Redacción •  Actualidad •  20/04/2017

El Partido Comunista de España muestra su total solidaridad y apoyo a los miles de presos y presas palestinas, en su huelga de hambre iniciada el pasado día 17 de abril

"La huelga de hambre tiene como objetivo, poner fin a los abusos en centros penitenciarios. Se trata de una protesta de magnitud sin precedentes en tiempos recientes, en protesta contra las condiciones de detención en cárceles bajo control de las autoridades de Israel".

El Partido Comunista de España muestra su total solidaridad y apoyo a los miles de presos y presas palestinas, en su huelga de hambre iniciada el pasado día 17 de abril

Comunicado

El pasado día 17 de abril, fecha en la que se conmemora el día del preso palestino, más de 7000 presos y presas palestinos han iniciado una huelga de hambre indefinida en protesta por las lamentables condiciones que sufren en los centros penitenciarios israelíes.

La detención de los palestinos no está restringida a una categoría o estrato específico. Incluye a todos los estratos y categorías de la sociedad palestina: niños, jóvenes, ancianos, mujeres, madres, esposas, enfermos, discapacitados, trabajadores, académicos, miembros del Consejo Legislativo, ministros, dirigentes políticos, sindicales, estudiantes universitarios y secundarios, escritores, periodistas y artistas.

La huelga de hambre tiene como objetivo, poner fin a los abusos en centros penitenciarios. Se trata de una protesta de magnitud sin precedentes en tiempos recientes, en protesta contra las condiciones de detención en cárceles bajo control de las autoridades de Israel.

No se trata de simples detenciones, sino que van acompañadas de numerosas violaciones al derecho internacional, como son los métodos utilizados en los interrogatorios para extraer confesiones, incluyendo la tortura; tratos degradantes e inhumanos; y falta de asistencia médica, llegando algunos a fallecer durante su detención. Conforme a los hechos y los testimonios de detenidos, el 100% de aquellos que tuvieron la experiencia de ser detenidos o arrestados aseguraron que sufrieron algún tipo de tortura física o psicológica.

Durante el proceso de detención, las presas palestinas son expuestas a golpes, insultos, humillaciones y desconsideración. Durante el interrogatorio y la investigación, son expuestas a amenazas, intimidaciones, maltratos y golpizas. El sufrimiento de presos y presas, continúa a través del aislamiento y la negación de las visitas familiares, confiscación de productos adquiridos en la cantina del establecimiento, inspecciones provocativas, negación a tratamientos médicos y a realizar estudios destinados a una formación educativa.

El derecho Internacional humanitario dispone que los miembros de la población de un territorio ocupado a los que se detenga, deben estar recluidos dentro de ese territorio, no en el de la potencia ocupante. Además debe permitírseles recibir visitas de familiares. Dicho derecho es vulnerado sistemáticamente, no sólo trasladando a los presos a centros penitenciarios fuera del territorio ocupado, sino además denegando el permiso de acceso a los familiares al lugar de la potencia ocupante, imposibilitando así dichas visitas.

Especial mención al medio millar de prisioneros que se hallan sometidos al llamado régimen de detención administrativa, sin acusación formal, de forma indefinida. Los detenidos administrativos pueden ser encarcelados sin cargos ni juicio durante seis meses, y su detención se puede renovar indefinidamente. Actualmente, el número de detenidos administrativos en las cárceles israelíes asciende a unos 500 palestinos, incluidos 13 legisladores. El año pasado, fue el peor para los niños palestinos. Un cambio en las leyes israelíes, permite que niños menores de 14 años puedan ser enviados directamente a la cárcel. En 2016, 21 menores de edad, estaban bajo detención administrativa.

La huelga plantea demandas sobre las condiciones penitenciarias, y entre las reivindicaciones se incluye la suspensión de detenciones administrativas y del internamiento en celdas de aislamiento; un aumento de las visitas de familiares; que las visitas familiares a las presas sean sin barreras de cristal, para que las madres puedan tomar en sus brazos a sus hijos; la mejora del acceso a la atención médica; la mejora de las condiciones de detención, incluida la reducción de las limitaciones a la entrada de libros, ropa, alimentos y regalos familiares, y la instalación de teléfonos para que los presos y presas puedan comunicarse con sus familias.

Por todo ello el Partido Comunista de España llama a incrementar la solidaridad con los presos y presas en sus reivindicaciones.


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