Redacción •  Actualidad •  29/11/2018

Dos años ha tardado el Ayuntamiento de Almendralejo en responder al Defensor del Pueblo

El Defensor del Pueblo ha podido comprobar que es casi imposible obtener información del ayuntamiento de Almendralejo, a pesar de que existen normas que obligan a proporcionarla en el plazo máximo de un mes. Han sido necesarios tres escritos y una llamada telefónica del Defensor del Pueblo para que el Ayuntamiento responda dos años después del primer escrito. A esto se añade que la respuesta, más que facilitar información, pone de manifiesto la dejadez e incompetencia de los gobernantes para resolver los problemas de contaminación que sufre el municipio desde hace décadas.

Dos años ha tardado el Ayuntamiento de Almendralejo en responder al Defensor del Pueblo

Comunicado

El alto comisionado de la Cortes Generales muestra su insatisfacción con el informe recibido del Ayuntamiento, y señala “[…] Sin embargo, no da respuesta con el suficiente nivel de detalle a las cuestiones suscitadas por el Defensor del Pueblo, pese al tiempo transcurrido (casi dos años) desde que se solicitó el nuevo informe.”

En otro párrafo el Defensor del Pueblo manifiesta: “[…] esta institución ha tenido conocimiento por diferentes medios de comunicación que en el año 2018 la situación del arroyo de las Picadas ha vuelto a ser insalubre por presuntos vertidos irregulares, que han generado malos olores y proliferación de plagas. Por lo tanto, parece necesario que el Ayuntamiento siga actuando en la zona afectada y sus servicios técnicos emitan un informe sobre el estado del citado arroyo y el origen de los presuntos vertidos, así como las medidas previstas para evitarlos. […]. Y continúa “La solución del problema de los vertidos irregulares en el arroyo de las Picadas es urgente de conformidad con lo establecido en el artículo 3 del Reglamento municipal de Vertidos y Depuración de Aguas Residuales, entre otras cosas, porque los derechos y la salud de los vecinos de la zona pueden verse afectados a diario por la falta de depuración de las aguas, las molestias por malos olores y la afección al ecosistema acuático.”
El Defensor del Pueblo puntualiza: “Por otra parte, ha de recordarse que el Ayuntamiento no ha proporcionado información específica sobre medidas para impedir nuevos depósitos irregulares de residuos en las inmediaciones del arroyo, ya que el único dato recibido al respecto son dos fotografías de un cartel informativo instalado junto a un puente para intentar disuadir a los presuntos responsables de cometer una infracción por incumplir la normativa sobre residuos.” Continúa haciendo la siguiente SUGERENCIA: “Inspeccionar el arroyo de las Picadas para requerir la adopción de las medidas precisas si se producen vertidos irregulares y el abandono de basura en sus inmediaciones, con el fin evitar estas situaciones y sancionar a los presuntos responsables”. Y termina solicitando más información al Ayuntamiento de Almendralejo al considerar que la respuesta del consistorio es insuficiente.

La Plataforma considera que el equipo de gobierno municipal no termina de entender que la transparencia es esencial en un sistema democrático, por eso consideramos que debería comenzar a interiorizar este párrafo de la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno:
“La transparencia, el acceso a la información pública y las normas de buen gobierno deben ser los ejes fundamentales de toda acción política. Sólo cuando la acción de los responsables públicos se somete a escrutinio, cuando los ciudadanos pueden conocer cómo se toman las decisiones que les afectan, cómo se manejan los fondos públicos o bajo qué criterios actúan nuestras instituciones podremos hablar del inicio de un proceso en el que los poderes públicos comienzan a responder a una sociedad que es crítica, exigente y que demanda participación de los poderes públicos.”

A la Plataforma le gustaría que el Ayuntamiento reconsiderase su proceder y abandonase la opacidad que ha venido practicando. La falta de trasparencia denota una mala conciencia de lo que el gobernante ha hecho o ha dejado de hacer.

29 de noviembre de 2018
Plataforma Contra la Contaminación de Almendralejo
 

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