Redacción •  Actualidad •  24/09/2025

La Coordinadora Ecoloxista denuncia que el Ayuntamiento de Oviedo intenta «colar» una planta de asfalto en Las Caldas

La Coordinadora Ecoloxista denuncia que el Ayuntamiento de Oviedo intenta «colar» una planta de asfalto en Las Caldas

La entidad ecologista ha presentado alegaciones contra el proyecto de una planta de aglomerado asfáltico en caliente en la cantera Cárcaba, en el valle de Las Caldas, que salió a consulta pública “a escondidas”. La organización alerta de los graves riesgos ambientales y sanitarios que implicaría la instalación.

La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies ha hecho público su rechazo a la tramitación de una planta de asfalto en caliente en la localidad de Santa Marina de Piedramuelle, dentro del concejo de Oviedo, en la zona del valle de Las Caldas. Según denuncia la organización, el Ayuntamiento de Oviedo estaría intentando sacar adelante el proyecto de manera discreta, sin la debida información a los vecinos y con un procedimiento de consulta pública “a escondidas”.

Un conflicto que se arrastra desde 2016

La Coordinadora recuerda que ya en 2016 se planteó la instalación de esta planta en la cantera Cárcaba, y desde entonces existe una oposición frontal de la población del entorno. La entidad sostiene que la empresa promotora, con la “complicidad del Ayuntamiento”, trató de impulsar el proyecto “de espaldas a los vecinos”, quienes llevan años manifestándose y mostrando su rotundo rechazo a una actividad que, a su juicio, tendría un elevado impacto negativo en su calidad de vida y se sumaría a las molestias que ya genera la cantera existente.

Impacto en el aire y en la salud

El comunicado subraya que las plantas de procesamiento de asfalto están catalogadas entre las actividades con mayor impacto en la contaminación del aire. En este caso, las viviendas del entorno se encuentran muy próximas a la zona donde se quiere ubicar la instalación, lo que incrementaría los riesgos de exposición directa.

Según datos de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE.UU., este tipo de plantas son una de las principales fuentes de emisión de contaminantes atmosféricos como formaldehído, hexano, fenol, tolueno y compuestos orgánicos policíclicos. Además, los procesos de transporte y almacenamiento generan hidrocarburos aromáticos, partículas finas y gases tóxicos como sulfuro de hidrógeno, dióxido de azufre, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, arsénico, benceno y cadmio.

“Estamos hablando de sustancias letales y peligrosas que afectan directamente a la salud de las personas”, advierten los ecologistas, recordando que también se emplean solventes como tolueno, xileno, nafta, estireno, asbestos y sílice, todos ellos asociados a graves enfermedades respiratorias y cancerígenas.

Incumplimiento de distancias y daños ambientales

La Coordinadora sostiene que tanto la cantera como la proyectada planta no respetan las distancias mínimas establecidas en la normativa: 500 metros respecto a núcleos rurales y 400 metros en el caso de poblaciones aisladas. Asimismo, alerta de que la instalación provocaría contaminación del suelo por deposición de partículas en suspensión y afectación de las aguas superficiales y subterráneas.

No se trata solo de humo y malos olores, hablamos de un impacto generalizado en el aire, el suelo y el agua de una zona que ya sufre la presión de una explotación minera en activo”, denuncia la Coordinadora.

Un exceso de plantas en la comarca

La organización recuerda que, en las inmediaciones, ya existen múltiples instalaciones similares. En el concejo de Llanera operan actualmente tres plantas de asfalto, y en el vecino concejo de Grado, a menos de siete kilómetros, se planteó otra que ha sido paralizada gracias a la presión vecinal de Llera.

No hay ninguna justificación para saturar aún más la comarca con instalaciones de este tipo”, afirman los ecologistas, que insisten en que el proyecto de Oviedo debe ser retirado de inmediato.

Conclusión

La Coordinadora Ecoloxista d’Asturies concluye que el proyecto de la planta de asfalto en Las Caldas supone un grave atentado ambiental y social, y reclama tanto a la empresa como al Ayuntamiento de Oviedo que den marcha atrás. “La salud de los vecinos y la protección del entorno deben estar por encima de los intereses económicos”, sentencian.


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