Enrique Muñoz Gamarra •  Opinión •  11/06/2021

Sigue completamente latente el agotamiento del sistema de producción capitalista

Ciertamente, el agotamiento del sistema de producción capitalista es lo central para explicar los actuales vaivenes de la economía mundial.

En junio de 2016 escribí el artículo: “Agotamiento y entrampamiento del sistema capitalista”. (https://www.enriquemunozgamarra.org/Articulos/149.pdf  ).  Desde entonces, como dice el dicho popular, “ha corrido mucha agua bajo el puente”, lo que quiere decir que las tormentas sobre la economía mundial han seguido fluyendo aun con mayor furia que incluso con el criminal ataque bacteriológico (finales de 2019) originaron la ruptura momentáneamente de las cadenas de suministros internacionales (con cuarentena y cierre de fronteras a fin de evitar la propagación del mortal virus). Esto entonces obliga revisar y actualizar aquel artículo, máxime, si se tiene en cuenta su enorme importancia que entre otros explica el actual impasse y entrampamiento geopolítico mundial.

En efecto, a trece años del inicio de la gran crisis económica (2008 para adelante) y prácticamente a cuarenta y ocho del largo ciclo económico depresivo (1973), no hay ni un solo viso de una pronta salida de este ciclo depresivo. Por el contrario, el resultado de estas cruentas tormentas económicas ha sido un serio y peligroso entrampamiento. La gran carrera de las superpotencias capitalistas por las tecnologías de punta, por cierto, con algunos resultados como los 5G, etc., no son suficientes para cerrar aquella cruenta fase depresiva. Entonces este ciclo sigue latente. No es posible ocultar esto.

Se trata simple y llanamente, de un serio agotamiento del modo de producción capitalista con su hito más alto, la bancarrota económica de Estados Unidos que en estos últimos años (2019, 2020 y 2021) se ha vuelto muy clara, incluso aceptado por los propios presidentes de aquel país (Donald Trump, en 2017 y Joe Biden, en 2021).

Veamos esto:

1.- Caótica producción capitalista: sobreproducción de mercancías y sobreacumulación de capitales.

Ante todo, debemos saber que la finalidad inmediata de la producción capitalista es la extracción de la plusvalía. Además, que la ley económica suprema y fundamental del capitalismo, es la ley de la plusvalía. De esto resulta que la única fuente de las llamadas ganancias capitalista es la plusvalía. La burguesía no tiene otra fuente de ganancias. No existe otra. Ojo con esto.

Federico Engels haciendo justicia a su mejor amigo (Carlos Marx) que había sentado las bases para una visión científica del proceso histórico, particularmente muy profunda en la sociedad capitalista, dijo en el Discurso ante la tumba de Marx (1883) lo siguiente:

“…el hecho muy sencillo pero que hasta él (se refiere a Marx) aparecía soterrado bajo una maraña ideológica, de que antes de dedicarse a la política, a la ciencia, al arte, a la religión, etcétera, el hombre necesita, por encima de todo, comer, beber, tener donde habitar y con qué vestirse y que, por tanto, la producción de los medios materiales e inmediatos de vida, o lo que es lo mismo, el grado de progreso económico de cada pueblo o de cada época, es la base sobre las que luego se desarrollan las instituciones del Estado, las concepciones jurídicas, el arte e incluso las ideas religiosas de los hombres de ese pueblo o de esa época y de la que, por consiguiente, hay que partir para explicarse todo esto y no al revés, como hasta Marx se venía haciendo”

Marx fue muy claro en lo referido a las crisis económicas periódicas en el sistema de producción capitalista. En “Palabras finales a la segunda edición alemana” de su insuperable obra “El Capital” el 25 de julio de 1867 (El Capital: I tomo. Editorial Cartago. Edición de 1975) decía: “por un lado, la gran industria acababa de salir de la infancia, pues solo con la crisis de 1825 se abre el ciclo periódico de su vida moderna”

En este sentido, para el marxismo, la comprensión última de los procesos históricos debe buscarse en la forma en que los hombres producen los medios materiales.

En efecto, para Marx el misterio de cómo y por qué existe un determinado orden social y sus cambios deben buscarse en el modo específico de producción que domina una sociedad. Según Marx, el modo de producción da forma a la distribución, la circulación y el consumo, todo lo que constituye la esfera económica. Consecuentemente, para entender el modo en que la riqueza es distribuida y consumida es necesario saber cómo se produce. Esto va dar como resultado que lo más importante para la economía política (en las sociedades clasistas) es el análisis de las relaciones de producción de servicio de una clase o varias, relaciones de explotación y que a su vez le va permitir encontrar a lo largo del proceso de la humanidad, modos de producción históricamente diferentes. Abstraer esto, es muy importante.

El fundamento económico de las revoluciones sociales se pone al descubierto gracias a una ley económica general: la ley de la correspondencia entre las relaciones de producción y el carácter de las fuerzas productivas, descubierta por Marx.

En este sentido, las sociedades clasistas como la capitalista en las que actualmente vivimos se edifican sobre la base de la propiedad privada. Sobre esta base las relaciones de producción de hecho no son de ayuda mutua sino de opresión y explotación. Cierto, quien posee instrumentos y medios para producir, puede subordinar económicamente a quienes carecen de medios de producción o los poseen en escasa medida.

Entonces de lo anterior deviene totalmente de forma natural, como es en el caso del modo de producción capitalista, el caos productivo y la producción desequilibrada, bases de las crisis económicas periódicas que agobian a este sistema, lo recalco de nuevo, como reflejo de su basamento en la propiedad privada sobre los medios de producción y unas relaciones de opresión y explotación en el que se desenvuelve.

Evidentemente las consecuencias de esta situación son las características que crepitan en la actualidad en este sistema, es decir, la sobreproducción de mercancías y la sobreacumulación de capitales.

2.- Los grandes incrementos de la composición orgánica del capital:

Ahora bien, siguiendo el curso de esta abstracción, por supuesto observando a profundidad el sistema de producción capitalista, las burguesías sintiendo que las crisis económicas originan abruptas caídas en sus tasas de ganancias, creen en su insana brutalidad que aquellas pueden alzarse nuevamente, modernizando sus industrias, introduciendo nuevas maquinarias, mecanizando sus fábricas con robots y nuevas tecnologías y, sobre todo, intensificando la opresión y explotación de la fuerza de trabajo (proletariado).

Esto de acuerdo a las conclusiones científicas que llego Marx se llama Composición Orgánica del Capital y está referida a la relación habida entre el capital constante y el capital variable. Marx dice: “Esta revolución se refleja, a su vez, en la composición variable del capital –constituido por una parte constante y otra variable–, o en la relación variable que existe entre su parte de valor convertida en medios de producción y la parte que se convierte en fuerza de trabajo. Denomino a esta composición la composición orgánica del capital” (Marx, 1999, t. 1, p. 771).

