Resumen Latinoamericano •  Internacional •  20/02/2017

Impactos socio-ambientales de los incendios forestales de 2017 en la región del Maule, en Chile

Durante la temporada de incendios de 2016-2017, según datos de CONAF, cerca de 601.517 hectáreas han resultado afectadas, principalmente en la zona centro-sur de Chile. Entre el 18 de enero y el 5 de febrero, 467.000 hectáreas resultaron quemadas. En la región del Maule, la superficie afectada alcanzó las 284.387 hectáreas, en un aumento desmesurado con respecto a temporadas anteriores. Un factor primordial en la rápida propagación de estos incendios por los cerros y valles de la Cordillera de la Costa, son los monocultivos forestales de pino y eucalipto de rápido crecimiento, que mantienen la mayor parte del territorio bajo un alto riesgo de degradación, peligro de incendios y agravamiento de la escasez hídrica derivada del cambio climático global.

Impactos socio-ambientales de los incendios forestales de 2017 en la región del Maule, en Chile

En esta época de la Tierra denominada como “Antropoceno”, la ascensión del capitalismo como sistema de producción global, con sus actividades de extracción y transporte de materias primas, materiales y fabricación de mercancías, ha degradado o modificado severamente casi todos los ecosistemas del planeta. Si la premisa de la edad previa al Antropoceno, desde los inicios del Renacimiento, era la desmesura ante un mundo sin límites naturales, se reconoce que las presiones antropogénicas sobre la biosfera han traspasado catastróficos umbrales que podrían desencadenar cambios ambientales abruptos a escala global, de los que ya podríamos ser testigos. [1]

En Chile, las precipitaciones han decrecido en aproximadamente un 40% durante periodo 1901-2005 mientras estudios indican que la temperatura se ha incrementado sostenidamente cada década en el valle central de Chile y el oeste de los Andes centrales durante la segunda mitad del siglo XX. [2]

Hoy los cambios en el uso del suelo, la fragmentación de los hábitats, son factores destructivos para la biodiversidad y en conjunto con el cambio climático global en curso, pueden potenciarse y acelerar futuras catástrofes.

En la zona centro sur de Chile, la principal variable del uso de los suelos en todos los continentes, es la actividad industrial. La zona que comprende desde la región Metropolitana hasta la Araucanía, es una de las más pobladas del país y ha sufrido drásticas transformaciones ambientales durante su historia reciente. Ciclos de deforestación y monocultivos agrícolas han destruido o dejado en un estado muy fragmentado a los bosques que caracterizaban anteriormente la región. Hoy, una significativa proporción de la zona centro-sur se encuentra ocupada con monocultivos agrícolas o forestales asociados a una amplia gama de problemáticas socio-ambientales. En torno a la zona central y al principal sistema de carreteras del país, predominan los suelos con monocultivos agroindustriales, mientras que en la Cordillera de la Costa, y sectores de precordillera de los Andes, predominan los monocultivos forestales.

Gran parte del territorio utilizado hoy por empresas forestales soportó en el pasado extensas franjas de bosques en la zona centro-sur de Chile. Una significativa parte de ellos comenzó a ser destruida durante la primera etapa de la Colonia española, especialmente para el cultivo de cereales europeos y el monocultivo de trigo, mientras que las zonas que no fueron intervenidas en este periodo, lo fueron durante las últimas tres décadas del siglo XX, en el marco del fomento de la industria forestal, subsidiada por el Estado neoliberal como política de la dictadura de Pinochet.

El reemplazo de la cobertura original boscosa implicó pérdidas graves de suelo, la pérdida de biodiversidad ha propiciado el ataque de distintas plagas sobre los monocultivos, y las alteraciones en el balance hídrico debido al gran consumo de agua por parte de estas plantaciones, ha favorecido las condiciones para que estos territorios corran riesgos serios de incendios forestales de grandes magnitudes y muy difíciles de controlar.

Desde el punto de vista del potencial hídrico, ante el resultado de la comparación del efecto de diferentes coberturas de suelo, tales como monocultivos, pastizales, urbanos en cursos de agua, el consenso es que las áreas forestadas “usan” más agua que los pastizales.

