Redacción •  Internacional •  04/02/2018

ACNUR presenta el primer borrador para el nuevo Pacto Mundial sobre Refugiados

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, presentó hoy un “borrador cero” del Pacto Mundial sobre Refugiados de cara a las discusiones formales con los Estados Miembros de la ONU que comenzarán el 13 de febrero.

ACNUR presenta el primer borrador para el nuevo Pacto Mundial sobre Refugiados

El Pacto busca transformar la manera en la que la comunidad internacional da respuesta a las crisis de refugiados, en un contexto en el que el número de personas forzadas a abandonar sus hogares no deja de crecer.

Su diseño busca abordar los vacíos del sistema internacional de protección de personas refugiadas, apoyando a los países y a las comunidades de acogida de manera más previsible e igualitaria.

“Ante un nivel de desplazamiento forzado sin precedentes, es necesario un nuevo acuerdo sobre la gestión global de las crisis de refugiados”, explicó el Alto Comisionado Adjunto de Protección de ACNUR, Volker Türk.

“El pacto da cuerpo a un nuevo enfoque por el que los principales países de acogida –por lo general situados entre los más pobres del mundo- recibirán el apoyo robusto y continuado que necesitan, y en el que los refugiados podrán contribuir con las comunidades donde viven y trabajar en pro de su propio futuro”.

El 19 de septiembre de 2016, la Asamblea General de Naciones Unidas encargó a ACNUR la labor de desarrollar el Pacto Mundial Sobre Refugiados e Inmigrantes en la histórica Declaración de Nueva York, en la que 193 gobiernos se comprometieron a forjar un sistema global más justo.

El pacto espera integrar a un espectro más amplio de actores relevantes en la respuesta humanitaria a las crisis de refugiados, incluyendo al sector privado, a las agencias de desarrollo, las instituciones financieras y los propios refugiados.

Supone un cambio frente a paradigmas anteriores, en los que los refugiados reciben de manera paralela los servicios públicos en los campos donde habitan, apostando en su lugar por invertir en los sistemas nacionales de salud y educación para que las comunidades de acogida puedan beneficiarse de ello también. Se asienta sobre el reconocimiento de que los refugiados que pueden seguir aprendiendo y desarrollando habilidades, y sustentando a su familia, aún en el exilio, son más capaces de reconstruir sus vidas o de retornar al hogar cuando las condiciones lo permitan.

El borrador incluye el Marco Integral de Respuesta para los Refugiados (CRRF, por sus siglas en inglés), detallado en el Anexo 1 de la Declaración de Nueva York, y un programa de acciones para ayudar a convertir las políticas en acciones concretas.

Con esto se busca mejorar, por ejemplo, el acceso de los refugiados a la educación, medios de autosustento, sistemas civiles de registro, servicios financieros y a Internet, al tiempo que se impulse la inversión privada y la financiación al desarrollo en áreas de acogida. El “borrador cero” ha sido elaborado a partir de una serie de debates que tuvieron lugar en la segunda mitad de 2017, y por la aplicación del CRRF en diversos países y situaciones.

El borrador sobre el pacto será ahora debatido en una serie de diálogos formales con los Estados Miembros de la ONU, en el Palacio de las Naciones, en Ginebra (Suiza), entre febrero y julio de este año. Las ONG y otros actores relevantes tendrán estatus de observadores del proceso. El resultado, se espera, será un documento no vinculante que refleje el consenso entre los Estados Miembros de la ONU. El Alto Comisionado para los Refugiados presentará una propuesta de pacto en borrador a la Asamblea General de Naciones Unidas en un informe a finales de año.


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