En buena cuenta la composición orgánica del capital está referida a las inversiones de la burguesía en medios de producción, en este caso, mayor inversión en la parte del capital constante y menor inversión en la parte del capital variable.

Cristianamente aquella está referida a las inversiones que efectúan las burguesías en instrumentos de producción como son nuevas maquinarias, nuevas tecnologías y congelando o disminuyendo adrede los salarios de la fuerza de trabajo (mayor explotación de la mano de obra, es decir, del proletariado).

Sencillamente, esta viene a ser la respuesta de la burguesía a la disminución de sus tasas de ganancia. No olvidemos que estas desesperaciones se han vuelto muy fuertes en la época de los monopolios. En esta fase (fase imperialista del sistema capitalista), las burguesías han ingresado a una fase de mortal competencia. El control de su maquinaria militar (Estado) se vuelve cada vez muy desesperante.

Si nos atenemos a la nueva situación mundial, particularmente, a la que empieza a mostrarse a partir del año 2000 para adelante, observaremos que en los principales países capitalistas (China, Estados Unidos, Rusia, etc.) existen fuertes desarrollos científico-tecnológicos. Esto no lo podemos ocultar. Hablamos de la biotecnología, cibernética, robótica, etc. Por supuesto que esto no es por pura casualidad, obedece a las desesperaciones de las burguesías por mantener siempre altas sus tasas de ganancia.

Paralelamente, la opresión del proletariado es muy fuerte. El agolpamiento de las burguesías por la plusvalía (absoluta y relativa) es muy elevado que ha terminado conduciendo al proletariado a situaciones de cruenta sobre-explotación y extremas estreches económicas. En la actualidad (2000-2021) esto sencillamente debe ser muy grave.

Sin embargo, tras estas desesperaciones (nuevas tecnologías y estrecheces en el proletariado con enormes ejércitos de parados) las dificultades económicas de las burguesías han continuado sumamente latentes. Las crisis económicas no han sido superadas, mucho menos eliminadas, son persistentes, incluso a medida que pasa el tiempo, se tornan aún más profundas y prolongadas. Entonces lo único que han originado ha sido ahondar aún más aquellas dificultades. Y así, sus cuotas de ganancia, siguen inmisericordemente en picada.

El apunte que abajo adjunto es solo una muestra de lo generalizado que es esta en la actualidad en los países capitalistas más desarrollados.

Veamos esto:

“La fábrica Changying Precision Technology Company en Dongguan ha automatizado sus líneas de producción que utilizan brazos robóticos para producir piezas para teléfonos celulares. La fábrica también ha creado equipos de mecanizado autónomos, camiones de transporte autónomos, y todo el resto del equipamiento del almacén también ha sido robotizado. Sin embargo, aún hay personas que trabajan en la fábrica. Tres trabajadores comprueban y vigilan cada línea de producción y otros empleados supervisan el sistema de control por ordenador. Anteriormente, había 650 empleados de la fábrica. Con los nuevos robots, ahora hay solamente 60. Luo Weiqiang, gerente general de la compañía, dijo al Diario del Pueblo que el número de empleados podría bajar hasta 20 en el futuro”

Continua: “Los robots han producido casi tres veces la cantidad de piezas que se producían antes. De acuerdo con el Diario del Pueblo, la producción por persona ha aumentado de 8.000 piezas a 21,000 piezas. Eso es un aumento del 162,5%. El aumento de la tasa de producción no ha llegado a costa de la calidad. De hecho, la calidad ha mejorado. Antes de que se implantaran los robots, la tasa de defecto del producto era del 25%; ahora está por debajo del 5%. Y sabiendo todo esto, la pregunta que todo el mundo debería hacerse es: si esta tendencia, como es de prever, se amplía a todos los sectores productivos, ¿cómo se va a sustentar a ese 90% de trabajadores que se quedarán sin trabajo?” (1).

En las actuales condiciones históricas esta se ha vuelto aún más complicada debido a la imposición de la paridad estratégica que obliga que aquellas inmensas inversiones sean dirigidas principalmente a la carrera armamentística en las que están enfrascadas las burguesías financieras. En consecuencia, la competencia inter-burguesa por nuevas tecnologías es extremadamente violenta. En otras palabras, la monopolización de las nuevas tecnologías es muy fuerte.

3.- Ahondamiento de la tendencia decreciente de las tasas de ganancia capitalistas:

Marx, sobre la tendencia decreciente de las tasas de ganancia capitalistas, ha sido muy claro. Sus apuntes, aun de los tantos años transcurridos, mantienen plena vigencia y son de tremenda profundidad científica que los “sabios” del Pentágono, en sus diversas vertientes, keynesianas y neoliberales, son incapaces de rebatirlas. A este respecto dice lo siguiente: “Pero hemos demostrado que esta es una ley del modo de producción capitalista: a medida que este se desarrolla, se produce una disminución relativa del capital variable respecto del constante, y por lo tanto del capital total puesto en movimiento. Lo cual significa muy sencillamente lo siguiente: la misma cantidad de obreros, la misma cantidad de fuerza de trabajo que hacia trabajar un capital variable de un volumen de valor dado, pondrá en movimiento, en el mismo lapso, a consecuencia del desarrollo de los métodos de producción propios de la producción capitalista, una masa cada vez mayor de medios de trabajo, de máquinas y de capital fijo de todo tipo, tratará y consumirá en forma productiva una cantidad cada vez mayor de materia primas y auxiliares, y por consiguiente hará funcionar un capital constante de un valor en perpetuo aumento” (2).

La situación de las burguesías financieras, ciertamente en la actualidad, es desesperante. Esto es innegable. Como consecuencia del continuo caos productivo en su sistema de producción que los ha violentado a persistentes incrementos en la composición orgánica del capital, cargan sobre sus espaldas históricas reducciones de sus cuotas de ganancia. Esto es muy grave. Prácticamente han devenido en burguesías parasitarias.

En este marco, cuando analizamos el bajo crecimiento de los PBI en estos últimos años (2014-2021) en los principales países capitalistas, de hecho, lo primero que sale a relucir es la tendencia decreciente de las tasas de ganancia del capital. El dato que dispongo y muestro más abajo (un dato relativamente reciente) viene de Estados Unidos. Allí, por ejemplo, el crecimiento del PBI en el primer trimestre de 2016 ha sido solo del 0.8%. Si se profundiza la investigación, en efecto aquello proviene de la resistencia de los empresarios estadounidenses a invertir en el sector productivo debido a que consideran que allí existen enormes riesgos y, por supuesto, a las tasas demasiadas bajas de rentabilidad de sus inversiones, es decir, nuevamente nos encontramos con la tendencia decreciente de las tasas de ganancia capitalistas.

