Redacción •  Actualidad •  20/08/2020

El Partido de los Trabajadores de España y República en Marcha, con el gobierno bielorruso

Al comunicado se han sumado el Frente Antiimperialista Internacionalista y la Plataforma Global contra las guerras. El texto, que habla de «socialismo bielorruso», explica algunas de las características fundamentales de la economía del país  -como la fuerte estatalización- y denuncia lo que considera una estrategia del imperialismo, similar a la que fueron sometidos líderes como Yanukóvich, Chávez o Maduro. El Partido de los Trabajadores de España y República en marcha caracterizan el Estado que dirige Lukashenko como un «remanente de la herencia socialista de la Europa del este» y, aunque aseguran que no es su «referente marxista», llaman a todas las fuerzas políticas progresistas y antiimperialistas a apoyar y reconocer al actual gobierno bielorruso «contra las maniobras imperialistas, que sólo buscan su derrocamiento».

El Partido de los Trabajadores de España y República en Marcha, con el gobierno bielorruso

Ante la actual situación de inestabilidad en la República de Bielorrusia, desde el Partido de los Trabajadores de España (PTE) y República en Marcha (REM), creemos necesario aclarar a la opinión pública lo siguiente:

La República de Bielorrusia lleva acosada por las protestas pro occidentales desde el pasado domingo 8 de agosto, negándose a aceptar los resultados electorales. Los radicales pro occidentales, incendian las calles mientras portan banderas nacionalistas. No se trata de otra cosa sino un nuevo “Maídan”, es decir, el intento de un nuevo golpe de estado patrocinado por occidente, y que en Ucrania provocó una guerra civil que dura hasta el presente.

Bielorrusia, como se le ha calificado repetidamente por occidente, no es una “reliquia soviética”, sino un remanente de la herencia socialista de la Europa del este. En 1994, el presidente Lukashenko ganó las elecciones con el “Partido Comunistas por la Democracia”, una restauración de la facción de Gorbachov del PCUS.

De esta forma Bielorrusia recuperó la simbología Soviética y evitó el descalabro económico de las repúblicas ex soviéticas en los años 90. Bielorrusia ha mantenido una economía estatalizada con predominio de la exportación de maquinaría agrícola, como los tractores de la empresa Belarus.

En el país, se mantiene la presencia de las pequeñas propiedades, familiares y cooperativas. Mientras que la mediana y gran empresa pertenece al estado. Se permite la existencia de productos extranjeros, como la “Coca-Cola”, pero sin presencia de dicha compañía, ya que son las empresas estatales las que compran, por lotes, dichos productos.

Política y económicamente Bielorrusia es un estado dependiente de Rusia, a través del cual realiza sus exportaciones. Además, ambos formaron el estado de la “Unión Rusia y Bielorrusia”, una unión internacional que sirvió como base para la “Unión Euroasiática”. Aun así, Bielorrusia ha mantenido una política exterior autónoma de Moscú.

Durante una visita oficial el mismo Chávez afirmó que el socialismo bielorruso era su referente. Las elecciones concluyeron con la victoria de la coalición de izquierdas que dirige el presidente Lukashenko. Y como ocurrió en Venezuela, Ucrania o Siria, la proclamada por occidente “líder de la oposición”, se auto proclama vencedora de las elecciones. Svetlana Tijanóvskaya se marcha del país y sus seguidores levantan barricadas contra el legítimo gobierno.

De la misma manera que en el 2014 en Kiev, las protestas se vuelven muy violentas y aparecen banderas de los colaboracionistas nazis. Hoy como ayer, con Yanukóvich, Chávez y Maduro, el imperialismo trata de derrocar a Lukashenko. Aunque el Socialismo Bielorruso, no sea nuestro referente marxista, lo cierto es que su gobierno afronta una batalla antiimperialista al cual todos los antiimperialistas y revolucionarios del mundo debemos apoyar y defender, como ya están haciendo las fuerzas progresistas de todo el Mundo.

Llamamos a todas las fuerzas políticas progresistas y antiimperialistas, a secundar este comunicado, apoyar y reconocer al actual gobierno bielorruso, contra las maniobras imperialistas, que solo buscan su derrocamiento.


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