La desecación progresiva de los terrenos, producto de el alto consumo de agua de estos árboles de rápido crecimiento, la alta combustibilidad de las especies usadas en el monocultivo, así como las elevadas densidades y extensas superficies de las plantaciones, son factores que generaron condiciones sumamente favorables para la propagación de este incendio. Las características de los árboles utilizados en el monocultivo es otro factor importante. Mientras los pinos se caracterizan por poseer resinas y compuestos derivados inflamables como la trementina y la colofonia, los eucaliptos contienen metabolitos secundarios como fenoles y mentoles, además de poseer aceites en sus hojas con altas cantidades de terpenos (hidrocarburos, por lo tanto propicios para combustionar) y presentar desprendimiento de trozos de la corteza del tronco. Todos estos factores combinados, son determinantes en la propagación de incendios forestales por extensas zonas geográficas.

Incendio forestal “Las Máquinas” avanzando hacia sectores poblados de la comuna de Constitución

Estado de catástrofe en la Región del Maule por incendios forestales.

Durante el mes de enero de 2017,en la Región del Maule, las elevadas temperaturas, en combinación con ráfagas de viento y extensos parches de plantaciones forestales, propiciaron la propagación de incendios forestales en sectores puntuales que se transformaron en grandes mega-incendios que arrasaron valles, cerros y pueblos completos. La tardía reacción de las autoridades para la movilización de recursos, llevó a la población local a generar cuadrillas y grupos para contener los incendios mediante cortafuegos y contrafuegos.

Mapa: zonas afectadas por los incendios forestales de enero de 2017 en la región del Maule. Para desplegar la información de cada incendio o localidad afectada, hacer click en los elementos del mapa. [Ver mapa en pantalla completa aquí]

La superficie afectada alcanzó las 284.183 hectáreas durante la temporada 2016-107, en un aumento desmesurado con respecto a la temporada anterior de 2015-2016, y al promedio de los últimos 5 años. (Ver gráfico 1).

Gráfico 1. Superficie afectada por los incendios forestales en la región del Maule, por temporada.

Mientras tanto, el número de incendios se ha mantenido relativamente constante, y durante la temporada 2016-2017 se mantuvo por debajo de la temporada anterior y levemente sobre el promedio de los últimos 5 años (Ver gráfico 2).

Gráfico 2. Número de incendios forestales en la región del Maule, por temporada.

Incendio forestal “Las Cardillas” en el límite de las regiones de O’Higgins y el Maule

El día 15 de enero, en medio del incendio forestal “Las Cardillas” en la comuna de Vichuquén, fallecieron los brigadistas de CONAF: Ricardo Salas Martínez, de 42 años, Wilfredo Salgado Donoso, de 35 años y Sergio Faúndez Vergara, de 28 años, todos con domicilio en Talca. Otros cinco brigadistas resultaron lesionados por quemaduras. Una semana después el incendio continuaba con intensidad su avance, fusionándose con el incendio “El Perdigadero” y amenazó directamente a los pueblos de Vichuquén, Hualañé y los sectores La Quirihua, Paula, Idahue y Alto Mirilihua. Otro foco se declaró en el sector “Aquelarre”, amenazando casas del sector Alto del Puerto. (Ver mapa 1)

Mapa 1. Incendios forestales “Las Cardillas” y “Aquelarre” en las comunas de Licantén, Hualañé y Vichuquén. Para desplegar la información de cada incendio o comuna afectada, hacer click en los elementos del mapa.

Otros incendios se declararon y se propagaron rápidamente en la zona. Durante la jornada del viernes 20 de enero, la presidenta Michelle Bachelet decretó Estado de Excepción Constitucional, Estado de Catástrofe y Zona de Catástrofe en las provincias de Colchagua y Cardenal Caro (Región de O’Higgins), en las comunas de Vichuquén, Cauquenes, Licantén y Hualañé y en la comuna de Bulnes en la Región del Bio-Bio.

Ese mismo viernes, los incendios forestales “Coronel de Maule” y “Santa Cruz” alrededor de la comuna de Cauquenes se mantenían activos y amenazaban a la ciudad de Cauquenes (Ver mapa 2)

Mapa 2. Incendios forestales “Coronel de Maule” y “Santa Cruz” en la comuna de Cauquenes. Para desplegar la información de cada incendio o comuna afectada, hacer click en los elementos del mapa.