Veamos el apunte:

“El primer trimestre del año la tasa de expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de la economía estadounidense a duras penas alcanzó 0,80 por ciento. Por eso ningún integrante del FOMC salió a festejar que la tasa de desempleo empleo cayera a 4,7 por ciento cuando, en paralelo, la tasa de participación laboral descendió a 62,6 por ciento: miles de personas abandonaron la búsqueda de trabajo ante la falta de oportunidades. Es que la tasa de desempleo oficial oculta el subempleo masivo, si se contabilizaran tanto a las personas que están ocupadas en puestos de trabajo de tiempo parcial, así como a aquellas que han abandonado recientemente el mercado laboral, las cifras cambiarían por completo. Hay alternativas de medición, la metodología U-6 que sí considera estos dos rubros, ubica la tasa de desempleo en 9,7 por ciento, esto es, representa más del doble de la tasa de paro oficial. Cabe destacar que la falta de dinamismo de la economía estadounidense es consecuencia fundamentalmente de la extrema debilidad de la inversión empresarial, producto a su vez de una tasa de rentabilidad del capital demasiado baja, o por lo menos insuficiente para poner en marcha nuevas plantas productivas, capaces de generar empleo masivo y con ello, detonar un proceso recuperación de largo aliento. Sucede que los empresarios norteamericanos se resisten no solamente a invertir sino también a elevar los salarios, situación que ha impedido apoyar un incremento sustantivo de la inflación: el índice de precios al consumidor (CPI, por sus siglas en inglés) aumentó apenas 1,1 por ciento en términos anuales el mes pasado” (3).

Entonces de lo anterior ya empieza a observarse el inicio de un cierto grado de agotamiento del modo de producción capitalista, cuya raíz, como lo hemos visto más arriba, es el caos productivo que proviene de la propiedad privada sobre los medios de producción (esencia en el que se asienta este sistema) y que en el proceso de su realización conduce a una persistente caída de las tasas de ganancia capitalistas como consecuencia del aumento de la composición orgánica del capital que los capitalistas aplican a fin de salvaguardar su permanente sed de ganancia que en estos últimos tiempos (en su fase imperialista) ha sido desesperante, es decir, aquí nos estamos refiriendo a la enorme importancia que estos capitalistas han dado a sus inversiones en el capital constante (maquinarias, nuevas tecnologías, robot, etc.) y en detrimento del capital variable (capital utilizado en el pago de los salarios del proletariado que conducen de acuerdo a esta situación a bajos salarios, mayor número de horas de trabajo, incremento de la plusvalía relativa y un gran número de desempleo).

Entonces el sistema como consecuencia de este ahondamiento de la tendencia decreciente de las tasas de ganancia capitalista, ciertamente en un proceso anémico de acumulación y reproducción y en un claro desfase en la continuidad de su actual ciclo económico largo de crisis, ahora se siente en una verdadera situación crucial de entrampamiento histórico que lo agobia y lo imposibilita el avance.

De esta forma el ciclo económico largo de contracción y crisis iniciado en 1973 no está cerrado ni se acerca a ningún tramo final. Y más aún, cuando la acumulación capitalista sigue realizándose en torno a la propiedad privada sobre los medios de producción y unas injustas relaciones sociales de producción en la que la contradicción de la producción social versus la apropiación privada de esa producción social, es aún más antagónica.

4.- Anémica acumulación y reproducción capitalista, y el grave estancamiento de la producción:

Profundicemos la abstracción. Veamos esto tomando como muestra a Estados Unidos. Y la primera constatación que quiero mostrar es que este país (Estados Unidos) ha vivido desde 1973 (cuando se inicia el actual ciclo económico largo de crisis y contracción) fuera de sus posibilidades de producción, en este caso, drenando importantes ahorros y riquezas desde las regiones en las que tiene injerencia, se dice que ahora esto sería nada menos de las tres cuartas partes. Realmente asombroso.

Desde esos años, por supuesto, empezaba a acentuarse su déficit comercial (mayor importación y menor exportación), el mismo que devino en muy grave cuando hizo funcionar con gran impulso la máquina de impresión de la FED que inmediatamente empezaron a inflar y distorsionar los mercados financieros.

Es tan cierto esto que se dice que, la mitad de toda la masa monetaria de los Estados Unidos (Dólar) habría sido creada entre los años 2008-2013 cuando se inició la gran depresión del 2008 (viene de un apunte del 2013). En la actualidad (2021) esto debe ser excesivamente voluminoso. Hay que tener en cuenta que la burguesía estadounidense es una burguesía que no tiene escrúpulos.

Veamos:

“Estados Unidos ha creado casi la mitad de toda la masa monetaria de su historia en los últimos cinco años, y ha vivido el periodo más largo jamás visto sin subir los tipos de interés…” (4).

Por otra parte, debemos enfatizar los crecimientos mínimos e incluso estancamiento al que han desembocado las regiones que históricamente (Estados Unidos y Europa) siempre mantenían elevados crecimientos. Esto es así después de los grandes cambios que empieza a sufrir el mundo tras el golpe anticomunista en China en 1976. Así, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), entre 1992 y 2013, el PIB de Estados Unidos ha decrecido del 27% al 23%. De la Unión Europea también ha decrecido del 33% al 23%. En tanto en los llamados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se han visto incrementados del 5 al 21%. Indudablemente siguiendo la lógica de esta tendencia del 2013 para adelante las cifras han ido en aumento. La situación económica de Estados Unidos está aún más complicada cuando se observa un mayor flujo de mercancías procedentes de la “Gran Fábrica del Mundo” (China) en su mercado interno que lógicamente aumenta su déficit comercial. Por ejemplo, se sabe que los Estados Unidos importan todos sus iPhones de China.

En este marco desde 2010 empieza a aclararse el debilitamiento económico de los Estados Unidos e incluso su desplazamiento por China como máxima potencia capitalista. Cierto, desde 2012 China fue el primer país comercial e industrial por ser la mayor fábrica del mundo. Y, desde el 2014, la primera potencia capitalista.

Pero en general la mejor muestra del estancamiento económico la encontramos en los anémicos crecimientos de los PBI tanto en Estados Unidos como en Europa. Por ejemplo, el crecimiento económico de Estados Unidos en el primer trimestre de 2016 fue nada menos de 0.8 %. Lo más sorprendente es que el crecimiento de los salarios reales en este mismo país está estancado desde principios de la década de los años 1970. En tanto el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de la Unión Europea durante 2012-2014 alcanzó un 0,4% y en general en el período 2003-2014 aumentó apenas 0,3%.

Veamos esto:

“El Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina y el Caribe creció entre 2003 y 2014 a tasas mucho más elevadas que el de Europa, señala un informe preparado para la cumbre de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). En el período 2003—2014, América Latina acumuló un crecimiento de 10,7% del PIB, mientras el de la UE aumentó apenas 0,3%” (5).

