No es verdad que las cosas vayan bien, pero es verdad que con otros nos iría aún peor

Los salarios y las pensiones son insuficientes, las ayudas inexistentes, los anuncios de medidas sociales normalmente simple publicidad. La verdad hay que decirla, el actual gobierno no hace politicas de izquierda, ni comparte trinchera con la clase trabajadora. 

La reforma laboral del PP de Rajoy sigue vigente en sus aspectos más lesivos para los trabajadores, la inspección de trabajo sigue sin hacer su trabajo, CCOOUGT van de la mano de la patronal cuando negocian en nombre de los trabajadores, es como poner al zorro al cuidado del gallinero, necesitamos sindicatos de verdad, sindicalistas honestos, y sobre todo recuperar la conciencia de clase.

La solución a los problemas no está en el suicidio colectivo que significa para los trabajadores votar al PPVOX, el despido libre, que no exista un salario mínimo, poner más limitaciones o prohibir el derecho a huelga, eso es comprar la receta de la miseria y del sometimiento absoluto, es renunciar a los derechos que otros antes conquistaron con sangre, sudor y lágrimas, es dejar a las próximas generaciones un futuro de sufrimiento y lucha. 

Siempre he dicho que aquella generación que no es capaz de dejar a la siguiente un futuro mejor es una generación de fracasados, y desgraciadamente para todos estamos fracasando.

La solución no está en la socialdemocracia traidora y aún menos en la derecha opresora, votar a la ultraderecha no es ser antisistema, son los dueños del sistema, los amos quienes financian a la ultraderecha, a la derecha, y también a la socialdemocracia para defender sus intereses y sus privilegios, cuando nos ven más débiles la ultraderecha arrasa con todos los derechos, y cuando nos ven algo más fuertes usan a la socialdemocracia para mantener a la gente engañada con la falsa percepción de que gobierna la izquierda.

La izquierda nunca será financiada por los oligarcas, ni tendrá espacio en los medios de desinformación, porque la verdadera izquierda es antisistema, se enfrenta al poder, y trata de eliminar los abusos y los privilegios de las minorias.

O abrimos los ojos o nos despertaremos demasiado tarde en medio de una pesadilla para la clase trabajadora.