En la comuna de San Javier, el incendio forestal “La Palmilla” presentaba un rápido avance, arrasando con finalmente con más de 4000 hectáreas de monocultivos forestales, pastizales y matorrales (Ver mapa 3)

Mapa 3. Incendios forestales “La Palmilla” y “Cerro Maule” en las comuna de San Javier y Talca. Para desplegar la información de cada incendio o comuna afectada, hacer click en los elementos del mapa.

Al suroeste, el mega- incendio forestal “Las Máquinas” presentaba un rápido avance y comportamiento extremo, con múltiples focos secundarios, la emanación de pavesas y la alta densidad de los monocultivos. Los fuertes vientos y la topografía irregular de los cerros de la Cordillera de la Costa del Maule dificultaban el combate del incendio, que alcanzó una enorme extensión por más de 180.000 hectáreas, afectando a las comunas de Empedrado, Cauquenes y Constitución (Ver mapa 4).

Mapa 4. Mega-incendio forestal “Las Máquinas” en las comunas de Cauquenes, Empedrado y Constitución. Para desplegar la información de cada incendio, comuna o localidad afectada, hacer click en el mapa.

Monocultivos forestales como fuente de combustible: El avance descontrolado de “Las Máquinas”

Durante la tarde del lunes 23 de enero, el incendio ya amenazaba a los pueblos y alrededores de Empedrado, Sauzal, Nirivilo y Villa Santa Olga. Durante la jornada comenzaron las evacuaciones preventivas.

El martes 24, en la localidad de Sauzal, bomberos, brigadistas y vecinos que no evacuaron, combatían el incendio que finalmente entró al pueblo de Sauzal por una de las esquinas, destruyendo 7 casas del poblado. Durante la jornada del miércoles 25 en un sector cercano a Sauzal, quedó atrapada una unidad de Bomberos que minutos después lograron ser rescatados.

Mega-incendio “Las Máquinas” rodeando el pueblo de Sauzal.

La tarde de ese miércoles, dos adultos mayores fallecieron en el incendio forestal en sector Codellima entre Constitución y San Javier (Región del Maule). Ese mismo día, en la comuna de Constitución, fallecieron los dos carabineros Freddy Fernández Garcés y Mauricio Roca Sepúlveda, que estuvieron desaparecidos durante la tarde del miércoles en el sector de Maquehua de Constitución, siendo encontrados sin vida junto a la radiopatrulla, sin posibilidad aparente de encontrar escape al fuego.

Focos del incendio forestal “Las Máquinas” cerca de sectores poblados en la comuna de Constitución

El incendio forestal “Las Máquinas” avanzó en torno a la ruta entre Constitución y San Javier

La mañana del 25 el poblado de Santa Olga amanecía convertido en cenizas. Entre la niebla que dejó el humo habían más de 1000 casas fueron destruidas por el paso del fuego, dejando una cifra superior a los 6 mil damnificados, tan sólo en esa zona. Este punto fue catalogado como la Zona Cero de la catástrofe, desde donde se aglutinaron los contactos televisivos, y fue paradero obligado para la mayoría de ayuda humanitaria, tanto de instituciones como de particulares.

Ruinas de la localidad de Santa Olga, comuna de Constitución

Para el día 27 de enero, eran más de 10 mil personas trabajaron intensamente para combatir las llamas. Brigadistas de diversos países y recursos aéreos como grandes aviones cisterna a reacción como el 747 Supertanker y el Ilyushin Il-76, además de los Hércules C130 modificados, y helicópteros Sikorsky S-64 Skycrane evidenciaron la escasa preparación de las instituciones estatales, locales y del gobierno para combatir los mega-incendios.

Focos del incendio forestal “Las Máquinas” atravesaron el río Maule y se propagaron hacia el sector de Forel, comuna de Constitución.

Contaminación atmosférica

Las emisiones de humo y ceniza desde incendios forestales contienen material particulado grueso y fino este último (menor a 2,5 micrones) es especialmente tóxico para la salud debido a que puede penetrar profundamente en los tejidos pulmonares, con efectos a largo plazo. Otras particulas finas que pueden causar efectos en la salud, desde simple irritación hasta incrementar el riesgo de cáncer al pulmón incluyen: aldehídos, óxidos de nitrógeno y otros químicos asociados a la formación de lluvia ácida, ozono, hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), metales pesados y monóxido de carbono, entre otros compuestos.

