Ramón Pedregal Casanova  •  Opinión •  19/05/2025

¿Estado 52?

En medio de la crisis del gran capital, crisis que enseña las grietas del imperio que se ha dicho todo poderoso, Trump para subsanar las roturas de su casa declara que Gaza va a ser territorio estadounidense. Puede que esa frase forme parte de su baúl de los escándalos cotidianos, pero también puede que advierta a “israel” que el fruto que tiene gaza , una gran fuente de gas, la necesita, entre otras cosas para decirle a su público que hay algo que robar y él, en nombre de las corporaciones imperiales que no tienen más patria que lo robado, él, tiene el papel de conseguidor. Quizás le dice al mundo que la bolsa de gas que va desde Gaza hasta Libia por un lado, y desde Gaza hasta Siria por el otro, es lo que va a servirle para vender gas al viejo imperio europeo y va a hacer crecer la bolsa de valores de sus amigos, al fin y al cabo sus amigos son maestros del “piano judío”, como llaman a la caja registradora. Parece que está contando conque el gas de Gaza infle el dólar y lo haga flotar en el aire.

Colonialismo imperialista sobre imperialismo colonialista. Hay un proyecto general para la región. Trump, el rey de las quiebras inmobiliarias y las estafas, ya dijo que iba a construir en Gaza hoteles, casinos, y lo que acompaña a sus negocios, pero ahora echa a un lado al ente colonial “israel” para declarar que si hay gas ese gas es de sus empresas coloniales, es su negocio, y el ente ha hecho el trabajo criminal para que todo le salga sin que aparezca como lo que es.

TerrorTrump hace cuentas para manejar el negocio en la región, y en Siria el gran capital roba petróleo desde el comienzo de la guerra. ¿Recuerdan las palabras de aquél general sobre los 7 países que iban a destrozar?, de los siete solo queda en pie Irán, y el imperio tiene bases en todos los países menos en el que resiste.

Trump no quiere que le moleste el equipo de Netanyahu en sus negocios, de ahí que diga que va a ser de EEUU. Ya le ha sacado dinero a Arabia Saudi, a Emiratos, … dinero por armamento que produce el complejo industrial de la muerte, así lo reactiva y tapa algún agujero en el portaviones imperial. Mientras ha declarado que va a quedarse con el territorio y no quiere compartir, como usted ve, entre genocidas hay también sus gruñidos. La maquinaria de guerra tiene sus intereses diferenciados, pisan placas tectónicas que se rozan, pero sin que afecten al núcleo principal, aunque las facciones sionazis hagan cada una sus cuentas de lo que podrían robar. Por poner un ejemplo que ilustre los intereses tan grandes de TerrorTrump: en Beirut EEUU construye la segunda embajada más grande del mundo, la primera es la de Bagdad, la de Beirut es 10 veces mayor que la que posee en Londres, quiere decir con ello que es un centro fundamental en el mundo al que el gran capital imperial pretende chupar la sangre.

Al preguntarnos qué pintan Netanyahu y sus genocidas si TerrorTrump los quiere dejar al margen, descubrimos que ha llegado el tiempo en que el imperio necesita unos títeres nuevos, parece que quiere ganarse el “premio nobel de la paz”, por eso en los medios de difusión imperiales, no se olvide sionistas, hablan de genocidio de Netanyahu, como si fuese un asunto personal o de grupo y no de sistema, ¿el imperio va a cambiar de sistema o de encargados del trabajo genocida?

Todo lo que negocia Trump es la forma en que van a repartirse los contratos a sus multinacionales, las licencias de explotación conque llenar la boca de interesados, y a eso le llamarán “tener derechos”, y los sustentarán en la “legalidad” fabricada ex profeso. ¿Dónde creen que el “estado profundo”estadounidense va a poner su “estado número 52?

Al ente colonial “israel” le queda poco tiempo como lo conocemos, puede que vuelva al nido de víboras del que salió, el mundo financiero, “el piano judío”, donde una parte de los prestamistas quiere que la guerra se extienda y llegue a Irán y lo destruya, junto con Yemen, cree que le daría oxígeno con el que sobrevivir, la destrucción es parte de su misma naturaleza.

Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Colaborador del canal Antiimperialistas.com, de la Red en Defensa de la Humanidad.


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