César Pérez Navarro •  Actualidad •  14/01/2022

La reforma que propone Escrivá para los autónomos mantiene 293,9 euros mensuales para quienes cobran el SMI

  • El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha planteado una serie de reformas en el pago de cuotas para los autónomos que están despertando duras críticas desde todos los ámbitos. La manufactura de un modelo de cotización por ingresos reales y proporcionales para los autónomos se aleja de las expectativas generadas.
  • Se establecen numerosos tramos, hasta trece, pero no existe exención del pago de la cuota para las rentas bajas.
La reforma que propone Escrivá para los autónomos mantiene 293,9 euros mensuales para quienes cobran el SMI

El ministerio de Inclusión y Seguridad social ha presentado hoy una nueva propuesta para reformar la cotización de los trabajadores autónomos y graduarla en función de sus ingresos. Es un borrador del ministro José Luis Escrivá y su equipo de colaboradores a los agentes sociales que se discutirá desde el lunes.

Según el texto, los autónomos se dividen en 13 tramos, desde los que ganan menos de 600 euros al mes hasta los que ingresan más de 4.050 euros, pero los pagos no se inician desde la exención para las rentas precarias (0 euros/mes). Muy al contrario, quienes subsisten con menos de 600 euros al mes deberán pagar una cuota de 281 euros en 2023, cantidad que se irá reduciendo hasta los 183,6 euros en 2031.

Esa es la propuesta para personas que viven en la extrema pobreza. El siguiente tramo, que abarca a quienes cobran entre 900 y 1125,9 euros, es decir, aquellos cuyos ingresos se acercan por encima o por debajo al Salario Mínimo Profesional (SMI), las rentas bajas del país, mantiene la cuota actual. Más concretamente, la reduce en 6 céntimos mensuales, desde los 294 euros actuales a 293,94 euros.

Desde ahí todo son aumentos de la cuota mensual en varios tramos hasta los 1.267 euros para los del tramo de máximos ingresos, los que superen los 4.050 euros.

Eso sí, habrá una tarifa plana reducida de 70 euros en los dos primeros años para los autónomos con menos ingresos, tarifa actualmente vigente durante el primer año y en algunas Comunidades Autónomas el segundo, si se cumplen varios requisitos. Para dar más flexibilidad el sistema, cada autónomo podrá cambiar de base seis veces al año en función de sus ingresos.

Sin apenas críticas por parte de las asociaciones de autónomos

El lunes habrá nueva reunión de la mesa para discutir esta propuesta, que ya ha provocado reacciones dispares, con las críticas de ATA, asociación ligada a la CEOE, y la posición favorable de UPTA y UATAE. En concreto, por parte de ATA, su presidente Lorenzo Amor ha dicho que “no le gusta nada la música” y que lo planteado supondría que un autónomo que “ahora facture 2.300 euros al mes en nueve años pague a la Seguridad social el doble que ahora”.

En cambio, el presidente de UPTA, Eduardo Abad, considera que con el nuevo sistema se corregirán situaciones como la del millón de autónomos que con rendimiento de trabajo por encima de 25.000 euros cotizan por las bases mínimas. «Es algo que el sistema no puede permitirse», ha dicho Abad.

Trabajo temporal y falsos autónomos

El contrato por obra y servicio era hasta el 31 de diciembre de 2021 uno de los más utilizados. En la nueva redacción de los contratos por obra y servicio para la recién aprobada reforma laboral que deroga algunos aspectos de la norma del PP desaparecen los “contratos para la realización de una obra o servicio determinados”. Ahora únicamente se podrán realizar contratos de duración determinada por circunstancias de la producción o por sustitución de la persona trabajadora. Esto supone que -en la práctica- muchos empresarios podrían recurrir a la figura del autónomo para la realización de trabajos de corta duración. Con unas cuotas que se mantienen elevadas en rentas bajas y muy bajas esta circunstancia podría cristalizar en nuevos abusos contra trabajadores ya muy precarizados.

El PSOE incumple su programa electoral con esta propuesta

En su programa electoral, el que dio la victoria a Pedro Sánchez en las últimas elecciones generales se hablaba de «Acercar la cotización a la Seguridad Social de los autónomos a sus ingresos reales. En consonancia con las recomendaciones del Pacto de Toledo, España debe avanzar en la posibilidad de que los autónomos coticen por los rendimientos netos que reciben«.

El «acercamiento» se aprecia en las rentas más altas pero está muy lejos de cumplir las expectativas de la población en riesgo de exclusión social, cuyo umbral se sitúa en poco menos de 10 mil euros anuales por unidad de consumo o la población que padece pobreza severa, cuyo umbral es de 6.434 euros anuales (40% de la renta mediana).

La propuesta de Escrivá también se aleja del programa electoral de su socio de Gobierno, Unidas Podemos, que defiende «establecer cuotas justas para las y los autónomos. En el modelo actual, hay un desajuste entre los ingresos realmente obtenidos por las personas que trabajan como autónomas y sus cotizaciones sociales, que perjudica, sobre todo, a las más precarias. No hay que olvidar que la tasa de pobreza entre las personas que trabajan como autónomas triplica en España la de quienes trabajan por cuenta ajena. Por ello, es urgente atender la situación de estas personas, que deben cotizar solo por los rendimientos que realmente obtengan y no con la desproporción actual«.

Aún muy lejos del resto de Europa

Otros países europeos asumen cuotas de autónomos mucho más bajas y rebajas más relevantes al comienzo de su actividad, pero también reciben a cambio menores beneficios y prestaciones.

En Reino Unido existen dos tipos de cuotas, la de 14 euros si no se sobrepasan los 600 euros de ingresos y otra de 58; En Portugal no existe cuota de autónomos ni es obligatorio pagar IVA. Se paga en función de los ingresos, concretamente entre el 24,5% de los mismos al año. En Irlanda no existe cuota de entrada o mensual, y el importe a abonar es del 5% de los ingresos a efectos fiscales. En Holanda los autónomos abonan una cuota de 50 euros, a la que hay que añadir un seguro médico que suele rondar los 100 euros; En Italia no existe cuota, pero el impuesto de la renta en función de los ingresos oscila entre el 22,65% y un 28,72% de los ingresos; En Francia los autónomos no pagan en el primer año, y a partir del segundo las cuotas varían según el sector y la facturación, sin que tampoco se pague IVA; En Dinamarca no se paga cuota mensual, en cambio, al final de año los autónomos pagan entre un 25% y un 50% de impuestos, entre los que se incluyen la Seguridad Social y prestaciones como desempleo, maternidad o enfermedad. En Alemania, la cuota es de 140 euros si los ingresos superan los 1.700 euros al mes, con la obligación aparte de contratar un seguro médico, que oscila entre 150 y 240 euros mensuales; En Grecia se pagan 50 euros mensuales de cuota de autónomo, así como un porcentaje variable de impuesto en función de sus ingresos; en Croacia, 500 euros al darse de alta y un 20% de los impuestos de acuerdo con los ingresos anuales; En Bélgica, el pago fiscal se encuentra entre el 25% y un 50%. En Suecia no existen cuotas de entrada o mensuales, pero el autónomo puede llegar a pagar hasta el 50% de sus ingresos en la renta. En otros países como Eslovaquia calculan la tasa de impuestos al final de año en función a los ingresos.


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