Solidaridad y lucha contra el racismo y su violencia

Asistimos estos días a una constante de ataques racistas y violencia ultraderechista; amparadas por la inacción de las fuerzas de seguridad y las declaraciones xenófobas de políticos. Lo que está ocurriendo en Torre Pacheco es puro nazismo, consecuencia de las declaraciones racistas de líderes de partidos políticos como VOX y PP. Como sindicato de clase, transfeminista, internacionalista, libertario y antifascista, CGT denuncia lo que está ocurriendo y hace una llamada de apoyo y solidaridad a todas las personas que están sufriendo las razias de nazis violentos. Ocurran donde ocurran.
En Torre Pacheco la población más desfavorecida institucionalmente, menos atendida socialmente, en la que vive población de clase trabajadora mayoritariamente migrante, ha sido señalada como culpable de una violencia puntual que no tiene que ver con la raza, sino con la miseria. La de una sociedad capitalista cooptada por la tiranía de la imagen y la violencia. Los nazis que se pasean despreocupadamente por las calles de Torre Pacheco, o de otras localidades del Estado español, son los hijos blancos de las declaraciones irresponsables y fascistoides de políticos como Abascal, Feijoó y compañía. La bandera que levantan es la del patriarcado más agresivo, homófobo, racista… la que rechaza los sentimientos y anhela el odio como atmósfera. Infundir miedo en la población de origen migrante es imperdonable, señalar y apuntar indiscriminadamente a personas por su raza es racismo y fascismo en estado puro.
En la CGT tenemos claro cuál es nuestro lado de la barricada. El de la gente que cree en la solidaridad de los pueblos y en el contrapoder de la clase obrera organizada, venga de donde venga, sea el que sea su origen. Los países del Sur Global son las víctimas de la opulencia de los que pisan los palcos de los grandes estadios de fútbol en el “mundo desarrollado”. En los pueblos y barrios donde vivimos la clase trabajadora sufrimos violencia cotidiana por un abandono institucional evidente, el problema no son las razas. De unos años a esta parte el fascismo ha ido metiendo su mensaje por Redes Sociales, medios de comunicación privados y finalmente ha entrado en las instituciones. Desde ahí, han extendido su aliento de muerte, hasta envalentonar a grupos de camorristas machirulos cargados de testosterona e ignorancia. La esencia del fascismo: extender el terror entre la población para proteger al patrón. Algunas televisiones rieron la gracia a los Desokupas y otros nazis similares y ahí están los resultados…
Desde CGT hacemos un llamamiento de solidaridad con las personas que están sufriendo violencia racista. Denunciamos la irresponsabilidad de todas las instituciones, empezando por el Ayuntamiento de Torre Pacheco, la Comunidad y la Delegación del Gobierno. Enmarcar lo ocurrido como un problema de “inseguridad ciudadana” es una vez más falsear la realidad. En El Ejido el racismo persiguió pobres, no justicia. La clase trabajadora migrante es nuestra hermana, sabemos de sobra que las razas no nos separan. Una sociedad sin justicia social es una sociedad con miserias y miserables. Amenazar, agredir personas y romper cristales con total impunidad, para meter miedo a niños, jóvenes, mayores y ancianos que vienen de otros países a trabajar donde muchos de los que se manifiestan jamás lo harían, es miserable nazismo.