André Abeledo Fernández •  Opinión •  23/08/2025

El sector privado es un desastre gestionando los servicios básicos

El sector privado ha demostrado que es un desastre gestionando los servicios básicos, aquellos que son esenciales, es un desastre cuando interviene en lo público. El sector privado solo busca beneficios económicos y el mayor márgen de beneficios, algo que se logra con un peor servicio, menos medios, menos trabajadores, menos inversión, peores salarios, y un servicio más caro y de peor calidad para los ciudadanos.

Esta ocurriendo en los servicios de emergencias desde los bomberos, hasta las cuadrillas contra incendios, la sanidad, los servicios de emergencias, la educación, todo lo que se privativa, se externaliza, o se concierta con el sector privado se precariza, se degrada y enriquece a una minoría de millonarios, políticos y familiares en detrimento de toda la ciudadanía y de la calidad de los servicios públicos, básicos y necesarios para tener una sociedad sana con justicia social.

Una sociedad consciente es más difícil de engañar, necesitamos comenzar a reforzar los pilares de nuestro Estado del bienestar y no comprar el discurso de quienes desean el desmantelamiento de todo el sector público para convertir nuestras vidas en un simple negocio millonario.

Una de las lecciones que tenemos que aprender de incendios pandemias, crisis económicas y de todo tipo, es la necesidad palpable de recuperar los sectores estratégicos para lo público, para el estado, para todos.

Necesitamos una sanidad pública, universal, gratuita y de calidad, y lo mismo pasa con el sistema educativo, las emergencias, las energías, la banca, la vivienda, las telecomunicaciones, lo que a demostrado el capitalismo es que es incapaz de autorregularse, que no conoce la empatía, y que la vida humana tiene un precio demasiado bajo.

La justicia social es horizontal y nos iguala a todas y todos, pero también es un escudo que nos protege a todas y todos.

El sector privado ha demostrado su incapacidad para poder enfrentar crisis globales, la pandemia fue un ejemplo práctico de que solo un Estado fuerte puede gestionar una crisis grave y poner las normas para que la sociedad no se convierta en una selva donde sociópatas y gente sin escrúpulos conviertan el sufrimiento y la necesidad en un buen negocio.

Es un ejemplo de cómo el Estado debe regular el mercado para evitar los abusos, debemos nacionalizar los sectores estratégicos para que estos estén en todo momento al servicio de la ciudadanía y lo de las oligarquías.

Defender lo público es sinónimo de defender la justicia social y la solidaridad.


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