Ramón Pedregal Casanova •  Opinión •  29/04/2023

Bush padre, la cabra de su hijo y la lista con EEUU

El miedo a ser acusado de complicidad con el terrorismo ha provocado durante mucho tiempo un silencio atronador de los “demócratas”, “progresistas”, defensores de los “derechos humanos” y de una parte mayoritaria de la izquierda europea.

Del libro titulado Manual de militancia dentro y fuera de la cárcel. Georges Ibrahim Abdallah. Autor: Said Baouamama. Traducido por Beatriz Morales Bastos. Editorial Boltxe Liburuak.

¿Recuerdan el 11 de septiembre?, ¿recuerdan a Bush con el libro titulado “La cabra, mi amiga”, entre sus manos abierto y del revés? Bush presidente, hijo de aquél otro Bush que llevó la primera guerra contra Irak, era conocido por su incultura y su ignorancia de la actualidad política, más aún, por su falta de atención a la marcha del mundo, quienes le dedicaron su dinero para hacerle presidente tenían muy claros sus intereses globalistas de dominación mundial por arriba y por abajo, por fuera y por dentro. No es menos cierto que la autora del libro infantil “La cabra, mi amiga”, era la esposa del vicepresidente Cheney, (también Ana Botella, la esposa de Aznar, ese compañero insigne del intelectual Bush, dicen, dicen, dicen … que escribió un libro de cuentos infantiles, libro tan horroroso y del mismo nivel cabreado). Cheney, que accedió al cargo el 20 de enero de 2001 para ser el vicepresidente más poderoso y peligroso de toda la historia de EEUU. hijo de una familia de ultraderecha, borracho conocido durante su juventud, abandonó la universidad, no se bien si fue expulsado, para poder llevar la vida que le venía dada, ¿codo arriba, codo abajo?, hasta que, la familia decidió colocarle porque no hacía carrera de él, en política, el negociete de familias como la de su amigo Bush. En el caso de Bush sabemos que, además de lo anterior en su amigo, lo de leer no era tampoco su fuerte y su biografía cuenta que empleaba un ratito a la lectura de unas líneas de la Biblia antes de dormir, ¿qué encontraría en ellas?: sueño. En Bush destaca su no inteligencia, su falta era de tal calibre que resultaba un motivo de chistes de todos los tipos. Su crueldad también era bien conocida, hasta el día que terminaba su mandato como gobernador en Texas se anunció la aprobación de su última condena a muerte: el último pobre al que quitaría la vida iba a ser un mexicano. Si se reconoce su declarada nula inteligencia, también hay que sumarle sus actos inhumanos. Contrariamente a lo que dice el gran maestro Gian Piaget de que conocer y desear van unidos, en personajes como éste sólo cabe declarar que vivía gustoso en su ignorancia general, tan propia de la burguesía que no solo la forma sino que la muestra vanidosamente, la explotación, el saqueo y la crueldad son asuntos de su raíz.

Lo más conocido de Bush es la declaración de la guerra contra el “terror” tras el autoatentado de las Torres Gemelas, hay ya multitud de informes que lo vienen a demostrar, después con sus amigos Blair y Aznar pondría en marcha la guerra contra Irak, guerra basada en la mentira de las armas de destrucción masiva. La campaña de terrorismo imperial se hizo en base a la falsificación de la realidad. ¿Qué impuso para comenzar el siglo XXI? Por un lado la globalización consiguió que en todas partes se diese la versión que interesaba al núcleo de poder de los EEUU, demostrando que los medios de difusión no eran de información, que en todo caso eran de deformación, de censura, de manipulación absoluta, que hoy continúan en la campaña contra los árabes que no se someten. Por otro lado esa propaganda abría la puerta a la instauración de la ignorancia típica del ignorante y del interesado burgués, para él solo existen “buenos y malos”. Con semejante simplificación desde todos los medios de propaganda imperial calificaban a cualquiera que preguntaba o expresaba sus dudas sobre la versión de los grandes multimillonarios.

