Trump en estado puro y sin filtros, nada más tóxico y peligroso
Donald Trump en estado puro justifica el asesinato del periodista Jamal Khashoggi: “Cosas que pasan”. Khashoggi fue asesinado en el interior del consulado de Arabia Saudita en Estambul en 2018. Su muerte a manos de agentes sauditas desató la indignación mundial.
La entonces relatora especial de la ONU, Agnes Callamard, concluyó que Jamal Khashoggi fue»asesinado brutalmente» dentro del edificio del consulado por un equipo de 15 agentes enviados desde Riad, la capital saudita, y que su cuerpo fue desmembrado. Pero para el psicópata sin empatía Donald Trump eso son «cosas que pasan».
El incidente ocurrió el viernes, pero se viralizó este martes en redes sociales, provocando un fuerte rechazo de colegas y medios de comunicación. “Silencio. Silencio, cerdita”, le dijo Trump, apuntando con el dedo a la reportera que buscaba respuestas sobre el contenido de los papeles del caso Epstein.
Periodistas de EE.UU. han catalogado como «repugnante» e «inaceptable» el insulto del presidente Donald Trump a una periodista, llamándola «cerdita».
Además el presidente de Estados Unidos amenaza a la cadena ABC con retirarle la licencia. “Eres una pésima reportera”, le dice a otra informadora. Libertad de prensa Made in USA.
Desde siempre, ahora de un modo más descarado y maleducado con Trump en la Casa Blanca, los EEUU usan la fuerza y la mentira para controlar el mundo. Mienten como sistema. Nos mintieron sobre Iraq, nos mintieron sobre Libia, nos mintieron sobre Siria, y nos mienten sobre Venezuela o Palestina.
Donald Trump no tiene ningún problema en mandar asesinar a pescadores en el Mar Caribe, a migrantes, a cualquiera que encuentre en una lancha, barquito, o bote y hacerlos pasar por narcotraficantes, para justificar la amenaza de invasión a Venezuela con otra mentira a la altura de las inexistentes armas de destrucción masiva en Iraq que les sirvió para justificar la invasión, la guerra, los abusos, torturas y violaciones, y el más de un millón de muertos iraquíes por la brutal invasión norteamericana.
Trump habla de la perdida de vidas humanas, de la guerra, como si fuese algo natural y sin importancia, demostrando un absoluto desperdicio por la vida, por los derechos humanos y por la legalidad internacional. Autoproclamandose Emperador del mundo con derecho divino a imponer su voluntad por la fuerza y sus deseos a cualquier precio.
Asesina en el Caribe porque los muertos no pueden defenderse de las acusaciones de narcotráfico, usando la marina de guerra más poderosa del mundo para hundir barcas, lanchas y barquitos asesinando o a cerca de cien personas sin pestañear.
Donald Trump no solo amenaza a Venezuela con la falsa excusa de luchar contra el narcotráfico, también ha amenazado con bombardear México y Colombia y dice que «estaría orgulloso» de hacerlo.
Trump cree como Netanyahu que están por encima de cualquier tribunal, y se siente seguro de que la legalidad internacional no se le puede aplicar a un ser superior, al megalómano presidente de los EEUU.
Quién defiende la justicia y la humanidad no puede estar con seres como Trump o Netanyahu, el supremacismo es enemigo de toda la humanidad, de la supervivencia del planeta, el imperialismo, el fascismo, el NAZISMO o el SIONISMO no son respetables, no tienen más argumentos que el odio y las mentiras y por ese motivo solo pueden imponerse por la fuerza y el engaño.
