Una residencia privada de Madrid perteneciente al «Grupo Casablanca» reconoce que vacunó a familiares no residentes

La residencia admite que ha suministrado dosis a familiares de trabajadores, lo que infringe las normas de la primera fase de vacunación, que únicamente permite inmunizar a los residentes y profesionales sociosanitarios, tal y como ha establecido el gobierno que preside Isabel Ayuso así como el resto de ejecutivos autonómicos siguiendo las pautas marcadas por el Gobierno central.

Desde el centro han hecho público un comunicado el que justifican que «con el único ánimo de aprovechar el 100% de las dosis recibidas y proteger al máximo a los mayores de nuestras residencias, se ha vacunado a varios sacerdotes que nos asisten espiritualmente en los centros del grupo, voluntarios que están en contacto con los mayores de forma habitual y algunos mayores de riesgo familiares de algunos empleados» y concluyen que «asumen la responsabilidad de lo ocurrido».

Casablanca tiene ocho geriátricos en la Comunidad de Madrid en los que residen y trabajan 1.600 personas con derecho a vacunación. La vacunación irregular admitida por la empresa se ha producido en su centro del municipio de Valdemoro, Casablanca Valdesur, que tiene 178 plazas.

Es el primer caso de vacunación irregular que ha trascendido a la opinión pública en España. La Comunidad de Madrid tiene un operativo compuesto por 92 enfermeras que trabajan por parejas. De ellas, solo 32 son trabajadoras de la sanidad pública madrileña y 60 son del sector privado.