Además, quiero acentuar aquí lo importante que es en esta anémica acumulación y reproducción capitalista, la tendencia de las burguesías hacia el sector financiero (más abajo expongo algunos ejemplos concretos). Es la tendencia a la primacía de las actividades financieras en detrimento de la economía real en cuya esencia está, vuelvo a recalcar, el origen de este estado anémico de la acumulación y reproducción capitalista. En realidad, como lo hemos observado más arriba, es una tendencia histórica del modo de producción capitalista como consecuencia de la tendencia decreciente de las tasas de ganancia. Está, en la etapa de los monopolios está absolutamente acentuada.

Sin olvidar que la actual gran crisis económica que viene desde el año 2008, acentuada aún más en 2020, tras el ataque bacteriológico, ha sido mortal y las medidas destinadas para salir de aquella, fijadas sobre todo en la emisión descontrolada, solo han sido orientadas hacia los grandes bancos y empresas monopólicas para salvarlos de las quiebras y sus bancarrotas. La economía real ha seguido hundiéndose con cero inversiones por considerarse inversiones riesgosas, difíciles de ser recuperadas.

Las agitaciones de las burguesías financieras por el sector financiero han traspasado incluso los marcos legales que les confieren sus propias legislaciones. Para muestra algunos ejemplos:

Primero, se sabe que cuatro bancos estadounidenses son dueños del 98 % de los derivados, los mismos se han convertido en los principales instrumentos de manipulación de los mercados financieros, bolsas de mercancías, materias primas, y por lo tanto de la economía mundial.

Segundo, asimismo en diciembre de 2015 se supo que el banco alemán, Deutsche Bank, estaba comprometido en unos planes de evasión de impuestos para algunos de sus privilegiados clientes.

Veamos esto:

“Deutsche Bank ideó complejas estrategias internacionales de evasión de impuestos para algunos de sus principales clientes corporativos, al tiempo que los gobiernos del G-20 y la OCDE intentaban cerrar los vacíos legales existentes en los movimientos de dinero entre jurisdicciones. Así lo asegura el Financial Times, que cita tanto documentos a los que ha tenido acceso como personas familiarizadas con el proceso (6).

Tercero, en esta misma línea de análisis, aquí un apunte de lo que significa el poderío estadounidense en lo referido a sus incongruencias entre su bancarrota economica y el control que tiene de las finanzas mundiales, en las palabras de Mark Carney, gobernador del banco de Inglaterra en su discurso antes de abandonar su puesto en la 45.ª Cumbre del G7 celebrada en Biarritz (Nueva Aquitania, Francia), entre el 24 y 26 de agosto de 2019. Aquellas estaban referidas a sus preocupaciones por las enormes incongruencias de la economía estadounidense, que con apenas el 15 por ciento del PIB mundial y el 10 por ciento del comercio mundial, tenía en su poder, nada menos, la mitad de las facturas comerciales y los dos tercios de la emisión de valores a nivel global. En realidad, enormes incongruencias. Simple y llanamente, una economía de capitales ficticios. Un cuadro que mostraba a un capitalismo completamente sobre saturado por capitales basuras.

Cuarto, por otra parte, también es muy preocupante para esta burguesía (estadounidense) su monumental deuda que en el primer trimestre de 2018 había alcanzado la friolera suma de 247 billones de dólares. De igual modo es sumamente preocupante el balance de su Reserva Federal, por ejemplo, de 2018 compuesto en su mayoría por bonos del Tesoro en un 55 por ciento y por valores respaldados por hipotecas y deudas que habían sido comprados de los bancos privados en estado de falencia en un 40 por ciento. Aquellos sumaban exactamente el 95 % de las tenencias de aquel balance. Y solamente estaban respaldas con oro y otros activos en un 5 por ciento. Para quienes entienden esto realmente es monstruoso, monstruoso.

Veamos:

“Los EE.UU. suponen sólo el 10 por ciento del comercio mundial y el 15 por ciento del PIB mundial, pero asimismo la mitad de las facturas comerciales y dos tercios de la emisión de valores a nivel global, según el gobernador del Banco de Inglaterra. Por ello, “mientras que la economía mundial está siendo restructurada, el dólar sigue siendo tan importante como cuando se derrumbó en 1971 el sistema de Bretton Woods. Causa demasiados desequilibrios en la economía mundial y es un peligro para las economías emergentes más débiles, que no pueden obtener suficientes dólares. Ha llegado la hora de un fondo mundial de protección contra la fuga de capitales y más tarde de un sistema monetario mundial ¡con una moneda mundial! ¡Qué ilusiones! Pero es una muestra de la desesperación de los bancos centrales” (7).

Quinto, por supuesto existen otros datos más que demuestran el mal estado de la economía estadounidense. Así, por ejemplo, el 17 de agosto de 2020, leí desde Global Research un apunte muy importante referido al colapso histórico de la economía estadounidense, en este caso la caída de su PIB real. El dato era muy claro que registraba que en el segundo trimestre de 2020 aquel rubro había caído en un 9,5% y que en cifras reales era nada menos que de los $ 19,09 billones registrados en 2019, para el segundo trimestre de 2020 estaba solo en $ 17,2 billones. Realmente sorprendente.

Veamos:

“Los datos presentados por Buy Shares indican que el PIB real de Estados Unidos cayó un 32,9% en el segundo trimestre de 2020. La caída iniciada por la pandemia es la peor desde el segundo trimestre de 1947 [cuando comenzó la recopilación de datos]. Se registraron caídas notables en el primer trimestre de 1958 en un 10%. Durante el segundo trimestre de 1980, también hubo una caída importante del 8%. Durante la recesión de finales del cuarto trimestre de 2008, el PIB real se redujo un 8,4%. La investigación Buy Shares también resumió las cifras reales del PIB de EE. UU. Entre 2010 y el segundo trimestre de 2020. El PIB más alto se registró en 2019 con $ 19,09 billones, pero cayó ligeramente a $ 19,01 billones en el primer trimestre de este año. Para el segundo trimestre de 2020, el PIB real cayó un 9,5% a alrededor de $ 17,2 billones” (8).

Sexto, entonces para estas burguesías, tras el estado anémico de su economía, el control del sistema financiero se hizo muy importante, prácticamente se convirtió en su Dios. Solo a través de él podían manipular las tasas de interés, llevándolas incluso hasta cero y por periodos prolongados, en realidad, una patente de corso para manejar sus exorbitantes capitales ficticios sin controles de nadie.

