Redacción •  Actualidad •  04/09/2020

Críticas en la izquierda ante la posible fusión de Bankia y CaixaBank

Muchas de las críticas tienen que ver con el hecho de que en su momento se rescatara a Bankia sin que ello supusiera la creación de una verdadera banca pública, que es la reivindicación que comparten todas las voces críticas ante este posible proceso de fusión.

Críticas en la izquierda ante la posible fusión de Bankia y CaixaBank

Diversas organizaciones y personalidades de la izquierda política, sindical y social han mostrado su escepticismo, cuando no preocupación, por el anuncio de una posible fusión entre Bankia y Caixabank. Muchas de las críticas tienen que ver con el hecho de que en su momento se rescatara a Bankia sin que ello supusiera la creación de una verdadera banca pública, que es la reivindicación que comparten todas las voces críticas ante este proceso de fusión.

El sindicato CGT considera «evidente que solo el anuncio del estudio de la fusión por ambas entidades va a acelerar operaciones similares entre el resto de los bancos que operan en el Estado español, lo que va a llevar a la, tan deseada por algunos, concentración bancaria. Una concentración que de facto va a suponer la creación de un oligopolio bancario que va a controlar, en perjuicio claro de la ciudadanía, las condiciones y servicios financieros de todo el País».

Según la central anarcosindicalista, estas fusiones conllevan salvajes restructuraciones de plantillas que suponen la destrucción de miles de empleos, así como el cierre de un número muy importante de oficinas bancarias, que en muchos casos desbancarizan más el mundo rural».

Por su parte, la diputada de la CUP en el Congreso de los Diputados, Mireia Vehí, afirma que «la fusión de La Caixa y Bankia es la privatización de un banco que se podía haber puesto a funcionar como público con la actual crisis del COVID-19″. «Bankia -prosigue- fue de las entidades salvadas con el rescate financiero de la crisis de 2008».

En una línea similar se ha expresado el dirigente de Anticapitalistas Raúl Camargo: «Igual que en 2008/2010, comienzan las fusiones bancarias por absorción. Bankia está quebrada y La Caixa se la come. Vendrán miles de despidos y cierres de oficinas. Es la crisis, siempre crisis».

Miembros de Izquierda Unida también han mostrado su rechazo. Eduardo Garzón, por ejemplo, ha hecho hincapié en la absorción de dinero público por parte del sector privado: «La fusión de Bankia y Caixabank aumentará aún más la concentración de un sector que -nunca nos cansaremos de decir-vive de lo público y gracias a lo público. Es inadmisible que haya gente haciendo beneficio así. La gran banca tiene que ser pública. Es la única opción razonable».


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