Maduro festeja su triunfo, y los aliados de Guaidó miran hacia los lados
Venezuela siempre se caracterizó por ser un país receptor de migrantes, no estaba en su agenda que 5.4 millones de venezolanos la abandonaran.
Pocas, o ninguna explicación puede darse sobre ello, que no sea el huir de las colas, la inseguridad y, la pérdida del sistema sanitario.
Sin embargo, salvo las interesadas discusiones políticas en España, estas noticias han ido perdiendo peso y contenido en los medios de comunicación internacionales.
Pero ahora, el resultado de las recientes elecciones legislativas ha puesto de nuevo a Venezuela en el tablero mundial, en esta oportunidad con un Guaidó presionando a la comunidad internacional a tomar acciones de mayor contundencia para rescatar la democracia venezolana.
Esa contundencia algunos la han interpretado como el llamado al uso de la fuerza, olvidando que nadie conoce el número exacto de los países que apoyan al presidente encargado; muchos hablan de 60, otros de 54 y, otros de 45 naciones clara, o medianamente posicionadas a su favor.
Esta indefinición permite que existan entre 134, 140 y, 149 países que nunca han declarado estar en contra de que el destino político de Venezuela lo decidan los venezolanos.
Una indefinición, que Maduro sabe, impide un golpe de estado al estilo chileno, permitiéndole que su régimen se mantenga firme, además bajo el apoyo de China y Rusia.
Maduro no está legitimado para hablar de una gran victoria con una participación oficial del 30.5% (6.151.850 votos) sobre un padrón electoral de 20.1 millones de personas, una abstención del 69.5% (14.018.150 personas) y, 4.2 millones de votos a su favor (20% del padrón); no está autorizado moralmente a gritar hacia la victoria siempre, pero lo hace sin ruborizarse.
Es de advertir que la tendencia de los votos cosechados desde 1998 por el chavismo, podría estar diciendo que la revolución bolivariana parece haber tocado su suelo electoral; la cuestión es que Maduro no es usted y el suelo lo estable él.
1998 | 2006 | 2012 | 2013 | 2018 | 2020 | |
Elecciones | ||||||
Votos | Millones | Millones | Millones | Millones | Millones | Millones |
Chavismo | 3.673.685 | 7.309.080 | 8.191.132 | 7.587.579 | 6.248.864 | 4.209.710 |
Oposición | 6.537.304 | 4.321.072 | 6.681.607 | 7.402.964 | 1.927.958 | 1.942.140 |
Si esto es así, si a Maduro le importa un cuerno la opinión internacional, el llamado de socorro de Guaidó debería ser atendido, pero da la sensación de que sus aliados continúan mirando hacia los lados, dejando ver que no hay nación, por poderosa que sea, que dé un paso hacia un golpe de estado; el mismo Trump se está marchando derrotado por la infinita capacidad de encaje bolivariano.
Para colmo, y sin un pelo de tonto y hábilmente, ahora Maduro utiliza las mismas herramientas que todos los demócratas esgrimen: los votos legitiman la victoria.
Da igual cuál es la fuerza popular con la que cuentan si ganan a través de los votos; que la crisis y las sanciones arrecien, no supone ningún arredramiento al bolivarismo, entienden que ello forma parte del oficio revolucionario.