Veamos:

“Vale la pena señalar que la Fed ha hecho recientemente eso. De hecho, al reducir artificialmente las tasas de interés por debajo de la tasa de inflación y una prima de riesgo, ha hecho posible que el Tesoro de los Estados Unidos pague tasas de interés reales negativas sobre su deuda pública. Esto significa que cuando la tasa de inflación es más alta que la tasa de interés nominal pagada sobre la deuda pública, el gobierno de EE. UU. Obtiene un viaje gratis a expensas de sus acreedores. Si las tasas de interés cayeran a cero, por ejemplo, o incluso a menos de cero, (como es el caso hoy en día en Japón, después de su experimento de dos décadas con tasas de interés cero, y actualmente en algunos países europeos, como Suiza, Alemania, Países Bajos, Francia, Suecia, etc.), los ahorradores, jubilados, fondos de pensiones, compañías de seguros y prestamistas en general son los grandes perdedores. De hecho, en países donde los bonos del gobierno a diez años, por ejemplo, están generando un rendimiento cero o negativo, esto significa que el principio del interés compuesto ha sido abolido de facto para los inversores. Tal desarrollo puede tener serias consecuencias para los ahorradores, jubilados y fondos de pensiones. Sin embargo, cuando el banco central compra bonos del gobierno y emite dinero recién creado a cambio, esto se llama «monetización de la deuda”. Si esto se hace a gran escala, eventualmente podría conducir a una forma de inflación galopante, posiblemente incluso a hiperinflación” (9).

Séptimo, finalmente, aquí quiero hacer un breve comentario, acompañado de un apunte reciente, sobre los últimos ataques que sufre el oro (fuerte manipulación en su cotización) de parte de las autoridades estadounidenses en defensa del status quo del dólar como moneda de reserva internacional y en contra de un nuevo orden financiero mundial que sacuden el planeta tras la caída de la hegemonía mundial estadounidense. Ciertamente, esto ha sido persistente a largo de los últimos años. En ese marco Rusia y China estuvieron, no hace mucho, en una fuerte agitación por adquirir oro en grandes cantidades sobre todo a fin de blindarse de las graves provocaciones de Estados Unidos. ¿Qué ha ocurrido con aquellas agitaciones? Luego, vimos en las primeras planas de las prensas internacionales, sobre todo estadounidense, fuerte manipulación con las llamadas criptomonedas o moneda digital, entre ellas, el bitcoin como un importante activo refugio por encima del oro, incluso, llamada como oro digital. Todo esto a razón de que el dólar cada día que pasaba perdía valor. Ciertamente la defensa del status quo del dólar como moneda de reserva internacional, ha sido muy fuerte (prometo volver sobre este tema en mis próximas entregas).

Aquí el apunte reciente:

“En medio de tasas de inflación en aumento y deudas estatales que se acumulan debido a que los gobiernos buscan rescatar las golpeadas economías por la pandemia, el dólar pierde su valor con cada día que pasa. Esta es una de las razones por las que los inversores siguen de cerca cualquier comentario de las autoridades de la Reserva Federal de EEUU (la FED). Sin embargo, el bitcóin es considerado por muchos, entre los que se incluye el exsecretario de Tesoro, Lawrence Summers, como el oro digital, pero con mayores ventajas: su oferta es limitada y conocida y se puede movilizar con unos pocos clics desde cualquier parte del mundo. Tanto el bitcóin como el oro han experimentado cambios sustanciales en el 2021, año en el que muchos recurrieron a la criptomoneda por sobre los lingotes. La divisa digital se disparó a un récord de cerca de 65.000 dólares en abril, antes de desplomarse por noticias sobre su prohibición en China y las preocupaciones de Elon Musk sobre el gasto de energía. Actualmente, la criptodivisa se mantiene alrededor de 36.000 dólares en promedio. Mientras tanto, el oro estuvo cerca de hundirse en un mercado bajista en marzo, pero cambió de rumbo para borrar las pérdidas del año hasta la fecha (10).

5.- Y como consecuencia de todo lo anterior, no hay visos por ningún lado de un nuevo ciclo económico largo de avance y prosperidad:

Continuando con la abstracción, sabemos que el sistema de producción capitalista avanza en medio de ciclos económicos. Hablamos de los ciclos económicos largos y de los ciclos económicos cortos.  Son ciclos económicos de avance y prosperidad y ciclos económicos de crisis y estancamiento. Después de un ciclo económico largo de contracción viene un ciclo económico largo de ascenso y expansión y, viceversa. Así ha sido a lo largo de la historia capitalista.

Cierto, como hemos señalado más arriba, a trece años del inicio de la gran crisis económica (2008 para adelante) y prácticamente a cuarenta y ocho del largo ciclo económico depresivo (1973), ciertamente el sistema ha ingresado en la urgencia de un nuevo ciclo largo de ascenso y expansión. Solo que ahora ese ciclo económico de ascenso y expansión no está por ningún lado. Pero también la revolución social está retrasada. El proletariado sacudiéndose de sus rémoras está en un proceso muy importante de constitución y reconstitución de sus vanguardias políticas (Partido Comunista). Esto conduce a que el actual proceso económico capitalista mundial devenga en una situación de entrampamiento histórico y la situación internacional sea vista como muy compleja.

En estas condiciones, ciertamente este entrampamiento que ahoga el sistema en los ciclos económicos cortos y empuja a un futuro nada estable, se ha convertido en lo central de la actual coyuntura. En efecto no es más la coyuntura de los ochenta del siglo pasado cuando por ejemplo las burguesías financieras estadounidenses podían apropiarse de las empresas públicas latinoamericanas. Tampoco es la época de los noventa cuando estas mismas burguesías podían succionar los capitales de la implosionada ex URSS. O cuando desde los años noventa del siglo pasado cabalgaban entornilladas sobre las espaldas de la China expansiva. Consecuentemente: ¿A dónde pueden apuntar? ¿A Asia? ¿África? ¿América Latina? En todas ellas hay presencia enconada de capitales chinos, rusos y de otras potencias económicas.

Y la advertencia más sería viene de la constatación que se hace, que el estancamiento de la economía mundial se torna aún más grave por la falta de nuevas fuentes reales que empujen a un nuevo impulso de la acumulación y reproducción del capital.

Veamos:

“De cumplirse este escenario no puede descartarse algún nivel de estabilización de corto plazo. Pero el problema central es que no hay estabilización posible de largo plazo sin nuevas fuentes “reales” para la acumulación de capital. Y es este asunto de carácter estratégico el que, sean cuales fueran los escenarios coyunturales, mantiene latente la probabilidad de una nueva recesión mundial” (11).

Pero en concreto la inexistencia de vestigios mínimos de un nuevo ciclo económico largo de avance es muy grave que hay que tomar nota.

Algo de esto ha aseverado el presidente ruso, Vladimir Putin, en el reciente 20º Foro Económico Internacional de San Petersburgo que tuvo lugar entre el 16 y el 18 de junio de 2016: “Inevitablemente tendrá lugar la reestructuración de industrias enteras, se depreciará una gran cantidad de producciones y activos, se agudizará la competencia tanto en los mercados tradicionales como en los emergentes. De hecho, hoy vemos intentos de monopolizar los beneficios de las tecnologías de nueva generación”, ha subrayado Putin. Asimismo, Putin ha reconocido que actualmente hay una tensa situación geopolítica que se debe en muchos aspectos a las dificultades económicas. “La actual tensión geopolítica está relacionada en cierta medida con la incertidumbre económica y con el agotamiento de las fuentes de crecimiento, ha sostenido”.

