César Pérez Navarro •  Actualidad •  31/05/2018

La moción de censura gana fuerza: Rajoy y su «organización criminal» más cerca del desahucio del Gobierno

Pedro Sánchez mantendrá los presupuestos pactados por el PP y el PNV la semana pasada en el Congreso de los Diputados, a pesar de que el PSOE votó en contra de los mismos. Era una cuestión estratégica para conseguir el apoyo del PNV a la moción de censura y garantizar el desalojo del Gobierno Rajoy.

Otros gestos hacia el PNV están en el debate terrorial: Pedro Sánchez mantendrá la "lealtad" del Estado para no hacer del debate territorial un motivo de enfrentamiento "sin poner el acento en lo que nos separa", y restablecerá "los puentes" con todas y cada una de las comunidades autónomas e iniciará "el diálogo entre el Gobierno de España y el nuevo Govern de la Generalitat de Catalunya así como con el Gobierno Vasco". 

Mariano Rajoy se presenta a su destitución continuando la estrategia de comunicación dictada desde sus relaciones públicas a todo su gabinete desde hace años, con formas arrogantes, sin autocrítica y mintiendo repetidamente, en particular, en todo lo relativo a la corrupción y la reciente sentencia sobre la Gürtel.

La moción de censura gana fuerza: Rajoy y su «organización criminal» más cerca del desahucio del Gobierno

Entre las cuestiones sorprendentes del debate de la moción de censura de esta mañana, hay que señalar en primer lugar la oferta de «dimisión» que el líder del PSOE ha enviado a Mariano Rajoy como única forma de evitar su cese: «Dimita y todo terminará«. La otra manera de asumir la presidencia si logra el apoyo de Unidos Podemos, Compromís, ERC, PdeCat, Bildu y PNV es hacer suyos los presupuestos pactados por PP y PNV, ante los cuales se posicionó en contra en su día. Por lo demás, tras la intervención floja de Ábalos y las respuestas agresivas de un Rajoy que podría concluir la legislatura con su sello personal, el cinismo y la falsedad, Pedro Sánchez ha mantenido un estilo muy correcto teniendo en cuenta a quien se dirige y cuáles son las circunstancias que fuerzan esta moción de censura: «no espere por mi parte, señor Rajoy, ningún insulto en el debate».

Entre las mentiras habituales de Mariano Rajoy sobre la corrupción de su partido y la primera sentencia judicial del caso Gürtel, cabe destacar que incida en que el PP «no fue condenado penalmente» a sabiendas de que los delitos en esas fechas no podían conllevar esa condena contra los partidos políticos; que el PP no conocía la trama de comisiones ilegales a cambio de obra pública, cuando la sentencia dice textualmente que «los responsables del Partido Popular sabían cómo se financiaban las elecciones»; que circunscriba la corrupción a los ayuntamientos de Majadahonda y Pozuelo, cuando afecta a varias comunidades autónomas con diversos cargos autonómicos del PP ya condenados; que los hechos ocurrieron hace 15 años, cuando la contabilidad «B» y comisiones se extienden como mínimo entre 1998 y 2008, es decir, durante 20 años al menos, con M. Rajoy en los papeles de Bárcenas y un cobro personal de 373.000 euros en dinero negro; y que la corrupción sea una lacra generalizada en el Estado español, y «no conozca barrios, banderas y doctrinas», cuando el coste de la corrupción en España se atribuye en un 86% al PP, y afecta a determinados lugares, más de la mitad gobernados por el PP.

Aparte de utilizar falsedades repetidamente sobre la corrupción sin mencionar en ningún momento la palabra Gürtel, como ya hiciera con su ex-tesorero, Rajoy ha recurrido a otras maneras como el ataque al adversario, mencionando que Sánchez no cuenta con el apoyo ciudadano y solo quiere llegar a la Moncloa sin pasar por las urnas, o el caso ERE en Andalucía, por el que ya dimitieron dos presidentes de la Junta pero que aún no cuenta con sentencia judicial: «como usted sabe muy bien, porque la tiene muy cerca, corrupción hay en todas partes […] para venir a dar lecciones hay que estar en condiciones de darlas». Se ha asistido a un debate estéril sobre si el «PP es un partido corrupto», aspecto que Rajoy negó y Sánchez respondió acertadamente atribuyendo la corrupción a los dirigentes del PP y calificando a los militantes casi como si fuesen víctimas de la misma.

