Ramaris Vásquez •  Opinión •  18/04/2022

DD.HH. Derecho a la paz: “Con palos y piedras”…

Para invocar la creación de la ONU y el derecho humano a la paz, hay que recordar que los deseos del ser humano de conquista y dominio de espacios territoriales e ideologías políticas, conllevaron consecuencias muy negativas para la dignidad humana en el siglo XX: Dos guerras mundiales, que obligaron a procurar mecanismos disuasivos para ‘reacomodar’ un planeta que venía al garete. (1).

Así nace la ONU. Luego, la energía atómica lo cambió todo. En un reportaje por su 75 aniversario, el organismo mundial expuso una presunta frase del físico que desarrolló la teoría de la relatividad: “No sé con qué armas se peleará la tercera guerra mundial, pero la cuarta será con palos y piedras, es una frase que se le atribuye a Albert Einstein, quien la habría pronunciado después de la II Guerra Mundial”. (2)

No se sabe si lo dijo Einstein, pero la suposición no sería exagerada. Las guerras del siglo pasado devastaron parte de la humanidad. De acuerdo a la ONU, la primera guerra mundial que “acabaría con todas las guerras”, dejó “unos diez millones de muertos” y la segunda tuvo una cantidad de víctimas “con estimados que oscilan entre 50 y 80 millones de personas”. (2).

Para mayores señas, Prosalud (2012), sostiene que durante la I y la II guerra mundial hubo “el exterminio masivo de personas, la aparición de campos de concentración, la aplicación de torturas y tratos degradantes”, y “la utilización de armas de alta destrucción, por citar sólo algunos”. (P.12). Así el asunto ¿Qué cantidad de víctimas dejaría una tercera guerra mundial, cuando la ONU ha informado que hay más de 13.000 armas nucleares en el planeta? (2). (3).

Ciertamente, existe y está puesto en vigor el Tratado Sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (2017) que es jurídicamente vinculante, y tal como lo explica el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) prohíbe “en todas las circunstancias, usar o amenazar con usar armas nucleares u otros dispositivos explosivos nucleares”, así como “desarrollar, ensayar, producir, fabricar, adquirir de cualquier otro modo, poseer o almacenar armas nucleares u otros dispositivos explosivos nucleares (art. 1.1(a) y (d)).(P.2). (4).

Asimismo está el precedente “Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares”. Sin embargo, se trata, como según el mismo CICR lo ha apuntado, de estar conscientes de que este tipo de armas son contrarias al derecho internacional humanitario (DIH) tal como lo dictaminó la Corte Internacional de Justicia en 1996. Y que, definitivamente, la existencia de estas armas amenaza la vida humana. (5).

Que nadie se sienta ajen@. En 2019 – de acuerdo a ONU noticias del 2 de abril de  ese año- la alta representante para Asuntos de Desarme, Izumi Nakamitsu, confirmaba que “las posibles consecuencias de una guerra nuclear serían globales y afectarían a todos los Estados”. (6).

Asimismo, Nakamitsu sostenía –de acuerdo a la fuente antes referida- que “ya sea intencionalmente, por accidente o por error de cálculo” este tipo de armas son “una de las mayores amenazas actuales para la paz y la seguridad internacionales”. (6).

El CICR, que ha estado en terreno trabajando durante años ayudando a víctimas de la guerra, lo anticipó en su web –icrc.org- el 07 de agosto de 2018, cuando advirtió respecto a las armas nucleares que “no existen armas que sean tan destructivas; ningún arma causa tanto sufrimiento humano; no existe forma de controlar hasta dónde se extenderá la lluvia radiactiva o cuánto durarán sus efectos” y que “el estallido de una guerra nuclear podría causar daños a largo plazo en nuestro planeta”. Esto último, refiriéndose al medioambiente y al cambio climático.(7).

A este respecto, el CICR agregó el testimonio  del Dr. Marcel Junod, delegado de esta organización y primer médico extranjero en Hiroshima (una de las ciudades japonesas donde fue lanzada una bomba nuclear en 1945) que evaluó las consecuencias del bombardeo nuclear y que atendió a sus víctimas. Él aseguró que un calor intenso hizo que miles de seres humanos murieran “como moscas” mientras “otros se retorcían en el suelo como gusanos  tras haber sufrido quemaduras atroces”. (7).

Respecto a la infraestructura del lugar, Junod describió que “todos los edificios -casas, particulares, depósitos, etc-desaparecieron como si un poder sobrenatural los hubiera arrasado. Los trenes fueron arrancados de las vías…todo ser vivo quedó petrificado con un gesto de dolor agudo”. (7).

Da para pensar. ¿Ante la posibilidad de una presunta guerra con armas nucleares habrá sobrevivientes? Y si los hay ¿en qué condiciones quedarían?…y pues, ante la incapacidad del ser humano para entenderse y resolver sus problemas por vía pacífica, ¿Habría la posibilidad de que la visión prospectiva de una cuarta guerra mundial se proyectara a punta de palos y piedras? No más preguntas.

Referencias

1.     https://onu.org.gt/onu-en-el-mundo/historia/

2.     https://news.un.org/es/story/2020/01/1468361

3.     http://prosalud.orgve/public/documents/20100819091282244109.pdf

4.     https://www.icrc.org/en/document/2017-treaty-prohibition-nuclear-weaponsratification-kit. 3

5.     https://www.icrc.org/es/document/armas-nucleares-evitar-una-catastrofe-mundial

6.     https://news.un.org/es/story/2019/04/1453821

7.     https://www.icrc.org/es/document/armas-nucleares-una-amenaza-intolerable-para-la-humanidad


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