Redacción •  Vivienda •  05/02/2019

La especulación inmobiliaria echa a vecinas de Puente de Vallecas mientras la Iglesia se lava las manos

El próximo 7 de febrero se perpetrará otra intentona de desahucio contra Nancy por parte de la parroquia San Ramón Nonato y la inmobiliaria RED FINCA, en la calle Juan Navarro nº 27 del distrito Puente de Vallecas, a las 8 de la mañana

La especulación inmobiliaria echa a vecinas de Puente de Vallecas mientras la Iglesia se lava las manos
Comunicado PAH Vallekas
 
El pasado 9 de enero conseguimos parar por un mes el desahucio de nuestra vecina Nancy, en la calle Juan Navarro nº 27 del distrito Puente de Vallecas, por lo que este jueves 7 de febrero a las 8 am nos enfrentamos a la misma situación. Hace más de cuatro años que Nancy, y su hija de 6 años, consiguieron su actual vivienda por intermediación de la parroquia de San Ramón Nonato. Pagó un alquiler hasta que dejó de disponer de los ingresos de la renta mínima. Pero una vez que se le concedió de nuevo una renta mínima de 530 euros, volvió a pagar 370 euros euros de alquiler. Con estas cifras era imposible comer y cubrir sus gastos. Siempre que pudo, quiso ponerse al día de los impagos aportando cada mes una cantidad de 70 euros; pero a día de hoy le reclaman una deuda de 2.400 euros que no reconoce como suya y puede demostrar que no debe esa cantidad. 
 
La gestión del edificio está en manos de la mismísima parroquia de San Ramón Nonato aunque la inmobiliaria RED FINCA también participa en la gestión. En la orden de lanzamiento figura como denunciante María Teresa Frutos. Los vecinos y vecinas también hablan de una monja de nombre Sara y de un cura que siempre acompañan a la Comisión Judicial a la hora de producirse los desahucios. Y hemos averiguado que el edificio completo ha sido vendido el 31 de enero a AFFLUX PROPERTU, S.L. Sus ocupantes se encuentran en exclusión social, algunos pueden pagar y otros no, pero ya hemos evidenciado varios desahucios en el edificio. 
 
Actualmente, la Parroquia de San Ramón Nonato sigue llevando la intermediación con la propiedad y con nuestra compañera. Hemos querido documentar qué ha sucedido en el edificio por eso hablamos con Mar que se enfrentó sola a su desahucio, sin ningún apoyo ni solución habitacional por parte de la administración pública, ni piedad por parte de la parroquia San Ramón Nonato que la desahució en enero pasado. A día de hoy, se encuentra alojada en casa de un familiar: es una solución temporal, y necesita encontrar nuevo alojamiento pronto. Es madre separada con su hijo a cargo, trabaja como empleada de hogar, cobra un sueldo de 600 euros al mes y con estos ingresos no puede hacer frente a un alquiler en el mercado de precios inflados por la burbuja. Ha solicitado vivienda pública y ayuda a servicios sociales, pero no se le ha dado ninguna solución. 
 
Mar, al igual que Nancy, llegó a la casa por intermediación de Cáritas: Cáritas contactó con la parroquia y le buscó el domicilio. Cuando entró a vivir eran 3 personas: ella, su hijo, y el que entonces era su pareja, a cuyo nombre se hizo el contrato de alquiler. Pero la pareja se marchó y Mar se quedó sola con su hijo. Ella no aparece en el contrato de arrendamiento, y sufre una situación con rasgo de género en la que no se le otorga legitimidad sobre la vivienda aún sabiendo que su ex pareja le ha dejado en desamparo al no facilitar el arreglo de la situación contractual al marcharse.
 
Mar nos cuenta que sufrió acoso por parte del personal de la parroquia San Ramón Nonato, en particular por parte del párroco y la monja Sara. Relata que cortaron la luz y el agua de su vivienda, y llegaron a manipular su cerradura para que no pudiera entrar en su casa. Además borraron su inscripción de todas las listas de ayuda de alimentos de la parroquia y la advirtieron de que podrían incluir su nombre en una «lista negra» para que ninguna iglesia ni Cáritas les ayudara.
 
