Las redes sociales están en manos de la ultraderecha
Es fácil reconocer a los BOTS, los TROLLS, las cuentas falsas dedicadas a defender los intereses del amo, defienden al PPVOX, a Israel, a Trump, a las multinacionales, pero siempre desde cuentas con un denominador común, sin fotografía ni nombre real, sin contenido o casi sin contenido, con pocos o ningún seguidor. Cuentas claramente falsas o en manos de cobardes que se esconden para opinar.
Por otro lado los medios de comunicación tradicionales también se dedican a desinformar al servicio de los mismos amos que controlan las redes sociales. Difícilmente un periodista puede trabajar en un medio de comunicación, si hace su trabajo será despedido, por ese motivo hay tanto mamporrero haciendo intrusismo profesional en el periodismo.
Es necesario regular y obligar a las empresas que pretenden ser las dueñas de la desinformación y usarla como arma ideológica a que exista un verdadero control, a que las cuentas en redes sociales se abran con nombre y apellidos, como ocurre para tener una linea telefónica, dar la cara y firmar una opinión o información es algo básico.
Los usuarios de redes debemos hacernos responsables de nuestras opiniones, de nuestros comentarios, de nuestros argumentos, esconderse en redes sociales es de cobardes, de mamporreros, o de mercenarios.
La ultraderecha cuenta con el dinero y paga a los mercenarios que abren las cuentas falsas, los BOTS, los TROLLS tienen libertad para propagar mentiras, bulos y mensajes de odio escondidos en el anonimato de los cobardes, de los pedófilos, de los estafadores, y de todo tipo de delincuentes a quienes las redes sociales les permiten impunidad y un espacio anónimo donde pueden actuar sin control al margen de la legislación de los diferentes países.