Fernando Montes de Oca •  Opinión •  22/11/2018

Caravana Migrante: el drama de los niños y niñas que huyen de las Maras

Caravana Migrante: el drama de los niños y niñas que huyen de las Maras

Eran las dos de la tarde cuando Fernando y su familia salieron de Tegucigalpa, Honduras. Los “mareros” habían asesinado a su abuelo y a su tío, y ahora querían reclutarlo para que también vendiera droga. A sus 13 años decidió encaminarse junto a su madre, Belkis, y sus hermanos, Axel, de 8, y Tatiana, de 5, rumbo a la Ciudad de México, donde los esperaba su papá.

A sus 5 años, Tatiana sabe que “los ‘mareros’ son gente mala. Son como el narco. Los narcos matan”, dice.

Los hermanos son conscientes de la violencia que se vive en su país. La relacionan con la venta de droga, la desaparición de personas, el asalto a casa habitación y los asesinatos. Su abuelo estuvo perdido tres días. “Lo mataron y lo dejaron tirado en la calle. Lo encontramos en la morgue”, relatan.

La Mara Salvatrucha, llamados también “maras” o “mareros”, son una de las organizaciones de pandilleros más poderosas del continente americano y ejercen su poder mediante el miedo. Operan con impunidad en El Salvador, Guatemala y Honduras, los tres países que conforman el Triángulo Norte Centroamericano. Su objetivo es controlar una extensa red de negocios ilícitos que va desde tráfico de personas, la extorsión a pequeños negocios o el narcotráfico.


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