Redacción •  Actualidad •  06/07/2022

Amigos de la Tierra denuncia la irresponsabilidad del Parlamento Europeo al considerar el gas y la nuclear como energías sostenibles

  • 328 diputados han votado a favor de incluir el gas y la energía nuclear como inversiones sostenibles en la taxonomía.
  • Esta votación se trata de un lavado verde de estas fuentes de energía que antepone los beneficios económicos por encima del bienestar de la sociedad.
Amigos de la Tierra denuncia la irresponsabilidad del Parlamento Europeo al considerar el gas y la nuclear como energías sostenibles

Madrid, 6 de julio de 2022. A pesar de las últimas noticias, en las que las comisiones de Medio Ambiente y Asuntos Económicos rechazaban la clasificación del gas fósil y la energía nuclear como ambientalmente sostenibles en la taxonomía de la UE, en el último momento la votación final en el Parlamento ha dado un giro de 180 grados.

Los eurodiputados han aprobado incluir estas fuentes de energía como inversiones “verdes”, lo que representa un atentado contra el medio ambiente y la población. Además, miles de millones de euros se destinarán a estas energías en vez de dedicarse a impulsar una transición energética basada en renovables.

“Es una gran irresponsabilidad que el Parlamento Europeo haya votado a favor de las energías sucias. Es imposible que el gas y la nuclear se consideren sostenibles, se trata de un lavado verde que pone en riesgo la fragilidad de la vida en la Tierra. Además, estamos en un momento en el que la soberanía energética es clave para proteger a la población, en especial a las personas más vulnerables, y esta votación es contraria a las necesidades de nuestras sociedades”, ha señalado Cristina Alonso Saavedra, responsable de Justicia climática y energía de Amigos de la Tierra.

“La ciencia y la ciudadanía tenemos claro que es necesario dejar de lado los combustibles fósiles y las energías peligrosas si queremos evitar los peores impactos de la crisis climática y ecológica. Los políticos tienen la respuesta, pero son incapaces de tomar las decisiones correctas. Ya es hora de comenzar una transición energética basada en criterios de justicia social donde la participación ciudadana sea la protagonista, y dejar de escuchar a las grandes empresas contaminantes que anteponen sus beneficios económicos por encima del interés general”, concluye.


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