David Harvey invita a ir con él por por el interior de los Grundrisse
David Harvey, estudioso de la obra de Carlos Marx, invita a quien lee a introducirse en las reflexiones del gran revolucionario que se han titulado Grundrisse, entregándonos para ello un volumen en el que desentraña sus apuntes, o borradores que dieron lugar a El Capital. El trabajo de Harvey es digno de toda la atención pues ha abierto un escenario que como apunta Noemi Klein “ha inspirado a una generación de intelectuales radicales”. Sin ninguna duda, el porvenir de justicia que el mundo necesita para sobrevivir tendrá, tiene, que disponer del análisis de Marx, y el estudioso que nos conduce por ellos en éste libro nos lo facilita.
El propósito del libro es “arrojar luz sobre las fuentes de los problemas y peligros económicos, sociales, ecológicos y políticos que estaban cada vez más presentes en todo el mundo”. En las condiciones actuales, a nadie se le escapa que el capitalismo es incapaz de resolver las contradicciones en las que ha metido al conjunto de la humanidad, y Marx ha explicado en sus Grundrisse el por qué del fracaso del sistema dominante.
Tras la derrota de la revolución de 1848, el autor de los Grundrisse, traducidos como “apuntes” o “borradores”, vuelve a sus estudios sobre economía política. Sabiendo que la gran crisis está apunto de aparecer se dedica intensamente al trabajo y le escribe a Engels: “Trabajo como un loco las noches enteras en coordinar mis estudios económicos, para poner en claro al menos los elementos fundamentales antes del diluvio”, refiriéndose en esos términos a la hecatombe económica y social que abrió 1857. Y en los mismos hace una acotación, pues pretendo con ello aclarar sus propias ideas, “no para su publicación”, sin embargo debe asumirse que son fundamentales para comprender el método crítico que Marx emplea en su análisis de la economía política y para hacer valer los pilares de la nueva ciencia crítica social.
Los Grundrisse, “borradores” o “apuntes”, tiene otras traducciones similares, estando viviendo en Londres, mientras desarrolla un gran trabajo periodístico, los recoge en 8 cuadernos entre el mes de mayo de 1857 y marzo de 1858, y fueron publicados entre 1939 y 1941, primera y segunda parte en plena Segunda Guerra Mundial, con lo que podemos imaginar la gran dificultad para atender como se requería su importancia en el conjunto de la obra del gran autor, aunque se mide porque fue el trabajo que abrió paso a la primera parte de El Capital.
Los “apuntes” contienen el método de trabajo analítico de Marx y sus aportaciones a la comprensión del capitalismo global, la sociedad poscapitalista en su crisis , crisis que hace temblar todos los órdenes de la vida en el planeta.
Harvey nos facilita la comprensión empleando un lenguaje “más accesible para el público estudiantil contemporáneo, junto con los autodidactas”,y nos aclara, también, que emplea otro tipo de escritura más experimental con la que Engels compuso los libros II y III de El Capital, y un último tipo de escritura con la que Marx escribe para sí mismo.
Si al gran revolucionario le preocupaba entender el significado del capital, lo más importante para él, nos dice Harvey, era su modus operandi en la práctica y comprender “sus leyes abstractas de movimiento plagadas de contradicciones, productoras de crisis económicas”, además de imponer “las condiciones laborales y de vida para la gran masa de población del mundo capitalista de la época.”
Título: Guía de los “Grundrisse” de Marx.
Autor: David Harvey.
Traducción de Antonio J. Antón Fernández.
Editorial Akal.
