Haití: Alianza por la Solidaridad denuncia dificultades para hacer llegar la ayuda a todas las personas afectadas

A pesar de la llegada de ayuda humanitaria y el apoyo inmediato a la población afectada, la crisis humanitaria en Haití continúa un mes después del terremoto que sacudió Haití el pasado 14 de agosto. Aproximadamente 2 millones de personas han estado expuestas a las 900 réplicas que se han registrado hasta el momento, de las cuáles casi un 50% han sido de magnitud superior a 3 en la escala Richter.

Según la Organización Panamericana de la Salud, las personas fallecidas superan las 2.200, hay más de 12.700 personas heridas y unas 26.000 desplazadas. Además, al menos 62 infraestructuras sanitarias están seriamente dañadas.

Alianza por la Solidaridad-ActionAid pide más apoyo para continuar con la atención a las familias afectadas, no solo por el terremoto, sino también por la inseguridad alimentaria que afecta al 46% de la población del país caribeño. En las últimas semanas, la situación se ha complicado debido a la inestabilidad y la violencia ejercida por las bandas organizadas, que impiden la llegada de bienes básicos para el funcionamiento y la entrega de la ayuda. “La semana pasada las bandas han impedido la entrada en Puerto Príncipe de barcos con combustible. Lo cual impide el apoyo a la población afectada, especialmente teniendo en cuenta que el país apenas tiene unas horas de electricidad al día y que todo el mundo opera con generadores de gasolina, incluyendo hospitales, colegios, oficinas, etc” ha declarado Florentine David, coordinadora de proyectos humanitarios de la organización.

En los últimos meses, Haití había sufrido un aumento exponencial de secuestros exprés de personas civiles y profesionales de la salud, los medios, etc, sobre todo en la capital. Si bien en verano existió un periodo de tregua, esta práctica se ha vuelto a poner en evidencia tras el terremoto.  En apenas unas semanas han secuestrado a representantes de las instituciones públicas de diversos departamentos del país. Hasta el momento, no se ha producido ningún secuestro de personal humanitario, pero existe el riesgo de que este colectivo pueda ser también un objetivo para estas mafias.

La ONG mantiene abierta una campaña de recaudación de fondos para atender a casi 45.000 personas que necesitan apoyo alimentario, refugio y artículos de primera necesidad de manera urgente. Hasta el momento, ya se ha atendido a más de 7300 familias que han recibido apoyo en el marco de nuevas acciones. La cifra se incrementará en más de 1.900 en las próximas semanas con nuevos repartos.