No hay palabras para describir las atrocidades israelíes en Gaza
No hay palabras para describir las atrocidades que se están cometiendo estos días en Gaza. No hay súplicas que conmuevan a las bestias que cometen esas atrocidades, ni rezos a un dios hebreo para que castigue con sus apocalípticas plagas a los responsables de tan feroz carnicería. No hay diluvios universales que ahoguen a las bestias que asesinan sin piedad a hombres, mujeres y niños; ni tampoco el cielo ayuda enviando a los verdugos una lluvia de fuego que los borre de una vez por todas de la faz de la tierra, como dicen castigó a Sodoma y Gomorra en tiempos remotos.
No hay tampoco oídos que escuchen la desesperación de seres humanos desmembrados por las bombas, los gritos de ayuda de los niños aplastados por los escombros en lo que fueron hospitales, comedores y escuelas. No hay suplicas desesperadas que muevan al mundo a salvar a un pueblo que está siendo víctima de un exterminio espantoso, el mismo que se practicaba en los campos de exterminio nazis. No hay piedad para los niños que mueren de hambre en Gaza; tampoco hay piedad para sus padres y madres, que son acribillados a balazos por los soldados israelíes cuando intentan conseguir un puñado de comida para sus hijos.
La Humanidad casi al completo, mantiene los ojos cerrados ante la interminable masacre de Gaza; una Humanidad tan insensible, inclemente y despiadada que ni siquiera merece ser así llamada. Lo más repugnante del genocidio que se está llevando a cabo en Gaza es que ningún país, estado o nación de este planeta, desplace a sus ejércitos a Palestina para plantarse ante las fuerzas israelíes y defender a los palestinos del genocidio a que han sido condenados. Muchos hablan y denuncian la masacre, algunos amenazan y disparan ocasionalmente sus misiles contra Israel, pero ninguno desplaza sus efectivos militares a Gaza, planta sus tanques ante los inmundos soldados israelíes y se enfrenta cara a cara a esas cobardes alimañas que tan valientes se hacen frente a civiles desarmados.
No existe desprecio tan grande hacia la especie humana como el que se comete estos días en Gaza.