Donald Trump y su gobierno quieren recuperar su patio trasero
En palabras del Secretario del Ministerio de la Guerra de los EEUU Pete Hegseth: Durante demasiado tiempo hemos ignorado nuestro propio patio trasero”, fueron las palabras con las que desde el gobierno de los EEUU habla de América Latina.
“El 60% del litio del mundo lo tienen Argentina, Bolivia y Chile, y (nuestros adversarios) están sustrayendo recursos de estos países y de su gente”.
“Nuestro patio trasero”, eso es los que piensan en el Gobierno de Donald Trump de América Latina, seguramente algo muy parecido piensan de África y Europa.
Una frase del congresista republicano y miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Carlos Giménez:
“(…) Durante demasiado tiempo hemos ignorado nuestro propio patio trasero”, dijo Giménez. “No creo que combatir a China en Sudamérica… yo creo que (China) es nuestra mayor amenaza”.
“Sólo va a faltar lo militar, aunque todos ustedes hacen un gran trabajo en asociación. En realidad es una cuestión económica”.
“Creo que durante demasiado tiempo hemos ignorado nuestro propio patio trasero y hemos permitido que Rusia, China e Irán, adversarios de Estados Unidos, hagan grandes incursiones en nuestra región”, dijo el congresista republicano.
“A veces uno sabe de qué lado estar, simplemente viendo quiénes están del otro lado”. Leonard Cohen. En el caso de Venezuela esta frase cobra todo el sentido del mundo.
¿Quien apoya a la oposición venezolana?, ¿quienes son los grandes amigos de la oligarquía venezolana que dirige esta oposición vendepatrias?.
A María Corina Machado la apoya Netanyahu, y es financiada por el sionismo internacional, además también por Washington que lleva décadas tratando de tomar el control sobre el petróleo, el coltán, el litio, y el oro de Venezuela, a esta gente el pueblo venezolano les da igual, lo que importa realmente son sus recursos energéticos.
En América los grandes amigos de esta oposición venezolana son los Yanquis y sus perros falderos, Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Perú, Ecuador, El Salvador… países que han renunciado a su soberanía y se han puesto a los pies de los EEUU y del sionismo internacional.
El pueblo venezolano escogió su gobierno en unas elecciones democráticas, unas elecciones limpias vigiladas por observadores internacionales, les guste o no el resultado esa es la verdad.
Es vergonzoso ver repetir la mentira de que Venezuela es una dictadura una y otra vez. Han surtido efecto los millones invertidos por los poderes facticos y las oligarquías para confundir a la opinión pública mundial.
Los mamporreros del sistema han hecho su trabajo, las horas de desinformación en los medios de comunicación de masas han creado una opinión sobre una realidad muchas veces inventada, la mentira repetida una y mil veces se ha vuelto a convertir en verdad para millones de personas, los desinformados y engañados del mundo creen que Venezuela es hoy una dictadura.
Sus presidentes, el tristemente fallecido Hugo Chávez primero y Nicolás Maduro, ahora, son terribles dictadores.
Desde la izquierda no podemos dar la callada por respuesta ante la campaña de mentiras de la derecha, no se puede tolerar que desde los medios al servicio de la oligarquía y desde las filas de los “progres del mundo” se diga que en Venezuela hay una dictadura.
En el estado español sabemos bien lo que es una verdadera dictadura, la tenemos muy fresca, las fosas comunes son la prueba de genocidio ideológico.
La realidad es que la oposición Venezolana está apoyada por las oligarquías y los poderes económicos nacionales y extranjeros, está apoyada por los grandes medios de comunicación, está apoyada por los EEUU.
La apoyan personajes como Trump, Marco Rubio, Netanyahu, Milei, Feijóo, Abascal, Ayuso…lo mejor de cada casa.
La realidad es que la oposición venezolana está liderada por la derecha más clasista y golpista que podamos imaginar.
En este caso puedo repetir aquella afortunada frase que definió lo que significo Hugo Chávez en vida, “para saber quién era Hugo Chávez debemos fijarnos en quienes lloran su muerte y en quienes la celebran”. Lo mismo pasa con quienes defienden y atacan al proceso Bolivariano.
El pueblo venezolano tiene derecho a decidir su destino sin injerencias extranjeras.Después cada quien puede tener la opinión que le venga en gana. Venezuela es de todos los venezolanos, y en democracia decide la mayoría.
Maduro y el pueblo venezolano no necesitan que los defendamos, y si lo hacemos es por un deber con la verdad y con la justicia, un deber internacionalista.
Venezuela defiende su soberanía, no quiere volver a ser el patio trasero de los EEUU, ese es el problema, la lucha contra el narcotráfico es una mentira tan grande como las armas de destrucción masiva en Irak, o las excusas falsas para destruir Libia. Venezuela defiende su dignidad y sus recursos energéticos frente al imperialismo Yanqui y el fascismo.