El terror imperial de las bestias humanas. Bush padre, miembro de la CIA, vicepresidente de EEUU desde 1981 a 1989 y presidente de 1989 a 1993, participó de la persecución a Cuba y de su inclusión en la lista de naciones y pueblos que el “estado profundo”de archimillonarios imperialistas ansía destruir y que denomina “países promotores del terrorismo”. En su lista pusieron primero a Libia, Irak, Yemen del Sur, y Siria, y en 1982 el imperio incluye a Cuba, dos años más tarde, 1984, a Irán. El imperio se empleó contra la Revolución cubana desde su comienzo, robaron tanto dinero como les cupo bolsillos, sacos, aviones y barcos, atentaron contra las infraestructuras, introdujeron mercenarios y asesinaron a pescadores, pobladores en el campo y las ciudades, dinamitaron aviones, asesinaron diplomáticos, robaron niños, recuerden la Operación Peter Pan, recuerden la Bahía de Cochinos, recuerden las bombas en los hoteles, …

En el comienzo de todo ese terror apareció Bush padre, empresario del petróleo en Texas junto a Thomas J. Devine, miembro de la CIA. Como colaborador de Nixon vicepresidente con Eisenhower, se dedicó a recaudar dinero para el Proyecto Cuba. En 1976 Bush padre fue nombrado director de la CIA, para después ser reconocido por medios independientes, por ejemplo la revista Common Cause el 4 de marzo de 1990 declaraba: “La CIA puso al millonario y agente George Bush, a cargo de reclutar exiliados cubanos para el ejército invasor de la CIA”. Schuyler Ebbers añade: “Entre los años 1960 y 1961, Bush estuvo incorporando exiliados ,,, viajando en avión cada semana entre Houston y Miami. … Bush y Rodríguez (un contrarrevolucionario de origen cubano) pasaron prácticamente dos años trabajando estrechamente con la comunidad cubana de derecha”. La información pueden encontrarla en el libro titulado “El equipo de choque de la CIA”, su autor es Hernando Calvo Ospina, Editado por El Viejo Topo. Hernando Calvo Ospina continúa exponiendo los negocios de la familia Bush en la isla, el azúcar, el ron y el ferrocarril. Detalla las actividades de Paul Kangas, encargado de coordinar las acciones aéreas secretas de la CIA, colocado en el Proyecto Cuba, “entregó barcos a un agente de la CIA nombrado George Bush, quien los hizo pintar de manera que lucieran como embarcaciones civiles. Aquel agente de la CIA les puso los nombres de su esposa, su ciudad natal y su compañía de petróleo, los llamó Bárbara, Houston y Zapata”.

Con estos últimos datos nos encontramos a la puerta de la actividad terrorista que la CIA con Bush a la cabeza, se iba a desarrollar contra Cuba, actividad estadounidense, terrorismo del imperio continuado en todas las formas posibles hasta nuestros días, entre las que resalta desde el principio el bloqueo, contrario a la legalidad internacional, acto condenado un año tras otro por todos los gobiernos del mundo en la ONU, declarado genocidio, un delito que no prescribe.

Pero como vemos si el criminal Bush padre fue el preparador del terror, su hijo, que hace que lee con el libro al revés “La cabra, mi amiga”, escrito, según firma, la esposa de su amigo Cheney, al que puso de vice, fue el continuador de su padre y creador del listado de “los países promotores del terrorismo”. No es sorprendente, todos los sostenedores del terrorismo, comenzando por la familia Bush y llegando a Biden, han ahondado en la criminalidad, debemos llamar así a la tarea de matar a inocentes por todo el mundo. Pero quizás pasamos por el momento histórico de cambio, pues la decadencia del imperio empieza a abrir poco a poco la puerta a una situación nueva, no sabemos todavía: deja ver un peligro terrorista aun mayor contra los pueblos, nuevos golpes de estado, financiación de seudo sublevaciones, guerras de balcanización, destrucción atómica, … y también una gran esperanza, una oportunidad de salvación conforme los pueblos que dan ejemplo de defensa y apuesta por la libertad y el respeto mutuo actúan y ganan simpatías, tanto en los organismos internacionales, como en los combates sobre el terreno que protegen, … En la crisis del imperio también se ve que aumentan las posibilidades de salvación por que hay rebeldías internas en EEUU: llegan noticias del boicot que se lleva a cabo a los transportes por ferrocarril con descarrilamientos y asaltos populares, a los que se suman apropiaciones de alimentos en centros comerciales y almacenes. La crisis se extiende en el interior de EEUU; sería más sencilla la victoria general sobre el Estado imperialista si la misma sociedad estadounidense rompiese amarras con su mayor enemigo, si se opusiese al sistema creador del terrorismo.


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