Las emisiones de material particulado y gases como monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno desde incendios forestales juegan un papel importante en la química y la transmisión de radiación en la atmósfera. Debido al viento, que transporta aerosoles y cenizas a gran distancia, las emisiones de incendios forestales afectan no sólo a los alrededores de la zona, sino también influencian la atmósfera de la región. Aunque los mecanismos y el comportamiento de las emisiones desde incendios forestales en la atmósfera aún no se comprenden totalmente, se cree que estos aerosoles pueden subir hasta la tropósfera superior y la baja estratósfera, y podrían interferir en los procesos de las nubes relacionados con las lluvias, contribuyendo a reducir las gotas por nube, alterando la formación de nubes de precipitaciones y pudiendo favorecer localmente las condiciones de escasez hídrica progresiva.

El incendio “Las Máquinas” generó una nube de humo que llegó a cubrir Constitución y gran parte de las otras comunas afectadas.

 

Pyrocumulus o “nubes de fuego” se elevan a varios kilómetros de altura desde el Cerro Name durante el rápido avance del mega-incendio “Las Máquinas” el 23 de enero de 2017.

Consecuencias del incendio en la biodiversidad y subsistencia campesina

El sector Name, cercano a Sauzal y perteneciente a la comuna de Cauquenes, se caracterizaba por ser un remanente de biodiversidad en el secano costero, esto por la existencia de vegetación nativa y el Humedal “Ciénaga del Name”. En este sector aún no hay estimaciones de pérdida de bosque nativo y mortalidad de animales silvestres. Vecinos del sector Name sur indicaron a Resumen que alrededor de 20 casas resultaron destruidas y que bomberos no podía hacer nada para combatir las llamas por falta de agua. El incendio que provenía desde el sector Las Máquinas-Molco, y atravesó las extensos parches de monocultivos forestales, rodeó la Ciénaga del Name y alcanzó el cerro Name por el costado poniente. Un vecino del lugar indicó la zona de la ladera del Name, donde él solía frecuentar los bosques de roble (Nothofagus spp) remanentes del lugar y que ahora fueron destruidos por el incendio.

La ladera sur del Cerro Name perdió toda su vegetación, incluyendo parches de bosques de Roble (Nothofagus spp)

 

Tan solo un pequeño parche de bosque se salvó del incendio, llamando la atención de los vecinos del lugar

 

Devastación causada por mega-incendio “Las Máquinas” en torno a la ladera sur del Cerro Name y la Ciénaga del Name. El incendio se propagó rápidamente desde el sector “Las Máquinas-Molco” hacia el sector Name sur a través de los extensos parches de monocultivos forestales de Pino radiata.

Con posterioridad al incendio, vecinos de la comuna de Cauquenes han reportado desplazamiento de animales sobrevivientes como, zorros que acuden a alimentarse de aves de corral. Además, el número de conejos habría aumentado en este periodo, afectando principalmente plántulas de árboles y huertas.

El rubro de los apicultores de la zona ha resultado severamente perjudicado, pues al quemarse sus terrenos no hay floración suficiente para que las abejas recolecten su miel, lo que generará un menor porcentaje de cosecha del producto para este año y el próximo. Aunque el problema del monocultivo no es nuevo en este rubro, ya que en Chile, los apicultores relacionan la mortandad de millones de abejas con la aplicación de insecticidas sobre las plantaciones forestales.

Pérdida de panales de abejas y alimento para animales en el sector Cerro Pelao de la comuna de Constitución

La responsabilidad de los monocultivos forestales en la catástrofe.

Durante las últimas décadas, la pérdida de bosques nativos y potencial hídrico,  junto a los cambios ambientales en curso, han dejado a la zona centro-sur de Chile en un escenario de alto riesgo de eventos catástroficos que potencien o aceleren la degradación progresiva de los territorios utilizados por rubros extractivistas. En el caso de los mega-incendios de enero de 2017, las zonas más afectadas se ubican principalmente en torno a la Cordillera de la Costa de las regiones de O’Higgins, Maule y Bio-Bio, cuya principal cobertura de suelo son monocultivos forestales de Pino radiata y Eucalyptus globulus. Ambos tipos de monocultivo han sido denunciados en reiteradas oportunidades por su impactos ambientales y sociales. Uno de ellos es el alto riesgo de incendios para la población de múltiples localidades que se ha visto encerradas por estas plantaciones.

