Prensa Latina •  Internacional •  01/11/2022

Casos de desnutrición infantil aumentan en Afganistán

  • Los casos de desnutrición infantil aumentaron este año casi un 50 por ciento en Afganistán, mientras el hambre alcanza hoy niveles récord en el país centroasiático devastado por la guerra.
Casos de desnutrición infantil aumentan en Afganistán

El número de niños peligrosamente desnutridos admitidos en las clínicas móviles de salud de la organización Save the Children en Afganistán subió un 47 por ciento desde enero de este año, y algunos bebés mueren antes de lograr recibir algún tratamiento, dijo la entidad benéfica al portal Ariana News.

La demanda de servicios de tratamiento de la malnutrición creció en los últimos meses mientras las familias luchan frente a la peor crisis de hambre registrada en Afganistán.

Si en enero los equipos sanitarios móviles de Save the Children admitieron a unos dos mil 500 niños desnutridos para su tratamiento, en septiembre esa cifra se disparó a cuatro mil 270 pequeños, según datos recién publicados.

El director de Save the Children en Afganistán, Chris Nyamandi, declaró que las organizaciones humanitarias están al límite de sus posibilidades para evitar que los chicos mueran de hambre en el país. «Con tantos niños que enfrentan niveles de hambre que amenazan su vida, simplemente no tenemos los recursos para salvarlos a todos», subrayó Nyamandi.

Las organizaciones humanitarias llevan más de un año dando la voz de alarma sobre Afganistán y los expertos esperaban ver un descenso de los niveles de hambre en Afganistán durante la reciente temporada de cosechas de verano.

Sin embargo, la actual sequía provocó el fracaso de los cultivos y las cosechas fueron mucho menores de lo normal, lo cual obligó a muchas familias rurales a vender tierras y ganado para comprar alimentos para sus hijos.

El otro gran motor de la crisis alimentaria -el colapso de la economía del país- hace que el desempleo, la pobreza y los precios de los alimentos suban, por lo cual muchas familias sobreviven sólo con pan y agua durante semanas.

Aunque las organizaciones humanitarias proporcionaron grandes cantidades de alimentos para salvar vidas las necesidades son tan elevadas que la mitad de la población afgana se enfrenta al hambre extrema, con seis millones de niños y adultos -casi la octava parte de la población- a un paso de la hambruna.

Los médicos de Save the Children afirman que están desbordados de niños desnutridos, sobre todo niñas.

Afganistán presenta peores condiciones económicas, sociales y sanitarias desde la invasión militar de Estados Unidos en 2001 con el pretexto de luchar contra el terrorismo, pero al costo de dos billones de dólares del contribuyente según la Universidad Brown, miles de civiles muertos y millones de refugiados y desplazados internos.


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