosa de Pico Reja integrantes de la Columna Minera de Huelva, que quisieron enfrentar al golpista Queipo de Llano

La Asociación de Memoria Histórica Comisión por el Derecho a las Exhumaciones ha celebrado los avances en los trabajos de exhumación de la fosa común de Pico Reja del cementerio hispalense de San Fernando, donde descansarían los restos de al menos 1.103 personas represaliadas por las tropas sublevadas desde el comienzo del golpe de Estado de julio de 1936, una fosa que desde enero de 2020 está siendo excavada por la empresa Aranzadi Sociedad de Ciencias por encargo del Consistorio hispalense.

Se acaban de identificar los cuerpos de buena parte de la Columna Minera de Huelva que vino a Sevilla para enfrentar las tropas facciosas que perpetraron el golpe de Estado contra la II República. Los metales pesados encontrados en los cadáveres de los mineros han sido la clave. Según el co-coordinador de la intervención arqueológica en Pico Reja, Jesús Román, «la mayoría de los cuerpos están bocabajo y murieron violentamente».

La alta concentración de cobre y otros metales pesados detectada en la treintena de cuerpos exhumados ha confirmado el hallazgo.

LA COLUMNA MINERA DE RIOTINTO

El director del equipo encargado de los trabajos de exhumación, Juan Manuel Guijo, de la Sociedad de Ciencias Aranzadi ha declarado a Huelva Información que “el grupo apareció en marzo del año pasado. Ya entonces, todas las hipótesis señalaban en una dirección. Los resultados de los análisis realizados por el equipo de técnicos del laboratorio de la Universidad de Santiago de Compostela, dirigido por el antropólogo y forense Fernando Serulla, fueron contundentes. La transferencia de metales pesados como el aluminio, cobre, manganeso y arsénico en el sustrato biológico de los restos óseos era más que evidente. Además, la evidencia se completaba con la aparición de dos cajas de madera con trozos de los restos de varios cuerpos de personas afectadas por fuego, metralla incrustada en la masa ósea y granada de mortero que coinciden con los hechos históricos que narran la emboscada perpetrada por Queipo de Llano a la Columna Minera en La Pañoleta. “No podemos asegurar que estén todos los integrantes de la columna, pero sí una gran parte. Las características del enterramiento lo dejan muy claro, aparte de los restos de balística encontrados, etc.”

Se conoce como columna minera de Riotinto a la agrupación de combatientes voluntarios que se formó el 18 de julio de 1936 en las cuencas mineras de la provincia de Huelva (España) para transportar dinamita a Sevilla. El general golpista Gonzalo Queipo de Llano difundió por la radio que venían a “volar la Giralda y la catedral”, bulo que se propagó con éxito entre la población de Sevilla y que ha llegado hasta nuestros días. El plan era que los mineros se uniesen en La Palma del Condado a un grupo de guardias civiles y de asalto comandados por el comandante de la Guardia Civil Gregorio Haro Lumbreras, quien había hecho patente su lealtad al Gobierno legítimo, enviados desde Huelva capital para entrar juntos en Sevilla. Sin embargo el comandante de estos guardias traicionó a sus mandos, se pasó a los sublevados y el 19 de julio por la mañana tendió una emboscada a la columna minera en La Pañoleta, a las afueras de Sevilla. Los guardias ametrallaron a los mineros, haciendo estallar la dinamita y matando y apresando a muchos de ellos.

La presidenta de la Asociación de Memoria Histórica Comisión por el Derecho a las Exhumaciones, María Luisa Hernández, nieta de un funcionario del Ayuntamiento de Sevilla fusilado por las tropas golpistas, ha manifestado fue «por fin» las familias de las víctimas de la Guerra Civil y la represión dictatorial están «viendo que se hace realidad la reparación» de la memoria de estas personas.

«Por fin, gracias al Ayuntamiento, la Junta y el Estado, y gracias a la presión del movimiento memorialista y las familias», ha aseverado, rememorando el fusilamiento de su abuelo el 23 de agosto de 1936 y cómo en 2016 los familiares tuvieron conocimiento de la fosa común de Pico Reja como lugar de enterramiento de víctimas de la represión.

Eso sí, Hernández ha considerado «triste» que no haya sido hasta ahora, cuando la democracia haya «reparado a estas víctimas del genocidio franquista».

El pasado mes de julio de 2021, recordémoslo, el equipo de especialistas que dirige la excavación de la fosa de Pico Reja depositaba en el Departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física de la Universidad de Granada 202 nuevas muestras óseas de restos humanos de dicha fosa, para su identificación a través del cruce del ADN extraído del hueso con las muestras biológicas tomadas en su día a familiares de represaliados.

EL COTEJO GENÉTICO

El traslado de estas muestras genéticas, que habría contado con la participación del antropólogo Juan Manuel Guijo y el arqueólogo Jesús Román en nombre del equipo técnico encargado de las excavaciones, constituyó el segundo gran envío de muestras desde que en enero de 2020 comenzase la excavación, pues ese año ya fueron entregadas 160 muestras óseas al Departamento de Medicina Legal y Antropología Física de la Universidad de Granada.

El objetivo era que se realizase un siguiente envío de muestras a finales de ese año y mantener una periodicidad semestral. Los trabajos previos coordinados por el Ayuntamiento hispalense habían permitido previamente contar con en torno a 400 muestras genéticas de familiares para realizar la identificación genética.

Conforme vayan surgiendo correspondencias efectivas (o positivas) entre el ADN de los restos óseos del represaliado y la muestra biológica tomada al familiar, la administración competente trasladará el resultado de forma totalmente privada a la familia, abriéndose entonces otro procedimiento para la entrega del cuerpo en caso de identificación.

CASI 1.100 CUERPOS CON INDICIOS DE CORRESPONDER A VÍCTIMAS

A fecha de 30 de abril de 2022, en esta fosa común habían sido localizados 1.095 restos de personas con evidentes indicios de haber sido represaliadas, mientras otras 2.229 personas estaban inhumadas en ataúdes, 1.547 en desconexión anatómica y había 165 restos aislados. Por tanto, son ya 5.036 cuerpos los localizados, de ellos 4.944 exhumados.

De acuerdo con los hallazgos durante las investigaciones, los enterramientos sin control con cuerpos arrojados sin ningún tipo de respeto y en unas posiciones inverosímiles en esta fosa continuaron después del año 1936, situación que no estaba contemplada en los estudios y trabajos previos. Concretamente, se siguieron produciendo en los años 40 del pasado siglo usando esta misma fosa común y el mismo espacio

En ese sentido, recordemos que entre las víctimas enterradas en la fosa de Pico Reja figurarían miembros de la corporación municipal hispalense de la época, algunos alcaldes de la zona e incluso diputados. Podría ser, de hecho, la fosa donde descansarían los restos de Blas Infante, ejecutado precisamente en agosto de 1936 y declarado como Padre de la Patria Andaluza.

*Con información de Agencias. 


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