Junto a esto, la población denuncia que la fuerte demanda de agua y nutrientes que ejercen las 2,5 millones de hectáreas de monocultivos forestales, propician la escasez hídrica en casi la totalidad de las comunas de la Cordillera de la Costa y del secano costero del centro-sur del país. En este proceso, la pérdida de bosque nativo y el actual ritmo de crecimiento de los monocultivos, podrían incidir directamente en el rendimiento hídrico de los territorios, potenciando un efecto de aridificación, o avance del ecosistema del norte-semiarido hacia la zona centro-sur, como escenario proyectado para las próximas décadas.

Reconstrucciones del bosque y la vegetación en la eco-región de los bosques valdivianos durante los últimos 450 años, han estimado que el bosque nativo cubría un área de 11.3 millones de hectáreas al arribo de los conquistadores españoles en 1550, disminuyendo a 5,7 millones de hectáreas en 2007, lo que representaba un 50.4 % del área original. Los autores concluyen que esta reducción se debe a la conversión de bosques nativos a pastizales, matorrales, tierras agrícolas y, desde 1974, plantaciones de monocultivos forestales de rápido crecimiento. [3]

Un 14.3% de bosques en Maule, 12.6% Bio-Bio y 11.1 %, de la Araucanía fueron convertidas a plantaciones forestales entre 1986 y 2011 (Ver figura 1). Otras estimaciones anteriores indican que entre 1974 y 1992 fueron sustituidas más de 200 mil hectáreas de bosque nativo en Chile; que en las regiones del Maule y del Biobío 48 mil hectáreas de bosque nativo fueron reemplazadas por plantaciones de Pinus radiata durante el período 1978-1987; y que en la Región de los Ríos, el 48.8 % de las plantaciones efectuadas entre 1981 y 1993 (1,902 hectáreas) fueron establecidas sobre áreas anteriormente cubiertas por bosque nativo. [4] En 1992, se estimaba que en Chile anualmente desaparecían 6.195 hectáreas de bosques debido a su sustitución por plantaciones [5]

Figura 1. Mapa de cambios en el uso de suelo en el periodo 1986-2011. Fuente: R. Heilmayr et al., 2016

En 2006, investigadores reportaron para la Cordillera de la Costa, entre los ríos Maule y Cobquecura, la pérdida de 80 mil hectáreas de bosque nativo que durante los años 1975 y 2000, las que fueron reemplazadas por plantaciones forestales. (Ver figura 2). En 2016, un estudio analizó un total de nueve registros de los cambios de uso de suelo en un 36,5% de la zona centro-sur de Chile, y reportó la pérdida de 19% de bosque nativo (782.120 hectáreas) entre 1973 y 2011. La mas alta pérdida neta de bosques fue observada en el periodo 1970-1990. Esta tendencia decreció en el periodo 1990-2000 y se elevó nuevamente en el periodo 2000-2010. [6]

Figura 2. Cambios en la cobertura se suelo entre el río Maule y Cobquecura durante los años 1975, 1990 y 2000. Fuente: C. Echeverria et al., 2006

Actualmente, las áreas de bosque nativo remanentes a la conversión a matorrales o plantaciones forestales, se encuentran ubicadas en sectores de difícil acceso, fuertes pendientes, altitudes por sobre los 800 metros, o al interior de la escasa superficie de áreas silvestres protegidas por el Estado. Muchas de estas zonas en la Cordillera de la Costa del Maule fueron arrasadas con los incendios forestales de enero de 2017.

La población local de las zonas afectadas por incendios forestales denuncia que la escasez hídrica que impera en la zona durante los veranos, es un factor importante que agrava las condiciones para los incendios, y responsabilizan por ello a la la presencia masiva de plantaciones forestales de rápido crecimiento de Pinus radiata y Eucaliptus sp.

Estudios confirman, tal como en diferentes regiones del mundo, que en pequeñas cuencas hidrográficas las plantaciones forestales de rápido crecimiento reducen el potencial hídrico. En la cuenca del río Purapel, donde se había reportado una declinación en la cubierta forestal nativa desde un 52.3% a un 14.2% en las últimas décadas; y donde el porcentaje de área cubierta por plantaciones forestales de Pinus radiata se incrementó desde 12% a 55% (Ver figura 3) se ha reportado un decrecimiento en la tendencia de los caudales de verano. Se estima que el decrecimiento en el caudal alcanza valores desde 13.1mm/verano en el periodo 1981-1990 a 7.5mm/verano en el periodo 1991-2000 para la cuenca del Purapel. Por otra parte el decrecimiento en El Arrayán en Cauquenes va desde 7.3 a 5mm/verano para Cauquenes, referido a los mismos periodos anteriores. [7]