En consecuencia, el paso a un ciclo económico largo de ascenso y expansión en estos momentos es absolutamente ilusoria e inalcanzable. Los principales centros de poder mundial ahora están ávidos por los procesos de reagrupamiento alzados últimamente en el mundo, que en realidad es su exigencia a un nuevo reparto de mercados y zonas de influencia, en este caso, esquilmando a los pueblos.

En este marco, algunos cifran esperanzas en los avances logrados en los países asiáticos, particularmente, en China. Pero incluso en esto, hay necesidad de un análisis minucioso y notas por resaltar (esto lo abordaremos más abajo).

6.- Y lo central de la actualidad es que China y Estados Unidos están camino al abismo: es la tendencia de la actual crisis economica mundial señalada por las leyes económicas que gobiernan la economía mundial.

Cuando hablamos de la actual crisis economica que corroe el mundo, ciertamente hablamos de la crisis del sistema capitalista. No es una crisis de otro sistema, sino, es una crisis del sistema capitalista.

Esto quiere decir que esta crisis no solo afecta al sistema capitalistas occidental, sino también al sistema capitalista oriental. La crisis es global (Utilizo un término que tanto les gusta a los apologistas del sistema capitalista).

Cierto, China en la actualidad es la máxima exponente del sistema capitalista. Con esto no se puede concluir mecánicamente que todo lo que brilla en China es oro. No. China evidentemente tiene dificultades.

Ya sabemos que la gran revolución maoísta triunfante de 1949 había destruido las caducas relaciones de producción que dificultaban el normal avance de las fuerzas productivas. Eran las causantes de la cruel opresión del pueblo chino y de los enormes atrasos que como país soportaba.  Tras la muerte de Mao en 1976 la burguesía China desatando un golpe de Estado anticomunista restauro el capitalismo. Esto fue un duro golpe contra el proletariado mundial. Luego aliándose con la burguesía estadunidense y aprovechándose de los logros de la gran revolución, se encarrilo en un fenomenal crecimiento. Ojo es crecimiento capitalista. Sin la revolución maoísta, China continuaría envuelta en la iniquidad de la cruel opresión imperialista, postergada en la semi-feudalidad y la semi-colonialidad. Teng y su criminal grupo no serían nada sin la revolución maoísta. Sin embargo, hay que ser claros, este fenomenal crecimiento no es a perpetuidad como sueña aquel criminal grupo. En algunas notas anteriores dije que aquel fenomenal crecimiento finalmente perdería fuelle. Ahora mismo ya empieza a avanzar solo al empuje de la inercia de aquel fenomenal crecimiento que en la actualidad se mantiene por la gran carrera armamentística que la impuso la burguesía estadounidense.

En este sentido la discusión acerca del capitalismo chino ha sido larga. Consecuentemente aquella discusión para mí está cerrada. Lo dije en notas anteriores. Pero, para que esto tenga validez, previamente debe admitirse dos situaciones: primero, que la mayor potencia capitalista actual del mundo es China. Aquello no es recién como algunos sostienen. Y segundo, que el centro del poder mundial ahora está en este país (China). Entonces a partir de aquí estoy muy claro que las leyes capitalistas alcanzan por supuesto a la sociedad china.

Por otra parte, hay que ser muy claros en advertir, que si bien es cierto que China es la primera potencia capitalista mundial (no olvidemos que China es la fábrica del mundo), Estados Unidos es la segunda potencia economica mundial. Esta es una cuestión que está completamente latente en la actualidad a pesar de la enorme evolución capitalista ocurrida en la India y las otras potencias emergentes. Estados Unidos es la potencia que perdió el primer lugar tras su bancarrota económica en 2010. Ahora, por supuesto quiere recuperar aquel privilegiado lugar. Y partir de ahí hay una grave pugna por el control del mundo y la hegemonía mundial.

Lo anterior, por supuesto, obliga a uno a profundizar la abstracción. Como se ha apreciado a lo largo de las últimas tres décadas (1990-2020), el desarrollo de nuevas tecnologías sobre todo en China y Estados Unidos empujado por sus burguesías en procura de un mayor fortalecimiento de sus poderes y sus apuros por salir de la fase depresiva iniciada en 1973, en realidad no han tenido la debida fuerza, pues, aquellas mayormente solo han tenido sus incidencias o repercusiones en los sectores de la guerra (dominio informativo y armamentístico).

Esto proviene como consecuencia de la actual coyuntura histórica donde entre otras es trascendental la paridad estratégica que conduce a una fenomenal carrera armamentística nunca vista en la historia humana.

Consecuentemente, devienen en realidades concretas las actuales incapacidades de las burguesías en medio de las agitaciones que han estado batiéndose sobre la economía mundial en estas tres últimas décadas. Algunas de ellas son: Su naufragio en el parasitismo. Su incapacidad por desarrollar la IV Revolución Industrial. La conversión del sector financiero en su Dios. Su naufragio en los mega-capitales. Su ilusión en el capitalismo de casino, jugando como Dios a las finanzas, comprando y vendiendo empresas al crédito y especulando en las bolsas de valores. Ciertamente todo esto no es otra cosa que envejecimiento de la segunda fase del sistema capitalista. Una situación que en primer lugar ha terminado aclarando su deslizamiento a la era del evolucionismo capitalista.

Este último en realidad se hizo enteramente visible con el recrudecimiento de la guerra comercial sino-estadounidense que llegado a su clímax máximo en mayo del 2019 cuando Estados Unidos introdujo a Huawei en una lista negra que restringe la compra de componentes de repuesto y servicios a compañías estadounidenses. Esto en realidad ha sido demasiado trascendental. Ha tenido el mérito de haber abierto algo así como una «caja de pandora» («abrir una caja de Pandora» significa una acción en apariencia pequeña o inofensiva, pero que puede atraer consecuencias catastróficas). En realidad, nos hizo ver su deslizamiento a una era evolucionista. Esto, sobre todo, fue muy claro en China, pues, incluso desde el año 2014 (contradictoriamente justo el año en que China pasaba a ser la primera potencia economica del capitalismo) este país ya estaba en un proceso muy importante de desaceleración de su economía. Por ejemplo, las prensas dieron cuenta que en 2018 China habría registrado su crecimiento económico más bajo en 28 años, el crecimiento de su PBI en este año solo fue de 6,6 % (12).

A lo anterior debe agregarse el informe de Xinhua en mayo de 2019 indicando: «China ha estado transformando su modelo de crecimiento a uno que depende más del consumo, lo que ha contribuido con más del 75 por ciento del crecimiento del producto interno bruto (PIB) de China» (13).