Como le ocurrió a Nancy, los desahucios en este edificio se han producido sin información a las personas que vivían allí, que no sabían ni que tenían una orden de desahucio. Nancy se enteró acudiendo al juzgado. El resto de los vecinos no entienden lo que ocurre, tienen miedo, no tienen dónde ir. 
 
Nancy no tiene forma de encontrar vivienda en el saturado mercado de alquiler por no disponer de ingresos ni de estabilidad laboral para firmar uncontrato, uno de esos en los que se exigen cada vez más comprobantes: nóminas, fianzas, avales… A Nancy no se le ha ofrecido ninguna solución digna por parte de las instituciones públicas: el Ayuntamiento y los Servicios Sociales se han puesto en contacto con ella solo para intentar maquillar este desahucio dándole una falsa alternativa en un piso compartido de madres solteras para 6 meses, dentro de un programa gestionado por la inmobiliaria Provivienda. Nuestra experiencia nos advierte que si Nancy aceptase este acuerdo, a los 6 meses no tendría ni siquiera la vivienda en precario por la que lucha en la actualidad.
 
Denunciamos de nuevo, como ya hicimos el mes pasado, que la Parroquia de San Ramón Nonato –a pesar de su fama como organización humanitaria– también desahucia. 
 
Estamos hartos de que expulsen a nuestras familias, a nuestros hijos, el futuro de todos y todas. Desde la PAH pedimos vuestro apoyo para poder aplazar el desahucio de Nancy, mientras las instituciones como el Ayuntamiento o la Comunidad de Madrid dan una #SoluciónParaNancy.
 
PAH Vallekas somos un grupo de vecinas del barrio, Puente y Villa de Vallecas, que nos organizamos desde 2014 para defender el derecho a una vivienda digna para todas. En ese “defender el derecho a una vivienda digna” entra parar desahucios pero lo más importante es que negociamos deudas ilegítimas, alquileres sociales, mediamos con caseros y sobre todo denunciamos la especulación inmobiliaria, que ahora en el barrio empieza a ser un problema grave. Y en esa denuncia caben también los suministros básicos, acceso al agua y a la luz y lucha contra el racismo institucional. Todo desde el criterio de asesoramiento colectivo y el apoyo mutuo. Yo te ayudo, tú me ayudas. Y si esto no es suficiente, recuperamos viviendas con la Obra Social PAH: porque si la deuda de los bancos la pagamos entre todas, pues sus casas también las repartimos entre todas.
 
Actualización (7 febrero)
 
La Parroquia de San Ramón Nonato – Puente de Vallecas nos ha hecho llegar estas puntualizaciones sobre su punto de vista;
 
1. La parroquia de San Ramón Nonato, como toda la Iglesia, lamenta profundamente los problemas de vivienda de personas vulnerables y pide a la Administración esfuerzos para solucionarlos.
 
2. En situaciones de dificultad, la parroquia acompaña a las personas afectadas en la medida de sus posibilidades, con orientación, ayudas temporales al alquiler y acceso a alimentos tanto a través de Cáritas parroquial como de nuestro comedor, pero nunca ha ejercido de intermediaria en la búsqueda de pisos ni gestiona ningún edificio.
 
3. En estos momentos, repartimos alimentos a casi 300 familias semanalmente. Los requisitos  para recibirlos son a) vivir en los límites parroquiales, y b) no superar los ingresos estipulados ni recibir ayudas de otras Cáritas parroquiales.
 
4. Los voluntarios tratan a las personas que se acercan a la parroquia con la máxima delicadeza y bajo la más estricta confidencialidad.
 
5. Una de las afectadas a las que cita esta noticia ya residía en la vivienda cuando acudió por primera vez a la parroquia.

 


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