Pablo Echenique •  Opinión •  27/12/2016

Por qué participé de #ÍñigoAsíNo

Hay mucho debate en redes y en medios por la campaña #ÍñigoAsíNo y quiero explicar por qué me sentí obligado a participar.

Antes de eso, quiero decir que me siento muy cerca de muchos de los planteamientos estratégicos de Íñigo Errejón desde el principio de esta aventura. Él lo sabe y muchos de los compañeros y compañeras que lo acompañan en Recuperar la Ilusión (a los que aprecio y con los que me llevo muy bien) también lo saben. Creo que Íñigo y mucha de la gente que está con él son personas indispensables en Podemos y además buenos compañeros; pienso por ejemplo en Pablo Bustinduy o en Jorge Moruno.

Por eso, los que hablan de “ataque” o incluso de burradas como “humillación” sencillamente no nos conocen y, por eso, no entienden nada.

Dicho esto, mis motivos:

Como Secretario de Organización, he visto por todo el estado la siguiente situación:

1.- Se toma una decisión escrupulosamente reglamentaria y absolutamente democrática (puede ser la decisión de un órgano, la elección de una dirección o el resultado de una consulta a los inscritos) y, como pasa con todas las decisiones, nunca llueve a gusto de todos.

2.- El sector o familia afectado por la decisión sale a las redes o a los medios de comunicación en tromba a criticar la decisión (recuerdo: escrupulosamente reglamentaria y absolutamente democrática) y a veces hasta a deslegitimar el órgano o el proceso.

3.- Al día siguiente tenemos portadas de “división en Podemos” o acusaciones de “purga” o “fraude” u otras lindezas.

Resultado: Una organización más dividida, más desgastada a ojos de la ciudadanía, todo el mundo enfadado, los órganos y los procesos deslegitimados, un Podemos más débil y el cambio en nuestro país más lejos.

Como Secretario de Organización de Podemos, he defendido a direcciones de todos los colores de este tipo de ataques que sólo hacen daño a todos y a todas: Canarias, Euskadi, Baleares, Galicia o Madrid me vienen ahora a la mente.

Por eso y cuando he visto con mucho dolor, que en los últimos meses alguna de la gente que acompaña a Íñigo entraba en estas dinámicas, sentí que había que decir algo. Estoy seguro de que es algo que ha pasado en el fragor de la campaña (que nos posee a todos), pero ha pasado.

Mi primer deber como Secretario de Organización de Podemos es proteger el proyecto y, por eso, cuando una familia/corriente empieza a poner sus (legítimos) intereses por delante de la legitimidad de los procesos democráticos y de las decisiones de las direcciones elegidas por la gente, tengo la obligación de decirlo.

Si queremos que Vistalegre 2 no sea una batalla campal, tenemos que respetarnos y aceptar deportivamente los resultados de la democracia interna, nos gusten más o nos gusten menos. Un partido democrático es eso y es que, además, lo contrario es regalarle balas a nuestros verdaderos adversarios: los partidos del “No se puede” y sus amos del poder económico.

En todo caso y si he ofendido a algún compañero o compañera, no tengo ningún problema en pedirle disculpas y mandarle un abrazo fuerte (de hecho, he mandado esto a Íñigo y le he transmitido este sentimiento). Porque Podemos también es eso: cuidarnos entre nosotros.

En cuanto al HT #ÍñigoAsíNo y sin haberlo elegido yo, pone el acento en un punto que creo que es importante: liderar implica dar ejemplo y ayudar a la gente que te sigue a que no se equivoque.

No entra entre mis planes montar una candidatura y una corriente mucho menos, pero si algún día me diese por encabezar una y viese a los que me acompañan haciendo según qué cosas (llamar “chantajista” a Pablo Iglesias, por ejemplo), sería yo el primero que les diría: “Compas, así no”.

 
Fuente: https://www.facebook.com/notes/pablo-echenique/por-qu%C3%A9-particip%C3%A9-de-%C3%AD%C3%B1igoas%C3%ADno/1845239299086512

 


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