Carta Blanca al Ecocidio y Genocidio Marino

La falsa «Europa verde» cede al lobby pesquero y al gobierno ecocida del Estado Español autorizando una destrucción marina 15 veces mayor a la prevista: 143 días para la pesca de arrastre al año en lugar de los 9 que preveía la reducción de Bruselas con el fin de salvaguardar los ecosistemas marinos en el Mediterráneo. Frente a este crimen, hay que denunciar al gobierno del Estado Español como lo que es: ecocida y genocida, dispuesto a incrementar el negocio del lobby pesquero a costa del futuro de la vida terrestre y de millones de especies, la humana incluida.

Como decimos en el informe Los Océanos se Salvan en tu Plato, la pesca, en todas sus formas, pero especialmente la industrial y de arrastre, es la actividad más destructiva de la Humanidad en la Tierra. Redes del tamaño de catedrales arrasan cado año 15 millones de km2, o sea 150 veces más superficie que el total de las destruidas por la deforestación terrestre. Se extermina con sufrimiento atroz (pues todas las víctimas de la pesca mueren por asfixia, aplastamiento o congelación) a más de 4 billones de seres sintientes al año en el mar,  más que una Humanidad entera al día, se arrasan los ecosistemas oceánicos, al borde del colapso y se pone con ello en riesgo el total de la vida terrestre, pues los océanos son el mayor pulmón y al mayor depósito de carbono de la Tierra, por delante de los bosques.  

Se acrecienta con ello la crisis climática y se acelera de forma extrema la de biodiversidad, o sea, de extinciones masivas. Sin mencionar que la pesca industrial que cubre más del 55% de los océanos y 4 veces más que toda la agricultura es una de las actividades humanas con mayor índice de esclavitud humana y porcentaje más elevado de actividad ilegal. El sector pesquero del Estado Español es puntero a nivel mundial, algo que no habría de ser motivo de orgullo para nadie, sino de vergüenza.

No obstante, esta destrucción ocurre incluso en casi todas las zonas protegidas del mar, incluidas las de la “Europa verde”, que solo tarde y mal va amagando con poner coto a estas prácticas para después ceder al chantaje criminal de los lobbies, que actúan por puro afán de negocio.

Pero lo más grave no es solo que la falsa Europa verde apoye a estos lobbies criminales, y que lo haga uno de los pocos gobiernos de supuesta izquierda democrática que quedan en el mundo, sino que el propio ecologismo también elude el elefante en la habitación, la medida primordial para acabar con esta actividad devastadora: la transición a dietas vegetales. Al mismo tiempo desinforman pidiendo en su lugar que se apoye una pesca supuestamente tradicional que, además de ser también perjudicial, es inexistente en España, que es una de las puntas de lanza de la pesca industrial mundial.

Por ello alzamos la voz, no solo denunciando los crímenes de la falsa Europa verde y del gobierno ecocida y genocida del Estado  Español (genocida por el zoocidio de especies marinas y por los efectos que esto tiene en la Humanidad, sobre todo en las poblaciones más vulnerables). Alzamos la voz de entrada para que el ecologismo y el activismo ecosocial en su conjunto (animalista incluido) abandone su silenciamiento y su desinformación en torno a la más importante medida ante la mayor crisis de la historia: la transición a dietas libres de explotación animal, y con ello, el fin de toda pesca, empezando por la de arrastre y ayudando a los pescadores a transicionar hacia industrias de proteína vegetal justas para todos los animales, humanos y no humanos, respetando los ecosistemas y a la vez, el valor inherente de la vida de todos y cada uno de sus habitantes.

Para ello, hay que acabar también con la falsa publicidad de estas industrias ecocidas, suicidas, zoocidas, genocidas y holocidas, que esconden sus devastadores impactos y los disfrazan de una radicalmente falsa sostenibilidad, falso bienestar animal y falso efecto saludable, falsedades que proliferan con apoyo de gobiernos de todo signo en todo tipo de medios de comunicación, desinformando criminalmente ante algo que todes podríamos cambiar: nuestro consumo, eligiendo veganismo como principal respuesta a la megacrisis que nos quita el futuro, forzando a las empresas a transicionar, sin esperar a que ningún gobierno lo haga por nosotres. Por ello se impone el muro de silencio. Por ello debemos romperlo ya.