Redacción •  Actualidad •  22/09/2022

Verdes de Europa insta al gobierno central a que la nueva Ley de protección animal prometida sea digna de la España del Siglo XXI

  • Además instan al Director General de Derechos de los Animales Sergio G. Torres a que trabaje con ahínco desde su posición dentro del gobierno para erradicar en España la matanza sin aturdimiento previo de los animales destinados a consumo humano, incluidos bovinos destinados a la lidia.
  • Y al Ministro de Consumo Alberto Garzón a que promueva que en el etiquetado de la carne conste el tipo de sacrificio.
Verdes de Europa  insta al gobierno central a que la nueva Ley de protección animal prometida sea digna de la España del Siglo XXI

21.09.2022 Ante la decisión del PSOE de enmendar la Ley de Protección Animal, el partido Verdes de Europa, manifiesta su incomprensión porque pretendan seguir anclados en una sociedad, donde una minoría se beneficia de estrategias de lobbys, de puertas giratorias y como en este caso, de un entramado industrial ganadero y cinegético, que representa sectores que pretenden vivir a costa de la crueldad animal manipulando y tergiversando leyes como la futura ley. Así lo demuestran las excepciones como la tauromaquia, peleas de gallos, tiro al pichón y de los perros utilizados en actividades como la caza, de pastoreo, guarda de ganado, intervenciones asistidas y/o cuerpos de seguridad de estado o fuerzas armadas.

La futura nueva norma comenzó como una iniciativa prometedora y sin embargo critican, se asemeja a un globo que se va desinflando por intereses políticos, económicos y religiosos.

Este grupo político ecologista de nivel nacional, activo desde 1986, quiere recordar en resumen, la historia con respecto a las excepciones relacionadas con la “costumbre”, “patrimonio regional” y “ritos religiosos”.

En 1989, la asamblea plenaria del Parlamento Europeo votaba a favor de cinco informes presentados bajo la común denominación «contra la crueldad animal», una declaración que a pesar de no tener valor ejecutivo, fue una declaración moral, con la que se instaba a la aprobación de una normativa que prohibiese las fiestas con animales y, entre otras medidas, convirtiera las corridas de toros en una competición no sangrienta. El lobby taurino, se alertó ante esta situación y fue así que en 1992 se publicaba en La Vanguardia una entrevista a Javier Elorza (PP), representante permanente de España en la Unión Europa ( 1995-2000) donde detallaba que le costó dos cenas confesando que tramó una estratagema con un gran jurista comunitario donde se insertó que la UE velará por el bienestar de los animales, “respetando las tradiciones culturales”. Elorza manifestaba con gran desfachatez: “Así blindamos los toros”.

Hasta Julio del 2011 las competencias de los festejos taurinos se encontraban en el Ministerio del Interior, cuando el gobierno del Psoe anuncia su cambio al Ministerio de Cultura a la vista de la abolición de las corridas de toros en Cataluña, tras la decisión del Parlamento catalán. ( Recuerdan que en Canarias la tauromaquia está prohibida desde 1991.)

Con ello, este grupo político quiere señalar que la presión de los lobbys económicos, políticos y religiosos abusan de su poder e influencia a espaldas de la ciudadanía y mientras, falta la voluntad política necesaria para comenzar una verdadera transformación.

Por otro lado, instan prohibir la matanza sin aturdimiento previo de los animales destinados a consumo humano ( incluidos los bovinos destinados a la lidia) en nuestro país, siguiendo las actuaciones de otros países europeos.

Y, como último instan al gobierno de coalición que consideren que en el etiquetado de la carne conste no solo el origen, la especie, su peso, caducidad, etc. sino además, se informe sobre el tipo de sacrificio con el que se ha dado muerte al animal, por ser un derecho del consumidor y poder decidir si su consumo está en relación a su ética y moral.

Las leyes finalizan, deben representar una moralidad en la sociedad y las estructuras corruptas de intereses meramente monetarios de la industria en general conllevan un rumbo que no pueden compartir.


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