En esto siempre hay que remarcar, no podemos olvidar, la monstruosa sobreproducción de mercancías en el que se encuentra actualmente el sistema capitalista que lo obliga a un sobredimensionamiento del sistema financiero, sobrecargado de capitales ficticios que conducen a las burguesías financieras a una situación de extrema degradación que los enfrenta con virulencia al sistema productivo.

Además, no podemos olvidar la importancia de las energías fósiles en la producción mundial. Cierto, la base de toda la producción mundial, es el petróleo. No hay ni un ápice de preocupaciones, en ninguna burguesía, por desarrollar las energías limpias, aquellas están fuera del alcance de estas burguesías y, más aún, imposibles, cuando están en una época de grave crisis. Sería un suicidio aquello, pues estas burguesías están exageradamente comprometidas con la energía de los fósiles (petróleo). La lucha por este tipo de energía es a muerte, entre las tres burguesías, que en la actualidad remecen el planeta.

La debilidad de las nuevas tecnologías desarrolladas últimamente, sobre todo, en China y Estados Unidos en revertir la gran crisis economica actual, en realidad, es reiterativa. Incluso en los hechos recientes, tras el ataque bacteriológico (después de 2019), por ejemplo, la apertura de los trabajos a domicilio, que algunos dicen es una grandiosidad, una maravilla, aparentemente incomprensible a primera vista, aquello en lo concreto no es un avance, no es una maravilla, sino, un retroceso, pues, solo se trata de una actividad de servicios, sobrevenida tras una mortífera caída de los eslabones de la producción mundial. Un proceso con la cual buscan desembarazarse de la sobreproducción de mercancías, también de las sobrecapacidades productivas. Estas habían sido catalogadas por las burguesías como las causantes de la gran crisis mundial y por las que una buena parte de las fuerzas productivas debían ser eliminadas a fin de facilitar la apertura de un nuevo ciclo económico que les permitiesen salir de la gran fase depresiva que las estaba acogotándolas desde 1973.

Entonces saltaban por si solas las siguientes interrogantes: ¿Pasar a esta actividad de los servicios realmente implicaba un gran desarrollo? ¿Y la producción propiamente dicha? De sobra se sabía que este sector estaba quebrado. Amén de los estragos que había ocasionado aquel ataque, entre ellas, la destrucción de las sobrecapacidades productivas. De hecho, todo esto chocaba frontalmente con todas estas grandiosidades con las que se extasiaban las burguesías. Todo olía a farsa.

Esto demuestra que la fuerza de las nuevas innovaciones tecnológicas que están en proceso, sobre todo, en China y Estados Unidos, no tienen la fuerza debida para que el ciclo económico largo de contracción iniciado en 1973 pueda cerrarse. Y a partir de ahí los avances tecnológicos empiezan a mostrarse más como un chato evolucionismo económico.

Entonces, es muy importante tomar nota de las pugnas y colusiones entre las burguesías de China y Estados Unidos. Entremezclada con la ultimas pugnas, ciertamente gravísimas, según las informaciones en las prensas mundiales, sobre todo, en el Mar Meridional de China por el asunto de Taiwán, al parecer la que más prima, es la colusión.

En todo caso el mérito de la colusión de estas burguesías en lo geo-económico es prolongar y profundizar la actual gran crisis económica mundial. Consiguientemente la crisis económica arde al influjo de este proceso. No hay que perderla de vista.

Aquí quisiera detenerme brevemente en una parte de esta colusión sino-estadounidense en el nivel económico:

Empiezo refiriéndome a aquellas que se dan en las finanzas mundiales absolutamente muy importantes para la burguesía china, donde la cotización de su moneda, el yuan, debe ser observada con sumo cuidado.

En primer lugar, China sigue comprando los bonos del tesoro estadounidense (1,095 billones de dólares en enero de 2021. Japón en ese mismo periodo tenía 1,28 billones de dólares) favoreciendo las guerras criminales de este país y últimamente anda preocupada porque no se corten las líneas internacionales del comercio o lo que algunos llaman «desacople económico entre ambos países», una situación que nada tiene que ver con las necesidades del pueblo chino, sino, que solo favorece a los grupos monopólicos que controlan el poder de este país (China), demostrando con esto, un comportamiento netamente de país imperialista con claros signos de búsqueda de la hegemonía mundial.

Veamos:

«Las declaraciones del jefe de la Casa Blanca aparecen luego de que el representante de Comercio Exterior estadounidense, Robert Lighthizer, descartara un desacople económico entre ambos países, frente al Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara Baja local. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este jueves que la ruptura de las relaciones comerciales entre su país y China sigue siendo una opción, luego de que la pandemia de Covid-19 elevara nuevamente la tensión entre las dos naciones en los últimos meses. «No fue culpa del embajador Lighthizer (ayer en el Comité) en el que tal vez no fui claro, pero EE.UU. ciertamente mantiene una opción política, bajo varias condiciones, de una separación completa respecto a China. ¡Gracias!», escribió Trump en su cuenta de Twitter» (14).

Para China el asunto de las cotizaciones de su moneda (yuan) y el dólar, es mantener siempre baja la cotización del yuan y elevada del dólar americano. Esto es crucial para este país.

Son extraordinariamente muy buenas para China cuando en el mercado hay demasiada demanda de dólares, porque aquella automáticamente eleva la cotización del dólar. Para China el asunto es que el dólar este siempre con la cotización elevada, pues, si la demanda de dólares es baja y hay bastante oferta, aquella automáticamente conduce a un dólar con la cotización baja. Esto sencillamente no le conviene. Entonces tiene que actuar rápidamente.

Esto ¿Qué significa? Significa que China tiene que esmerarse que el mercado este siempre succionando el dólar a fin de mantener siempre elevada la cotización de esta moneda. En otras palabras, la suma extraordinaria de capitales ficticios que agobia a la economía mundial es una responsabilidad de ambas potencias económicas. Esta, no es solamente responsabilidad de Estados Unidos, sino, también de China.

Por otra parte, no hay que olvidar que China es receptor de importantes cantidades de dólares como resultado del comercio de sus productos. No olvidemos que es la fábrica del mundo. China es un gran productor y consecuentemente un gran exportador. Obtiene importante superávit desde este sector.

Por supuesto la dirección política de China tiene una clara estrategia a este respecto. Son excelentes estrategas. En este marco aquellas divisas (dólares) que vienen del superávit de sus exportaciones, no las convierten en yuanes, sino, con esos dólares compran más deuda de Estados Unidos, y así, logran que el dólar siga teniendo bastante dinámica en demanda y, consecuentemente, una elevada cotización. Por supuesto esta es una dinámica artificial del dólar como consecuencia de una estrategia debidamente planificada de la parte China.

Claro, Estados Unidos puede resolver esto, emitiendo mayor cantidad de dólares desde la Reserva Federal y comprando toda esa deuda (bonos) que están en poder de China. Pero, no lo hace, porque sencillamente tiene miedo de que toda su estructura financiera se venga abajo de un momento a otro.

