Rafael Sánchez Pulido •  Opinión •  30/10/2025

Reivindicaciones salariales en Correos: una lucha justa, pero incompleta

Reivindicaciones salariales en Correos: una lucha justa, pero incompleta

En las próximas semanas, los trabajadores del sector público estamos llamados a nuevas movilizaciones convocadas por los sindicatos mayoritarios —CCOO, UGT y CSIF— con el fin de exigir una mejora salarial para todos los empleados públicos, incluyendo, por supuesto, a la plantilla de Correos. Se trata de una reclamación legítima: desde hace años, la pérdida de poder adquisitivo, la inflación y la escasa actualización de los sueldos han impactado directamente en nuestras economías familiares.

Sin embargo, si bien aplaudimos cualquier paso que signifique un avance para el colectivo, no podemos dejar de observar que centrarse exclusivamente en el aumento salarial es una estrategia parcial e insuficiente. En el caso concreto de Correos, existen reivindicaciones históricas que siguen sin atenderse y que afectan de forma directa a la calidad de vida y las condiciones laborales de sus trabajadores.

La futura Ley de la Función Pública de la Administración del Estado, actualmente en proyecto y tramitación parlamentaria, representa una oportunidad crucial para corregir parte de estas desigualdades. Diversas enmiendas presentadas por algunos grupos parlamentarios permitirían la equiparación efectiva de los trabajadores y trabajadoras de Correos con el resto del personal del sector público, incluyendo el acceso a la movilidad interministerial, la reforma de las vacaciones por días hábiles, o el reconocimiento de las bajas por enfermedad sin pérdida retributiva, en definitiva, incluir a todas las empresas del sector público empresarial, por ende las Sociedades Mercantiles Estatales, entre ellas Correos, dentro del encaje legal como empresa pública estatal como empleados públicos de pleno derecho. Sin embargo, estas enmiendas no saldrán adelante sin presión social y sindical.

Desde el colectivo de Correos, también venimos reclamando con insistencia medidas como la conversión de contratos a jornada parcial en jornadas completas, así como la implantación efectiva de la jornada de 35 horas para toda la plantilla, sin distinción entre centros o categorías, movilidad interministerial, bajas al cien por cien sin penalización por enfermedad común.

Por eso, aunque compartimos el fondo de las movilizaciones por una mejora salarial, reclamamos que la agenda sindical no se limite a lo económico. En Correos, las necesidades son muchas y profundas, y merecen ser visibilizadas y defendidas con la misma fuerza. Si no luchamos por una inclusión plena en el Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP), si no exigimos los mismos derechos que cualquier otro empleado público, seguiremos siendo personal de segunda. Es hora de alzar la voz y presionar para que las enmiendas a la Ley de Función Pública sean aprobadas.

No solo queremos más sueldo, queremos más dignidad


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