«No llores por mí Argentina», cada pueblo debe decir libremente su destino
“Si me engañas una vez, la culpa es tuya. Si me engañas dos, es mía”, eso también vale para el pueblo de Argentina.
Argentina nos debe servir de ejemplo al resto de hasta que punto se puede degenerar una sociedad y lo bajo que un pueblo puede llegar a caer cuando pierde la esperanza y se deja caer en brazos de la ignorancia más embrutecedora.
En está situación también hay que señalar como culpable a un peronismo que no estuvo a la altura, que fue corrupto, que no dió solución a los problemas de los argentinos y llevó al pueblo al precipicio y decidió tirarse, voto a Milei como un acto suicida de desesperación.
«No llores por mí Argentina» dice la canción, nadie debe llorar por Argentina, han decidido su destino, pero debemos ir echando un ojo para ir viendo como se hunde y aprender la lección.
El experimento de degradación ultraderechista argentino no va a permitir ver en vivo los efectos de la ultraderecha en una sociedad, Argentina es el ejemplo del que aprender lo que no debemos llegar a ser, es la muerte por asesinato de la justicia social a la que el enfermo psiquiátrico Milei llama terrorismo, la humanidad y la empatía, la ley de la selva.
