Pepe Mujica, compañero que la tierra te sea leve, pero cambiaste
Vivir con austeridad es una opción personal cuando uno podría vivir con lujos, eso hizo Pepe Mujica, prefirió una vida humilde y honesta consigo mismo.
Pero en una vida larga lo normal es que haya muchos Mujica, en su caso no es una excepción, y desde un punto de vista ideológico, político y de declaraciones públicas este último Mujica no era el Tupamaro, no era el compañero de lucha de la izquierda revolucionária latinoamericana, el tiempo lo había moderado, cambiado, y una parte de sus declaraciones me entristecieron, me dolieron, y me molestaron.
Hugo Chávez ayudó mucho al Uruguay de Mujica, petróleo por vacas, precios de amigo, y es de bien nacido ser agradecido, criticar en privado, como criticó al Peronismo, o a Cuba, mientras recibía premios del sionismo uruguayo, el último Pepe Mujica no era aquel que pagó con cárcel su lucha por un futuro socialista.
Alguna gente de esa izquierda de poco analizar y poco dispuesta a pensar, o a cuestionar, algo poco de izquierdas pero muy común, admira la austeridad y la vida humilde, también me parece admirable pero personas que eligen esa forma de vida las hay de todas las ideologías o religiones, sinceramente no me parece suficiente desde un punto de vista de análisis ideologíco.
Mujica terminó criticando a Cuba y Venezuela mientras recibía premios del sionismo, la edad y el tiempo no a todos les sienta bien. Terminó siendo defensor del capitalismo bueno, es como defender a los unicornios.
La gente cambia, traiciona, se vende, se cansa, por eso la revolución la hacen los pueblos y no las personas. Una revolución sin pueblo no es nada, la izquierda sin ideología es una mentira.
Lamento la muerte del hombre humilde, el revolucionario consecuente había muerto hace tiempo.
Creo que usando la balanza de la vida, de todos los Mujica, pesa más lo bueno, lo positivo que lo negativo, se ha ido una buena persona pero no un ejemplo de coherencia.
Me quedo con una frase de Fidel Castro sobre la muerte de Hugo Chávez: «Quieren saber quién era Hugo Chávez? Sólo observen quiénes lloran y quiénes festejan su muerte».
Merece la pena hacer el ejercicio, no hay que ser muy listo solo un poco observador para saber a quién quiere el poder y a quien odian los poderosos.