Premios de la Paz a medida de psicópatas entregados por hipócritas

El megalómano Donald Trump recibe de la mano del mafioso Infantino el Premio de la Paz de la FIFA, un premio ridículo creado a su medida tras el enfado por no ganar el Nobel, el Nerón norteamericano se mandó a hacer un premio a medida y quiso ser el centro de atención también en el sorteo del mundial de fútbol, de vergüenza ajena porque esa gente la vergüenza no la conoce.

Trump como buen megalómano ha querido tener su propio premio de la paz, aunque sea un señor de la guerra y del abuso, en su momento también Adolf Hitler estuvo nominado al Nobel de la Paz, se lo dieron a Henry Kissinger, también a Barack Obama, es un premio manchado de sangre e hipocresía que tranquilamente también puede comprar Trump, como lo compró para Maria Corina Machado.

Méritos no le faltan, como el de apoyar a Benjamín Netanyahu en el genocidio en Palestina, dándole protección, y apoyo para continuar con la masacre de niños y civiles, con el Holocausto palestino. Imponiendo un faldo alto el fuego negociado con Israel pero sin las víctimas, sin los palestinos, un alto el fuego que Israel no ha respetado nunca, más de dos mil veces han roto el alto el fuego asesinando inocentes sin ninguna consecuencia.

Con la falsa excusa de la lucha contra las drogas, los EEUU que son el mayor consumidor y también el mercado más grande de la droga del planeta sigue actuando como el sheriff de la humanidad y con el derecho a inventarse una legislación que les permite amenazar al mundo entero.

Donald Trump amenaza a Venezuela con sus barcos de guerra y sus mísiles, amenaza con una invasión, amenaza a Venezuela y a todos los países que defienden su soberanía y no están dispuestos a arrodillarse ante el amo Trump. Y se cree con derecho a comprarse su Nobel de la Paz, o come en este caso inventarse su propio premio con ayuda de su mamporrero Infantino.

Trump le ha declarado la guerra económica al mundo entero, a los enemigos inventados y a los supuestos aliados, con sanciones, aranceles, con bloqueos y toda clase de abusos y con agresiones de quien usa la fuerza para imponer su voluntad, pero este personaje quiere su premio de la paz y se lo han fabricado.

Donald Trump confunde la paz con mandar a inocentes a descansar en paz (D.E.P), su mundo es el cementerio de los inocentes y de los valientes, como el grandísimo ignorante que realmente es Trump confunde el miedo con el respeto, poco puede saber de respeto o dignidad este Nerón del siglo XXI. Las ejecuciones extrajudiciales de pescadores en el Caribe para hacerlos pasar por narcotraficantes muestran la caradura moral de Trump y su gobierno de fascistas.

EEUU es un imperio en decadencia, en el crecen como setas todos los males, el fascismo, el clasismo, el racismo, la xenofobia, la violencia, la pobreza, la desigualdad, la ignorancia, las torturas, las violaciones, 

María Corina Machado la tristemente premio Nobel de la Paz después de promover la violencia en Venezuela con las guarimbas, de hacer llamamientos a golpes de Estado, de pedir sanciones y bloqueos para torturar al pueblo venezolano, es la agente de los EEUU en Venezuela al frente de la oposición vendepatrias.

Donald Trump y Benjamín Netanyahu le han comprado a su protegida el Nobel de la Paz, seguramente el próximo Nobel de economía sea para Javier Milei y los de la Paz para Trump y Netanyahu por sus asesinatos y sus crímenes contra la humanidad.

Sinceramente pensé que Donald Trump podría ser el Nobel de la Paz más vergonzoso de la historia, pero se han superado con María Corina Machado, la activista de redes sociales que trabaja para Washington y Tel Aviv.

La academia del Nobel hace mucho tiempo que había perdido todo el crédito, ha pasado desde hace mucho a ser el premio político del ridículo y de la hipocresía. El premio Nobel de la Paz ha dejado de ser algo realmente serio, pero con María Corina Machado se ha convertido en algo entre un chiste malo y un insulto a la inteligencia. 

Lo de Trump inventado su propio premio en la guinda a la mediocridad humana y a la indignidad.