Algunas veces China amenaza con vender los bonos del tesoro estadounidenses, pero no puede hacerlo porque quiere seguir creciendo, pues, según la lógica capitalista sienten que no están aún lo suficientemente fuertes. Y en lo fundamental quieren mantenerse siempre por encima de sus competidoras, en este caso de los estadounidenses, porque de acuerdo a las leyes capitalistas nunca estarán lo suficientemente fuertes, pues son capitales imperialistas que están sujetas a las leyes del monopolio, que requieren mayores ganancias y consecuentemente nuevas zonas de influencia.

Últimamente (mayo de 2021) en el curso de la actual vorágine de la gran crisis economica (incluso con importante manipulación de las criptomonedas por parte de los estadounidenses) hay una creciente debilidad del dólar que empieza a afectar seriamente a la moneda china fortaleciéndolo muy pronunciadamente a tal punto se dice que los altos funcionarios del Banco Popular de China se habrían pronunciado abiertamente por la compra de dólares y venta de yuanes en el mercado abierto a fin de debilitar y mantener competitivo la moneda china.

Veamos un apunte:

“Apenas unos días después de que altos funcionarios del Banco Popular de China se pronunciaran sobre medidas para estabilizar el yuan mientras seguía fortaleciéndose frente al dólar, los bancos chinos han intervenido para comprar dólares y vender el yuan en el mercado abierto, la última de una serie de intervenciones aparentemente estirando los límites de la capacidad autoritaria de Beijing para controlar los mercados. Durante el mes pasado, los informes sobre otra ofensiva contra el comercio de criptomonedas y la minería por parte de Beijing hicieron que los precios de las monedas digitales se tambalearan, mientras que los altos funcionarios del PCCh intervinieron para enfriar a la fuerza la especulación que hizo subir los precios de las materias primas. Además de todo esto, el debilitamiento del dólar ha llevado al yuan a su nivel más fuerte en casi tres años, dañando la competitividad de China en un momento en que un desapalancamiento ordenado por el estado en curso ha enviado el importantísimo impulso crediticio de China a territorio negativo, limitando las perspectivas. para el crecimiento, al igual que las perspectivas de la economía de China se están volviendo cada vez más importantes para la narrativa global (15).

Y en este marco, por supuesto, la colusión sino-estadounidense, es la fuente de la continuidad de la gran crisis económica que arde tempestuosamente (se prolonga y se profundiza) en medio del actual impasse y entrampamiento geopolítico mundial.

El asunto es: ¿Qué depara a la humanidad este agotamiento de la producción capitalista? ¿El estallido de una Tercera Guerra Mundial? ¿La apertura de una coyuntura de definiciones históricas que tal vez conduzca a la instauración de nuevas democracias populares en algunas regiones del planeta? Aquí, la historia tiene su palabra…

NOTAS:

1.- “UNA FÁBRICA CHINA NOS MUESTRA UN RETRATO SOBRE NUESTRO FUTURO…Y YA PODEMOS TEMBLAR”. Nota publicada el 03 de agosto de 015, en: https://elrobotpescador.com/2015/08/03/una-fabrica-china-nos-muestra-un-retrato-sobre-nuestro-futuro-y-ya-podemos-temblar/.

2.- Marx, Carlos: El capital. III tomo. Editorial Cartago. Edición 1975. Página 234.

3.- “La economía de Estados Unidos no logra salir del atolladero”. Autor: Ariel Noyola Rodríguez. Nota publicada el 16 de junio de 2016, en: ALAI ALATINA.

4.- “El espejismo de Estados Unidos”. Autor: Daniel Lacalle. Nota publicada el 23 de noviembre de 2013, en: el confidencial.

5.- “PIB latinoamericano creció mucho más que el de la UE en la última década”. Nota publicada el 09.de junio de 2015, en: Sputnik.

6.- “Deutsche Bank diseñó planes para ayudar a empresas a evadir impuestos”. Nota publicada el 01 de diciembre de 2015, en: Librered.net

7.- “El detonante de la nueva recesión mundial”. Autor: Michael Roberts. Nota publicada el 4 de septiembre de 2019, en: Rebelión:  https://www.rebelion.org/noticia.php?id=260107

8.- “Colapso histórico de la economía estadounidense: el PIB real registra la mayor caída trimestral en los últimos 70 años con un 32,9%”. Por Justinas Baltrusaitis: Nota publicada el 17 de agosto de 2020, en: Global Research_  https://www.globalresearch.ca/collapse-of-us-economy-real-gdp-registers-biggest-quarterly-slump-in-last-70-years-at-32-9/5721272

9.- “El capitalismo financiero se ha ido: tasas de interés ultra bajas y burbujas de precios”. Por el profesor Rodrigue Tremblay. Nota publicada el 31 de julio de 2019, en: Global Research  https://www.globalresearch.ca/financial-capitalism-gone-amok-ultra-low-interest-rates-price-bubbles/5685137

10.- “¿Adiós al oro? Fondo de cobertura de $7.500 millones apuesta por el bitcóin”. Nota publicada el 07.06.2021, en: Sputnik: https://mundo.sputniknews.com/20210607/adios-al-oro-fondo-de-cobertura-de-7500-millones-apuesta-por-el-bitcoin—1112978518.html

11.- “Consecuencias de un riesgo global inminente”. Autor: Paula Bach-Nota publicada el 26 de abril de 2016, en: http://www.laizquierdadiario.com/spip.php?page=gacetilla-articulo&id_article=37464

12.- “China registra su crecimiento económico más bajo en 28 años”. Nota publicada el 21 de enero de

2019, en: https://www.eleconomista.com.mx/economia/China-registra-su-crecimiento-economico-masbajo-en-28-anos-20190121-0034.html

13.- “China responde con su «libro blanco». Nota publicada el 4 de junio de 2019, en: Rebelión:

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=256784&titular=china-responde-con-su-%22libro-blanco%22-

14.- «Donald Trump dice que una ruptura comercial con China está entre sus opciones». Nota publicada el 18 de junio de 2020, en: https://www.telam.com.ar/notas/202006/478500-donald-trump-dice-que-unaruptura-comercial-con-china-esta-entre-sus-opciones.html.

15.- “Los bancos chinos compran dólares para debilitar el yuan en la última intervención”. Por Zero Hedge. Global Research, 26 de mayo de 2021:   https://www.globalresearch.ca/chinese-banks-buy-dollars-weaken-yuan-latest-intervention/5746247

(*) ENRIQUE MUÑOZ GAMARRA:

Sociólogo peruano, especialista en geopolítica y análisis internacional. Autor de los libros: “Coyuntura Histórica. Estructura Multipolar y Ascenso del Fascismo en Estados Unidos” e “Implosión de la hegemonía mundial estadounidense”. Además es autor de más de 200 artículos publicados en varias páginas web y agencias de información digitales de diversos países. Su Página web es: www.enriquemunozgamarra.org


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