Redacción •  Actualidad •  17/02/2022

Marea Blanca: «Mientras liquida nuestra salud, Ayuso arrolla con su Ley Ómnibus»

Mesa en Defensa de la Sanidad Pública de Madrid, MEDSAP – Marea Blanca: hacemos una llamada a la participación ciudadana para que manifieste con nosotras su defensa de un servicio público fundamental, único capaz de garantizar la salud como derecho. Los sucedáneos y artificiales mecanismos sanitarios colonizados de especulación usados por el gobierno de Madrid son pura falacia ideológica que nos lleva a carecer de salud y a precarizar aun más la supervivencia de la mayoría social de esta comunidad.

Marea Blanca: «Mientras liquida nuestra salud, Ayuso arrolla con su Ley Ómnibus»

Comunicado

El lema para encauzar esta 92 Marea Blanca tiene dos partes; la primera se refiere al modo permanente de entender lo público como parcela partidista para uso arbitrario de una ideología supremacista. Veinticinco años de Partido Popular han servido para impulsar un pésimo plan sanitario, utilizando esta comunidad como laboratorio de pruebas con las que hemos llegado al límite del deterioro de la Salud Comunitaria madrileña.

Cuando atacan la Atención Primaria, dan el golpe de muerte al sistema público; cuando ignoran la Salud Mental, desasistida permanentemente desde 2010, provocan una incidencia enorme de traumas mentales aumentados con la pandemia, traumas que producen malestar a personas y familias.

Con esta 92 Marea Blanca denunciamos la inacción, deshumanización y mala praxis de la gestión sanitaria en Madrid poniéndolas como ejemplo, dónde además de precarizar recursos humanos y materiales, cerrar SuapS (Centros de Urgencias de AP), mantenemos infraestructuras deterioradas, insalubres o no existentes tras años de denuncias y respuestas de solución incumplidas.

Urge recuperar la atención integrada y presencial: promoción de la salud, prevención de la enfermedad, diagnóstico y tratamiento, rehabilitación, fomento de la autonomía del usuario; derechos amparados por leyes que torticeramente incumplen. Igualmente y con respecto a Salud Mental es prioritario procurar la gestión humanizada para atender a miles de personas y sus ámbitos de vida.

El riesgo se ha acrecentado con la Covid 19; pero no han adoptado medidas para controlar o mitigarlo; la Salud Mental va a ser la enorme ola de largo alcance que continuará generando una fractura rompedora en una sociedad desigual que el ultracapitalismo hegemónico ha esculpido para fortalecer su plan a costa de lo que sea. Ultracapitalismo que defiende el Gobierno de Ayuso, plan que, blinda tras pasar su apisonadora por toda la Sanidad Pública. El blindaje lo publica en plenas navidades en el Portal de Transparencia es el Anteproyecto de Ley de medidas urgentes para el impulso de la actividad económica y la modernización de la Administración de la Comunidad de Madrid, la Ley Ómnibus.

Un cajón de sastre, que tras años de raspar lo publico y gestionar privatizando pretenden consolidar para arrollarnos, escondiendo la liberalización de la administración dedicada a la salud a costa nuestra, alegando modernización y un ahorro de casi 2 Millo/ € en cargas administrativas. ¿De qué ahorro hablan? si las cargas excesivas son precisamente ellos.

En esta mezcla explosiva de normas diversas e inconexas, plantean crear una Agencia de Contratación Sanitaria, impidiendo el control, vulnerando el ejercicio democrático. Su idea es, fundar una doble estructura orgánica con un gasto público innecesario en más cargos directivos; construir un montaje a su medida para manejarlo con la libertad que vocean, que resulta ser una dictadura comprometida para sus negocios.

Será un foco abierto a la corrupción que financiarán con fondos públicos en un ente sometido al derecho privado. Financiación pública; también financiación mediante donaciones, subvenciones, cobro de tasas propias, etc., con lo que dispondrá de un patrimonio propio sin ningún control. Una agencia apartada de las garantías que ofrece el procedimiento administrativo.

A ello sumamos merma de la transparencia en la gestión y deterioro de la calidad del servicio público, que debe estar gestionado de forma directa y no bajo el método de empresa camuflada, la transgresión de la incompatibilidad que liquida el proyecto supone, además, facilitar pluriempleos en lugar de fortalecer los que hay, eliminando una dedicación plena a la salud.

Se tratará de un órgano con dirección nombrada por el gobierno, sin que los representantes en la Asamblea de Madrid puedan fiscalizarlo, tampoco la población. Será una ley con licencia para más destrucción llena de medidas liberticidas; una ley al revés, de falsa bandera, que aprobarán a pesar de ir en contra del interés general, de los derechos sociales y humanos y contra el ecosistema.

Una Agencia que podrá contratar de forma centralizada todo en materia sanitaria, gestión posible sin tal artificio que pondrá en dos únicas manos, ante una crisis, decisiones millonarias de contrataciones y otros modismos neoliberales. Presidente y Vicepresidente de la Agencia serán quiénes den al botón rojo desde el vértice de esa pirámide dorada que han probado sucesivamente con la pandemia, construida con el uso permanente de su dedo y no de los métodos legales.

EN DEFINITIVA, UNA ESTAFA MÁS GRANDE Y UN ATAQUE VISCERAL A LA DEMOCRACIA.


Marea Blanca /