Redacción •  Actualidad •  14/11/2016

Es imprescindible acotar al pastoreo las zonas incendiadas según un informe técnico de la Universidad Politécnica de Madrid

El Catedrático del Departamento de Sistemas y Recursos Naturales de la Universidad Politécnica de Madrid, Alfonso San Miguel Ayanz , acaba de emitir un informe, a petición de la Consejería de Desarrollo Rural del Principado de Asturias, en el que “siguiendo criterios científico-técnicos y analizando los datos estadísticos de los incendios habidos en Asturias en los últimos años” llega a la conclusión que el pastorear las zonas arrasadas por un incendio forestal puede  contribuir a acelerar e incrementar la intensidad de los procesos de degradación del suelo y de la vegetación.

Es imprescindible acotar al pastoreo las zonas incendiadas según un informe técnico de la Universidad Politécnica de Madrid

En el citado estudio se asegura que “los efectos perjudiciales de los incendios sobre el suelo no finalizan al terminar el incendio. Se prolongan como mínimo hasta que el terreno vuelve a estar cubierto de vegetación. Durante todo ese periodo el suelo es particularmente frágil (se degrada con facilidad) y exhibe una capacidad de recuperación (resiliencia) mínima”.

El informe también recoge que “el pisoteo del ganado siempre provoca la compactación del suelo. Sobre terrenos desprovistos de vegetación o con vegetación rala, como los afectados recientemente por los incendios, ese pisoteo contribuye significativamente a acelerar e incrementar la intensidad de los procesos de degradación por erosión y lavado. En zonas de pendiente, los efectos son especialmente graves”.

Otra de las conclusiones es que “las zonas afectadas recientemente por incendios forestales presentan suelos indefensos frente a los procesos de erosión y lavado de fertilidad y fracciones texturales finas: arcillas y limos. Son suelos extremadamente frágiles, con una escasa capacidad de recuperación (resiliencia) y que han perdido o visto muy reducido su horizonte superior humífero. En zonas de pendiente y en territorios afectados por incendios reiterados, la situación resulta particularmente grave y llega a provocar degradaciones irreversibles a escala temporal humana. El pisoteo del ganado en esas situaciones contribuye a acelerar los procesos de degradación y a incrementar su intensidad”.

El informe termina concluyendo que “el pastoreo sobre zonas afectadas recientemente (un año o menos) por los incendios no está, pues, justificado ni desde el punto de vista ecológico ni pastoral. Pero, además, su autorización puede generar beneficios o expectativas de beneficio para el que los provoca, por lo que puede contribuir a mantener o incrementar su incidencia en el futuro”.


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