Otros ataques de Rajoy trataron de desviar las razones claras de la moción, su corrupción y la de su partido: “el PSOE solo tiene una idea, hacer presidente a Sánchez, pero no explica ni con quién va a Gobernar, ni con qué programa ni por cuánto tiempo”, ha afirmado tras considerar como “temeraria” la moción de Sánchez y afirmar que el líder socialista es “consciente de que jamás va a llegar a gobernar a través de las urnas”.

También minando la credibilidad de Sánchez para asumir la presidencia con el punto flaco de tragarse los presupuestos del PP por exigencia del PNV, o las contradicciones respecto a Cataluña.

Rajoy a abandonado el Congreso visiblemente indignado antes de que Ana Mato señalase el fin de la jornada matinal tras los últimos gestos amables de Sánchez, que seguía sin entrar al trapo.

Rafael Hernando ha negado que Rajoy vaya a dimitir ante los medios y a la salida del hemiciclo, y ha cumplido con su papel habitual: «la moción no tiene pies ni cabeza, es un fraude a la democracia y a las urnas».

Por su parte, la portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero, ha declarado a la salida del debate confirmando la posibilidad real de sacar al PP y a Mariano Rajoy del Gobierno y dirigiendo algunas críticas hacia el discurso de Sánchez: «La semilla que sembramos justo ahora hace un año florece hoy y parece que entre hoy y mañana va a ser posible sacar al PP del Gobierno […] Nos esperábamos un discurso con un proyecto de cambio, se ha limitado a unos PGE que hasta ahora se han opuesto. Lo ha hecho, entendemos, para asegurar el voto del PNV, y tenemos la sensación de que estaba más preocupado de esos votos que de hablarle a España».

El PNV anunciará su voto durante su intervención en el debate, cuando su portavoz en el Congreso suba al estrado esta tarde. Hacia las 15 horas se reanuda el debate.

El diagnóstico de los periódicos propiedad de grandes grupos de comunicación privados tampoco sorprende. Cualquier debate en el Congreso se infantiliza como una cuestión de ganadores y perdedores en algunos titulares; Así, La Vanguardia dice que «Rajoy vapulea a Sánchez en un último intento de salvar los muebles y quedarse en Moncloa«; o ABC, «Rajoy logra arrinconar a Sánchez al dejar en evidencia su palabra pero no le resta apoyos; Otros, como El País, El Mundo, o La Razón, inciden en el punto más flaco de Sánchez, que se salvarán los presupuestos del PP en todo caso. «Pedro Sánchez promete ahora mantener el Presupuesto y ofrece diálogo a Cataluña» (El Mundo)Sánchez anuncia que respetará los Presupuestos de Rajoy si gana la moción» (El País), o «Sánchez: Gobernaré con los presupuestos del Gobierno de Rajoy» (La Razón). ABC prefiere el suspense en una decisión que ya pocos cuestionan: «El PNV anunciará esta tarde su voto y el destino de Rajoy: atentos al discurso«.

Si el PNV anuncia su voto a favor de la moción y las cuentas dan la mayoría absoluta a favor de esta, en el Gobierno se trabaja ya en una salida que permita la continuidad, aunque de modo transitorio, del Ejecutivo hasta unas futuras elecciones, según publica El Independiente. La sorpresiva petición reiterada de dimisión por parte de Pedro Sánchez tendría todo el sentido en esta tesitura. Mariano Rajoy podría anunciar su dimisión antes de la votación de mañana en una tercera vía para prolongar unos meses al PP en el poder bajo el Gobierno de la vicepresidenta, Soraya Sáez de Santamaría, que convocaría elecciones en pocos meses y evitaría un ejecutivo de un año de duración del PSOE con apoyo de Unidos Podemos.


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