Redacción •  Soft •  03/10/2018

Tener una página web de calidad y perfectamente optimizada ya no es una posibilidad, sino una obligación

Atrás han quedado los días en que esto era algo provechoso aunque no indispensable, pues en la actualidad nuestro negocio carecerá de un marketing completo a no ser que contemos con una web de optimización profesional.

Tener una página web de calidad y perfectamente optimizada ya no es una posibilidad, sino una obligación

El diseño y posicionamiento web, una artesanía en sí mismo

En caso de que pienses que estamos exagerando, te aseguramos que no es así. La complejidad de este conjunto de tareas ha crecido hasta tal punto que podemos considerarlo una disciplina profesional completa, con un sinfín de aspectos a tener en cuenta y habilidades que perfeccionar y poner en práctica en pos de obtener unos resultados ya no excelentes, sino incluso tan siquiera óptimos.

Es por ello que ya no podemos pretender ocuparnos por nuestra cuenta o dejarlo en manos de alguien que “se maneja con ordenadores”. Al contrario, solo un diseñador web especializado cuenta con la capacitación necesaria para mantener la vista sobre todos los aspectos a tener en cuenta a la hora de diseñar una página que de verdad alcance los cada vez más exigentes estándares de calidad que posee el sector del marketing online.

Si eres de los que todavía tienen dudas al respecto, nuestra recomendación es que no te limites a creer en las palabras a favor o en contra de esta idea, sino que visites blogs y páginas relacionados con el diseño profesional de páginas web y con técnicas de posicionamiento SEO para hacerte una idea de la enorme cantidad de dimensiones que se ven comprendidas dentro de estas tareas. Estamos seguros de que no tardaras en coincidir con nosotros en la necesidad de confiar en un profesional cualificado a la hora de atender una necesidad tan determinante para cualquier tipo de negocio.

La realidad en que vivimos hoy en día

Algo que caracteriza a las nuevas tecnologías, así como al estilo de vida actual que estas han ayudado a implementar, es la velocidad. En ocasiones esto puede considerarse positivo, mientras que en otras puede resultar negativo, pero esa dualidad no es el tema que nos interesa en estos momentos. La cuestión es que la tecnología no solo es fruto de una revolución en la que aún estamos inmersos, sino que conforma un estado permanente de progreso y revolución como jamás se ha producido antes.

Esto supone que no haya un instante de respiro, puesto que el avance no se detiene ni tan siquiera se frena, llevando las exigencias de adaptabilidad que siempre han existido a cotas nunca vistas. No es cuestión de que nos adaptemos a un cambio en el medio donde operamos, sino que dicho medio tiene al cambio como una constante intrínseca.

Así pues, ser adaptable en todo momento se ha vuelto indispensable para sobrevivir en la carrera interminable en que se han convertido la totalidad de sectores empresariales, sin importar nuestro tipo de negocio. El clásico mantra de renovarse o morir, llevado al límite.

La especialización, respuesta lógica a esta realidad

Ahora que apenas quedan grupos poblaciones que experimenten una separación parcial (puesto que ninguno está ya totalmente apartado) de la red, el marketing online ya no es una alternativa complementaria al marketing tradicional. Ahora es tan importante como este, cuando no más, en función del sector.

Por consiguiente, los profesionales que se centran en las particularidades del mismo han visto crecer su reconocimiento de forma vertiginosa. Y entre ellos, destacan quienes reconocen que la estructura a partir de la cual se desarrolla una sólida presencia online es la misma página web del negocio o marca en cuestión.

Teniendo todo esto en cuenta, resulta sencillo comprender que muchas empresas de marketing general estén tratando de adaptarse a los nuevos tiempos y reconvertirse o ampliar su campo de especialización para dispensar servicios en lo que al marketing online se refiere. Algunas lo están consiguiendo, aunque otras se topan con dificultades para exhibir esa adaptabilidad que las circunstancias reclaman. Y tristemente ya sabemos lo que esto supone.

También hemos de considerar, como clientes, que cuando un sector ve su demanda crecer tanto, enseguida surgen estafadores o presuntos profesionales que fingen (o creen) estar a la altura de los mejores especialistas sin que esto sea cierto. Por este motivo, saber elegir con cabeza a quién contratamos es tan importante como saber admitir la necesidad de hacerlo.

Para ello, hay que recabar información de aquellas agencias que capten nuestro interés y comprobar su trayectoria, reputación, técnicas y predicciones de resultados antes de escogerlas. Si nos garantizan unos resultados que parezcan de cuento de hadas, probablemente lo serán. Pero si son realistas, saben lo que hacen y se muestran sinceros con nosotros, habremos dado con los profesionales correctos.