Hossein Fatemi / ACNUR •  Redacción •  Internacional •  26/10/2019

El último flujo de refugiados a Irak supera el umbral de las 10.000 personas, mientras en Siria aumentan las necesidades humanitarias

La Agencia de la ONU para los Refugiados advierte a los países miembros que va a necesitar una financiación adicional de 31,5 millones de dólares para la operación en Siria en el marco del llamamiento de respuesta actual para Siria.

El último flujo de refugiados a Irak supera el umbral de las 10.000 personas, mientras en Siria aumentan las necesidades humanitarias

Los equipos de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, que operan en el norte de Irak, informan de que anoche llegaron más de 900 personas refugiadas sirias en 45 autobuses al campo de Bardarash, lo que eleva el número de personas alojadas en el campo a cerca de 9.700

Hasta el momento, más de 10.100 personas refugiadas sirias han cruzado la frontera con Irak en busca de la seguridad. Cerca del 75% de los refugiados registrados son mujeres, niños y niñas. Más de una cuarta parte de las familias refugiadas son monoparentales encabezadas por mujeres. Entre las llegadas también se encuentran menores no acompañados. 

ACNUR y sus socios siguen suministrando ayuda vital para las personas refugiadas. Los equipos técnicos, así como personal de protección y registro de ACNUR y de sus socios, están en el campo todos los días, identificando y dando respuesta a las necesidades de las personas que allí se encuentran tan pronto como es posible. También se aseguran de que todos los servicios en el campo estén funcionando, y de que los recién llegados sean atendidos de forma inmediata y reciban la ayuda y servicios que necesiten. 

ACNUR destaca la importancia de la libertad de movimiento para los civiles que se han visto forzados a huir, y de que las fronteras se mantengan abiertas para que las personas refugiadas puedan encontrar seguridad y protección. ACNUR y otras organizaciones humanitarias socias se encuentran trabajando con las autoridades de la región del Kurdistán iraquí y se han comprometido a apoyar su respuesta ante el último flujo de llegadas de refugiados. 

El campo de Bardarash, localizado en la gobernación de Duhok, está preparado para recibir hasta 11.000 personas. Se han identificado otros sitios cercanos para acoger a más personas refugiadas. ACNUR agradece la respuesta de las autoridades locales, especialmente de la gobernación de Duhok, para recibir y brindar asistencia a las personas refugiadas sirias recién llegadas, además de a las 230.000 que ya se encontraban allí.

Muchas de las personas recién llegadas, tanto adultos como niños y niñas, precisan apoyo psicosocial. La semana pasada, en el campo de Bardarash, el equipo de apoyo psicosocial de ACNUR encontró a Dilwar, un pequeño de tres años. Estaba llorando porque se había separado de su madre al llegar al campo y la había perdido. Incluso cuando por fin se reunió con su madre, siguió llorando. Su madre explicó que Dilwar había presenciado fuertes explosiones mientras huían de su hogar, lo que le produjo inquietud y tristeza, y desde entonces no había dejado de llorar. El equipo de ACNUR atendió a Dilwar y trabajó con él, y finalmente sus esfuerzos se vieron recompensados con una sonrisa. ACNUR se coordina con sus socios y otros actores para garantizar la prestación de primeros auxilios psicosociales a todas las personas recién llegadas. 

Mientras tanto, en Siria, unas 180.000 personas han tenido que desplazarse en el noreste del país, según las últimas estimaciones de la ONU. La mayoría de los desplazados internos son mujeres, niños y niñas.  

En el marco de la respuesta interagencia en el interior de Siria, ACNUR está prestando ayuda de emergencia y servicios en materia de protección a miles de personas para garantizar que las familias desplazadas se encuentran en una situación tan segura y digna como sea posible.  

Quienes dejan sus hogares buscan un lugar seguro en albergues colectivos y en casas de con familiares y amigos. Hasta la fecha, más de 75.000 nuevos desplazados que se encuentran en comunidades de acogida, centros colectivos y campamentos, han recibido artículos de primera necesidad a través de la red de socios de ACNUR en el terreno. Estos artículos incluyen chaquetas de invierno, mantas térmicas y sacos de dormir para asegurar que las familias estén protegidas del frío. 

Los equipos de ACNUR están evaluando y reparando los centros colectivos de la ciudad de Hasaka. En los casos en los que es posible, están conectando estos albergues a la red eléctrica para mejorar las condiciones de vida que pueden ofrecer y mitigar los riesgos de que se produzcan situaciones de violencia sexual y de género. Asimismo, se están instalando tanques de agua y se están realizando reparaciones básicas para garantizar el suministro de agua potable.

Los equipos de protección se están reuniendo con las familias desplazadas que se encuentran en escuelas abarrotadas utilizadas a modo de albergues para comenzar a dar respuesta a sus necesidades. ACNUR está incrementando el número de equipos de protección móviles para llegar hasta aquellas personas que se encuentran tanto en centros colectivos como residiendo con familiares y amigos. Las personas desplazadas se marcharon de sus hogares prácticamente con lo puesto. La mayoría de los colegios en Hasaka se están empleando como albergues para los miles de desplazados, lo que significa que ni los niños y niñas desplazados ni los de la comunidad de acogida asisten a clase, y la probabilidad de que puedan continuar pronto con sus estudios es baja. 

ACNUR, junto con su socio jurídico nacional, la Media Luna Roja Árabe Siria, se encuentra sobre el terreno ofreciendo apoyo legal inmediato para las familias desplazadas. Hasta el momento se ha ofrecido asesoría legal a cientos de personas en los centros colectivos. Esto incluye el registro de los recién nacidos, quienes también han recibido sus certificados de nacimiento.


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