Asamblea de la ONU para el reconocimiento ¿de qué?
“En la época en que Herzl y sus amigos eligieron definitivamente a Palestina como lugar de implantación del futuro estado judío, las grandes potencias constituyen un directorio cuyo acuerdo es indispensable lograr por poco que se quiera tener alguna posibilidad de ver realizado un designio político tan vasto. Herzl, cuyo papel fue determinante en la creación del sionismo y en su ulterior orientación, midió la fuerza potencial que representaba la aprobación de las principales potencias europeas y comprendió que interesarlas en el asunto era la condición sine qua non del triunfo de la causa sionista.
En los hechos, cada uno de los participantes se prestó al juego de la asistencia mutua, la más inmoral alianza que darse pueda: el sionismo ponía todas sus esperanzas, y toda su fuerza de influencia, en el apoyo por dar y recibir de los Estados europeos en vías de expansión, en tanto que estos últimos, descubriendo el interés que presentaría la instalación de un Estado judío para la defensa y garantía de sus zonas de influencia, resolvieron proporcionar ayuda y sostén al sionismo. ¿Hay que llamar contrato a ese regateo incalificable cuyo precio era la libertad del pueblo palestinense y beneficiarios exclusivos los sionistas y sus asociados?
Líneas del libro titulado “El problema palestinense”, capítulo “El sionismo y el expansionismo europeo”.
Según la misma ONU, solo desde el 8 de octubre de 2023, los invasores de Palestina, esos a los que la misma organización entregó más de la mitad del país en 1948, los reconocidos genocidas, los sionazis, han asesinado a 680.000 palestinos, de los que la mitad son infantes. ¿Cuántos millones han sido asesinados desde hace 77 años?
Ninguno de los que han hablado de reconocer a Palestina, léase que solo han hablado, ninguno rompe sus relaciones con el ente colonial, no dejan de comerciar, no establecen el boicot, la desinversión, ni imponen sanciones al establecimiento colonial, que lleva cometiendo genocidio desde el mismo día de su instalación con la anuencia mayoritaria de la ONU emitiendo la resolución 181, la misma ONU que se declaraba centro de acuerdos para sostener la paz, organización que no era competente para partir un país y entregar una parte a una potencia financiera, en contra de los palestinos, sin ni siquiera consultar al pueblo sobre el que iban a emplearse las potencias imperiales para preservar sus intereses en la región.
Solo manifestaron respeto por Palestina, por el derecho de los pueblos a su tierra y a la igualdad, principios sobre los que se estableció la ONU, solo se opusieron a la partición, resolución 181, Afganistán, Arabia Saudita, Cuba, Egipto, India, Irán, Irak, Líbano, Pakistán, Siria, Yemen, Turquía y Grecia.
Entre los discursos resaltaba la hipocresía europea que culpaba a los palestinos por el genocidio que sufren, hubo reclamos que se hacía a el pueblo invadido para que se rindiese, y hasta alabanzas a los sionistas transformándoles en víctimas. En su afán sionazi por dañar a los pueblos anticolonialistas se permitían ocultar propia historia e ignorar o falsear su colaboracionismo en todos los órdenes de la vida política, comercial, cultural, social, militar, con los genocidas.
De los colaboracionistas que ahora vienen a “reconocer” a Palestina, ¿qué Palestina?, los medios afines al nuevo discurso, solo discurso, algunos medios han querido destacar las palabras de Pedro Sánchez, pero ninguno de esos ha querido señalar que no prohíbe que en el territorio español se hagan intercambios y transporten armamentos hasta israel, o desde israel a otros lugares. Quiere decirse que no van a prohibir que pasen armas por los puertos españoles o por las bases de EEUU afincadas en el Estado español.
Seguirán vigentes los acuerdos de negocio del Estado y empresas que trafican desde hace 23 meses con armamento israelí.
No habrá embargo en aquello que se de el título de “interés nacional”, curiosamente el rótulo que el Ministerio de Defensa emplea para las adquisiciones que ha venido haciendo de armas de israel como entidad colonial, pero también de las empresas de armamento establecidas en la colonia.
De la misma manera las importaciones generales de los restantes productos solo se pone límite a aquellos que vengan de los asentamientos, asunto siempre falsificable eliminando su procedencia prohibida, independientemente de los que sin producirse en los territorios ocupados son un sostén del ente colonial por vías más disimuladas.
Por eso la Corte Internacional de Justicia pide a los países “impedir relaciones comerciales que contribuyan a la situación en los territorios ocupados”, no habla solo de la producción en los asentamientos.
Llegados a este punto debemos poner sobre la mesa la pregunta del profesor Ilan Pappe: ¿Hay algún país dentro del orden internacional legal que intente convencer a los demás de que existe?, si existe no hay nada que demostrar.
Entonces, qué hacen los gobernantes que ahora caen en la cuenta de que el ente colonial comete genocidio porque en su creación, la ilegalidad la tomaron como punto de arranque, y fue ese el motor que cumplió la función principal. ¿Se revuelven ahora en las consecuencias manifestadas en estos 23 meses hablando de un reconocimiento de la víctima inculpándola, y hasta algún representante queriendo hacer creer que va a hacer algo, pero en la práctica se cae la declaración por absurda?
Solo sirve atando las manos del ente que han creado, del monstruo genocida, del condenado por los tribunales internacionales, del que propaga la normalización del exterminio de los pueblos si no se someten a los intereses del imperio. Solo la ruptura de relaciones, el bloqueo al ente colonial, el cierre de embajadas y la denuncia del sionazismo y su desarme, la vuelta de los territorios palestinos a Palestina, la vuelta a su tierra de los palestinos, la expulsión del ejército ocupante, el reconocimiento de la Resistencia palestina, el envío de alimentos al pueblo de Gaza Palestina, la puesta en libertad de los prisioneros, hoy por miles y miles en prisiones sionazis, el respeto de la independencia y soberanía de Palestina, la persecución del sionazismo y el juicio y castigo a los dirigentes y demás colaboradores, solo escuchando al pueblo mártir, al pueblo que ha dejado tantas vidas en defensa del respeto de su país y por extensión de todos los pueblos, solo así valdrán las palabras de reconocimiento. Ahora pueden decir que reconocen ¿qué?
No puedo evitar recoger algunas líneas del primer párrafo de esta nota, solo para que usted que lee sepa con quién tratamos en la ONU y cuál es el fondo del problema:
En los hechos, cada uno de los participantes se prestó al juego de la asistencia mutua, la más inmoral alianza que darse pueda: el sionismo ponía todas sus esperanzas, y toda su fuerza de influencia, en el apoyo por dar y recibir de los Estados europeos en vías de expansión, en tanto que estos últimos, descubriendo el interés que presentaría la instalación de un Estado judío para la defensa y garantía de sus zonas de influencia, resolvieron proporcionar ayuda y sostén al sionismo. ¿Hay que llamar contrato a ese regateo incalificable cuyo precio era la libertad del pueblo palestinense y beneficiarios exclusivos los sionistas y sus asociados?