Homenaje a John Carlin
Permitidme que comparta con vosotros este homenaje a John Carlin, el genial escritor británico que acaba de ser tan injusta como arbitrariamente despedido de EL PAIS por no coincidir, según parece, con su línea editorial respecto al conflicto catalán.
El futbol en si mismo ya sé que no reíste el menor análisis intelectual, pero que queréis que os diga, confieso y asumo mis contradicciones, y por lo tanto celebro sin vergüenza alguna cada domingo que la parte más primitiva y menos cerebral de mi persona se aliene casi por completo con el equipo de mis amores (cuyo nombre, de momento, permitidme no revelar).
Vaya por tanto hoy, desde mi bajel morisco con enorme admiración, y por qué no decirlo, sana envidia, la transcripción fiel de, a mi juicio, la parte más brillante del artículo (si ello es posible) de Mr. Carlin que bajo el titulo “Farsa versus Barça” se publicó el pasado día treinta de septiembre en el citado hasta ahora “diario independiente” (el subrayado es mío):
“El concepto básico organizador de la humanidad desde nuestros comienzos ha sido la tribu. Quién pertenece a cuál se ha determinado a lo largo de los siglos según factores raciales, geográficos, ideológicos o religiosos. La versión menos maligna de este fenómeno es el fútbol. Afortunadamente es también la más extendida. Hay más futboleros que negros o blancos, españoles o iraquíes, catalanes o kurdos, comunistas o fascistas, musulmanes o católicos. El fútbol resuelve la necesidad humana de despreciar, temer u odiar al vecino de la manera más sana, o menos arriesgada, que se ha inventado hasta la fecha. Hay consignas, hay gritos, hay insultos y hay banderas, pero no hay víctimas. Un partido termina y lo peor que ocurre es que algunos se sienten heridos en su amor propio. Nadie es más pobre o más rico. El mundo sigue igual.”
Olé. Ahí queda eso.
Salud y República.
El arráez.