Área total el kilómetros cuadrados y porcentaje de los diferentes usos de suelo y clases de cobertura en las cuencas hidrográficas del Purapel en Nirivilo y El Arrayán en Cauquenes entre los periodos 1975-1990 y 2000. Fuente: C. Little et al. 2009

Estos patrones son interpretados como una evidencia del cambio en el régimen hidrológico en estas cuencas hacia un menor rendimiento hídrico, como consecuencia del cambio de uso de suelo hacia cobertura forestal de rápido crecimiento con pinos y eucaliptos.

Esta disminución en el potencial hídrico de los territorios ha resultado catastrófica en el caso de la cuenca del río Purapel y otros sectores aledaños. La utilización del territorio con monocultivos altamente demandantes de agua y recursos, en un contexto de escasez hídrica prolongada a causa del cambio climático antropogénico, es un factor primordial que incide en el grado de destrucción y la voracidad de los incendios forestales.

Además, es probable, que la degradación del suelo provocada por las periódicas talas rasas de monocultivos, las emisiones de CO2 de los incendios forestales,  las poco estudiadas consecuencias de la contaminación de ríos y zonas costeras a causa de la industria de celulosa y sus propias emisiones de gases invernadero, en conjunto con el sistema de transporte, distribución y consumo de papel a nivel global, contribuyan a potenciar tanto los efectos del cambio climático en los territorios, como la degradación directa de estos bajo uso extractivista.

Referencias.

[1] Rockström et al., Planetary Boundaries: Exploring the safe operating space for humanity. Ecology and Society, In Press 14th September 2009. [Disponible en: http://ced.agro.uba.ar/gran-chaco/sites/default/files/pdf/sem6/Rockstorm%20et%20al%202009.pdf]

[2] Trenberth, K.E., Jones, P.D., Ambenje, P., Bojariu, R., Easterling, D., Klein Tank, A., Parker, D., Rahimzadeh, F., Renwick, J.A., Rusticucci, M., Soden, B., Zhai, P., 2007.Observations: surface and atmospheric climate change. In: Solomon, S., Qin, D.,
Manning, M., Chen, Z., Marquis, M., Averyt, K.B., Tignor, M., Miller, H.L. (Eds.), Climate Change 2007: The Physical Science Basis. Contribution of Working Group I to the Fourth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change. Cambridge University Press, Cambridge, United Kingdom and New York, NY, USA.. [Disponible en parte en: https://www.ipcc.ch/pdf/assessment-report/ar4/wg1/ar4-wg1-chapter3.pdf ]

[3] Lara et al., 2012. Reconstrucción de la cobertura de la vegetación y uso del suelo hacia 1550 y sus cambios a 2007 en la ecorregión de los bosques valdivianos lluviosos de Chile (35o – 43o 30 ́ S). BOSQUE 33(1): 13-23, 2012 DOI: 10.4067/S0717-92002012000100002. [Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717-92002012000100002&script=sci_abstract]

[4] Aguayo et al., 2009. Cambio del uso del suelo en el centro sur de Chile a fines del siglo XX. Entendiendo la dinámica espacial y temporal del paisaje. Rev. chil. hist. nat. v.82 n.3 Santiago. [Disponible en http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext pid=S0716-078X2009000300004]

[5] Papel del Sur. Ricardo Carrere. El Papel del Sur: plantaciones forestales en la estrategia papelera internacional. [Disponible en: http://wrm.org.uy/es/files/2013/04/El_papel_del_Sur.pdf]

[6] Miranda et al., 2016. Native forest loss in the Chilean biodiversity hotspot: revealing the evidence. Reg Environ Change DOI 10.1007/s10113-016-1010-7. dx.doi.org/10.4067/S0716-078X2009000300004. [Disponible en http://www.forestal.uach.cl/manejador/resources/mirandaetal2016nativeforestlosschile.pdf]

[7] Little, C., et al. Revealing the impact of forest exotic plantations on water yield in large scale watersheds in South-Central Chile. J. Hydrol. (2009), doi: 10.1016/j.jhydrol.2009.06.011. [Disponible en: http://sci-hub.bz/10.1016/j.jhydrol.2009.06.011]

 


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