Una feria para unos pocos: toros, pregoneros y la visión estrecha de la derecha en Talavera

Resulta cada vez más evidente que las Ferias de Talavera, en lugar de ser una celebración inclusiva y representativa de toda la ciudadanía, están siendo secuestradas por una visión rancia y reduccionista que responde a los gustos de unos pocos. Basta con mirar los últimos pregoneros: en septiembre de 2024, un torero; en mayo de 2025, el presidente del club taurino. ¿Casualidad? No. Es el reflejo directo del rumbo que marca el actual gobierno municipal de derechas.

Una vez más, se impone una agenda ideológica que ignora la pluralidad de la ciudad. Porque no, no toda Talavera es taurina. Y sí, hay muchas más figuras ilustres nacidas o vinculadas a Talavera -en la cultura, la ciencia, el deporte, la educación- que podrían haber protagonizado el pregón con más sensibilidad, profundidad y, sobre todo, representatividad.

Pero el Gobierno actual parece más interesado en contentar a un electorado concreto que en construir una ciudad abierta y diversa. En vez de tender puentes, levanta muros simbólicos, utilizando las ferias -que deberían ser un espacio común- como escaparate ideológico.

¿Qué imagen proyectamos a quienes nos visitan? Una Talavera encorsetada, donde sólo se alzan las voces que encajan en una determinada tradición. Una ciudad que parece mirar al pasado con nostalgia en lugar de al futuro con ambición.

Las ferias no pueden ser el cortijo de nadie. Y mientras el gobierno local insista en imponer una visión tan estrecha de lo que es «lo talaverano», seguirá dejando fuera a una mayoría silenciosa que también merece ser escuchada.

Talavera es más que toros. Pero algunos aún no se han enterado -o no quieren enterarse-.